Números 22:2 al 25:9 – parte 1
Recomiendo que la porción sea leída íntegramente antes de este análisis. Lo cual ayudará a que se tengan frescos los hechos de la misma.
Una de las cuestiones que sorprenden de inmediato es el cómo es posible que un hombre, fuera del Pueblo Elegido, haya sido un profeta de YHWH.
Si bien no hay una biografía de Balaam, la Biblia en su conjunto nos brinda bastante información sobre este personaje. El ver determinados elementos de su vida que aparecen descriptos, nos ayudará a entender el porqué de su aparición como profeta. Hagámonos entonces algunas preguntas.
¿A qué pueblo pertenecía?
Números 23:7 nos dice “…De Aram me trajo Balac,…”
Podríamos pensar que era arameo, al igual que la familia de Rebeca. Y en cierto modo la tradición ha aceptado que así fuera. De hecho algunos comentaristas hablan de que sería un descendiente de Labán.
Pero también es muy posible que se trate de una persona sin nación definida. Pues en hebreo su nombre es BiLAM sin tener la “i” como vocal escrita. Lo cual también podría dar lugar a la lectura BLiAM, lo cual significa “sin pueblo”. Como vemos el original hebreo de la escritura tiene una riqueza que no debemos dejar pasar.
Esto de que Balaam no tenga un pueblo definido de pertenencia, conduce a entender que este hombre, se manejaba como una especie de profeta y hechicero de los pueblos gentiles. A los cuales servía a través de la obtención de ganancias.
Esto último es lo que encontramos en las siguientes palabras de la Toráh, Números 22:7
“…Fueron los ancianos de Moab y los ancianos de Madián con las dádivas de adivinación en su mano,…”
El observar la naturaleza de esta actividad a sueldo nos permitirá comprender algo bastante difícil de la porción. Veamos esto.
Partimos de la base de que el lector ha leído al menos una vez todos los versículos. En los siguientes se presenta una supuesta contradicción:
Números 22:20 “Y vino Dios a Balaam de noche, y le dijo: Si vinieron para llamarte estos hombres, levántate y vete con ellos; pero harás lo que yo te diga.”
Números 22: 21-22 “Así Balaam se levantó por la mañana, y enalbardó su asna y fue con los príncipes de Moab. Y la ira de YHWH se encendió porque él iba…”
¿Pero cómo, en qué posición quedamos? ¿Tengo que ir o no?
Como escribimos más arriba es esta una aparente contradicción. Pues la misma, para nosotros que tenemos a nuestra disposición el llamado nuevo testamento, se resuelve en la explicación que nos dan los seguidores de Yeshúa. Veamos estos dos pasajes:
2da de Pedro 2: 15-16 “Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el premio de la maldad, y fue reprendido por su iniquidad; pues una muda bestia de carga, hablando con voz de hombre, refrenó la locura del profeta.”
Judas 11: “…y se lanzaron por lucro en el error de Balaam,…”
Por lo que estos hermanos a la distancia nos cuentan, el problema por el cual se desató la ira divina no fue que haya ido. Sino la motivación que se encontraba en su corazón, como alguna vez escribió un amigo: lo importante no es la cumbre sino el camino y más importante que el camino son las ideas que guían los pasos.
Las ideas que guiaban los pasos de Balaam eran la motivación de la ganancia deshonesta.
Esta utilidad para los pueblos gentiles se ve también de manifiesto en el hecho mismo del llamado de Balak. Pues no creemos que haya sido la primera vez que éste alquile sus servicios de agorero. Podemos deducir que con anterioridad lo habían contratado para hechos similares, esto es maldecir a algún enemigo o trazar augurios y hechicerías. Haciendo también predicciones sobre acontecimientos o personas, información que seguramente recibía a través de sueños. Recordemos que esta era una práctica común de la hechicería. No es casual que la misma Toráh nos advierta sobre el tema en el libro de Deuteronomio 13:1-3:
“Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios, y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles; no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque YHWH vuestro Elohim os está probando, para saber si amáis a YHWH vuestro Elohim con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma.”
Hay muchos más ejemplos pero no es el tema de la ocasión.
En cuanto a Balaam, el hecho de ser un interpretador de sueños lo vemos en el contenido implícito en los siguientes versículos:
Números 22:8 “El les dijo: Reposad aquí esta noche, y yo os daré respuesta según YHWH me hablare.”
Números 22:19 “Os ruego, por tanto, ahora, que reposéis aquí esta noche para que yo sepa qué me vuelve a decir YHWH.”
Todo lo visto hasta ahora nos da un bosquejo necesario para entender la actividad de Balaam. Pero aún no hemos respondido el cómo es posible que haya sido un profeta de YHWH. Pues bien, lo que podemos asegurar es que recibía información pero ¿Era su actividad similar a la de los profetas de Israel?
Y es aquí donde aparece la diferencia, donde talla lo que hace diferente a un hombre de YHWH y a un hombre del lucro. Pues vemos que los hombres de YHWH, cuando se encuentran en comunión con el Altísimo, tienen vidas que son usadas por Él para trabajar en conjunto. Y uno de los efectos que se provocan en la persona que es usada en comunión por YHWH, es que sus vidas son cambiadas, son transformadas. Quien recibe un llamado de parte del Creador, lo escucha y lo sigue en sus deseos y en su Voluntad manifiesta, experimenta un cambio en su vida. Incluso a veces ese cambio hasta se manifiesta en un cambio en su nombre. De ello son ejemplos Abram quien luego fue Abraham, Jacov quien luego sería Israel. O aun cuando sus nombres no cambien, es notorio y manifiesto el cambio en sus vidas, como por ejemplo Moisés. Y producto de esos cambios, de esa transformación, se tiene que son nuevas personas. Con una mente y un espíritu renovados. Siendo la palabra profética un cambio también en sus vidas.
La vida de Balaam nos muestra con claridad que su vida no se veía modificada por la palabra profética. En nuestro mundo moderno podríamos entenderlo de esta forma. Balaam era como un reproductor de sonido, un instrumento que repetía lo que recibía, pero sin que ello se hiciese carne en su interior. Es por ello que se nos presentan los siguientes pasajes:
Números 23:5 “Y YHWH puso palabra en la boca de Balaam,…”
Números 23:16 “Y YHWH salió al encuentro de Balaam, y puso palabra en su boca,…”
Donde vemos la palabra “puso” del hebreo poner שׂוּם (Strong 7760 sim) como quien coloca algo en un dispositivo para que emita su sonido.
Aclaradas estas cuestiones con respecto a Balaam, en la próxima reflexión estaremos analizando cómo opera la hechicería y que herramientas nos brinda YHWH para estar siempre protegidos.
En la reflexión anterior prometí establecer algunas pautas, acerca de cómo operan la hechicería, la brujería y la adivinación.
Para ello deberemos hacer algunas conexiones entre pasajes de las Escrituras. Lo que nos permitirá unir ideas contenidas en distintos versículos.
Para comenzar veamos lo siguiente. ¿Qué acontecimiento extraordinario y sobrenatural se produce en esta Parashá?
El episodio de que la asna de Balaam hablase.
Números 22:28 “Entonces YHWH abrió la boca al asna, la cual dijo a Balaam…”
Entonces para la primera conexión preguntémonos ¿En qué otra parte de la Toráh un animal ha hablado?
La respuesta la encontramos en el Génesis cuando el otro animal que habla es la serpiente:
Génesis 3:1 “Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que YHWH Elohim había hecho; la cual dijo a la mujer…”
Es interesante destacar ahora la palabra empleada en hebreo para referirse a serpiente, נָחָשׁ (Strong 5175 najash), y asimismo en griego όφις (Strong 3789 ofis).
O sea quien habló con Eva fue la “najash” (serpiente), y le aconsejó en contra de la Voluntad del Creador.
Seguramente ya el lector se preguntará, qué tiene que ver todo esto, con la porción que habla de Balaam. Sigamos adelante.
En el nuevo testamento muchas veces son nombradas las serpientes, pero quiero hacer hincapié en una que aparece en el libro de Revelaciones también llamado Apocalipsis:
12:9 “Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.”
Para que no queden dudas de que se refiere a la serpiente de Edén veamos qué palabra se usó en griego para referirse a este ser:
“…ὁ ὄφις ὁ ἀρχαῖος…” (Ho ofis Ho arjáios)
Aun cuando no sepa griego puede ver que la segunda palabra es ὄφις, lo cual expliqué que significa serpiente.
Bien, pero todavía no sabemos por qué la conexión del libro de Génesis nos sirve para entender la hechicería y la adivinación que empleaba Balaam.
Para entender esto debemos ver los siguientes pasajes de Números:
23:23: “Porque contra Jacob no hay agüero,…”
24:1 “Cuando vio Balaam que parecía bien a YHWH que él bendijese a Israel, no fue, como la primera y segunda vez, en busca de agüero,…”
¿Qué palabra se repite en ambos textos? Por supuesto, agüero. En castellano esta palabra se deriva de augurio, lo cual significa un presagio, una indicación del futuro. ¿Pero qué palabra se usó originalmente en hebreo para referirse a esto?
En hebreo la palabra que se traduce como agüero es נַ֫חַשׁ (Strong 5173 nejash). Recordemos que en hebreo no existen las vocales que nosotros empleamos, tomando esto en cuenta comparemos las palabras usadas en Génesis para serpiente y en Números para agüero:
En Génesis: נָחָשׁ (Strong 5175) transliterando a nuestras letras NJSH
En Números: נַ֫חַשׁ (Strong 5173) transliterando a nuestras letras NJSH
Como vemos las dos palabras son similares, la diferencia está en los pequeños símbolos lingüísticos llamados nikkut que permiten entender la pronunciación de las vocales que debieran usarse.
¿Qué nos indica esta similitud en las palabras? ¿Qué nos enseña esta conexión que hemos hecho entre el agüero de Balaam y la serpiente antigua?
Siendo que la serpiente es un símbolo del demonio y sus secuaces, es evidente que la consulta que acostumbraba hacer Balaam estaba basada en la información que los demonios podían suministrarle. O sea lo que las serpientes podían decirle. Y es así como operan los adivinos.
¿Existe la adivinación? Sí, así como también existen los mentirosos que engañan a la gente. Aquellos que operan augurios para determinar la “suerte” o el “destino” de las personas lo hacen consultando a espíritus inmundos, a potestades de las tinieblas. La forma en que esto opera, tiene que ver con la actividad de estos seres malignos y sus capacidades.
Pensemos por un instante en las personas y las relaciones sociales en las que se ven involucradas.
Una persona cualquiera asiste a su trabajo todos los días, lugar en el cual se relaciona con otras personas. La única tarea de los espíritus siniestros es hacer el mal y dañar a los hombres y mujeres. Un demonio que quiera provocar caos en un ámbito laboral lo único que tiene que hacer es escuchar las conversaciones hechas con maldad entre compañeros de trabajo y luego dar con la forma para provocar las situaciones que pueden enemistar a esos compañeros.
O pensemos por un instante en una persona que va a hacer una consulta a un vidente porque tiene temores con respecto a su salud. El espíritu inmundo puede dirigirse a su velocidad al hospital donde esa persona se ha hecho sus estudios y tener la información antes que el propio médico que los debe analizar. Asimismo no olvidemos que estas bestias tienen miles de años de acosar y perjudicar a las personas, han visto cientos de veces casos similares como el de aquel que fue a consultar al agorero. Es así que el vidente recibe la información y se la transmite al que lo consulta, con el resultado que la persona queda enlazada en los artilugios de estos seres.
O quizás sea una mujer que cree que su esposo le es infiel, en Argentina muchas veces hemos escuchado esta frase “fui a que me tiraran las cartas y me dijo todo lo que mi esposo había hecho y hasta el nombre de la amante”. Por supuesto que es posible, ¿qué gasto le demanda a un demonio volar hasta el apartamento donde el esposo se relaciona a escondidas y volver para contárselo a la “tarotista”? Ninguno.
Esa es la sencilla forma que ha tenido la adivinación y el augurio durante cientos de años y todavía se sigue empleando.
Pero esto también nos indica la forma acostumbrada de operar de Balaam. Observemos que la intención buscada, era la de maldecir al Pueblo de Israel, para ello había sido contratado. Estos personajes como Balaam operaban invocando el auxilio de estas potestades oscuras y en verdad lo hacían con cierto éxito. De ello nos damos cuenta en un acto que pasa desapercibido, el cual es el hecho de que Balak pudo pedir la intervención de sus dioses, sin embargo fue a Balaam porque era más poderoso.
La siguiente porción de las Escrituras, llamada Pinjas nos dará elementos para llevar adelante el combate contra estas huestes perversas. Tengamos por ahora estos versículos presentes:
En Efesios 6:16 “Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.”
Siempre que tengo oportunidad explico que la Toráh, que la Instrucción es autosuficiente. ¿Qué significa esto? Que no necesita por ejemplo, de ninguna Toráh oral que la reformule. Pero esto no tiene que dejarnos ver algo importante. El hecho de que los lectores actuales de la Biblia no tienen la vivencia de la misma.
Permítaseme explicar un poco la cuestión.
Lo que ocurre es que aun cuando tenga yo un mapa de la ciudad de San José de Costa Rica, fotos de sus calles, comentarios de las personas que la han visitado, hasta imágenes satelitales de la misma; no obstante jamás tendré la vivencia de haber caminado por sus calles.
Algo similar nos ocurre con los escritos bíblicos, pues se nos relatan lugares, eventos históricos, personajes, etcétera, de los cuales no hemos tenido una vivencia directa.
¿Significa esto que no podemos entender lo que las Escrituras tienen para nosotros?
No, pues si así fuera no estaría escribiendo estas líneas.
Lo que significa es que, en primer lugar, debemos ser conscientes de nuestra carencia. Debemos tener en claro que partimos del desconocimiento. Que el hecho de haber concurrido durante cuatro décadas a escuchar sermones, no nos coloca en la posición de maestros, siempre debemos aprender.
Pero lo más importante es que nos abre un mundo de posibilidades. Cuando nos damos cuenta de que “no sabemos”, nos ponemos en el primer peldaño del camino del aprendizaje. Pues es ahí donde comenzamos a entender la necesidad de conocer más.
Por ejemplo, en la porción de esta semana se nombran muchos sitios recorridos por Balak y Balam. Algo muy útil es aprender sobre la geografía de esos lugares.
Y si bien no debemos tomar como parámetro de verdad la Toráh oral de los rabinos, la cual se encuentra plagada de tergiversaciones e interpretaciones rebuscadas e inventadas, sí podemos usar algo que algunos sabios nos dejaron.
Me refiero fundamentalmente a dos traducciones.
Si bien esto es tema de un libro que he puesto al alcance del creyente, deseo que se entienda el punto en cuestión.
Muchas veces escuchamos en comentarios, que el hebreo es la “lengua santa”, pretendiendo de esa forma que el idioma hebreo es prácticamente la lengua divina. De la cual habrían surgido las lenguas luego de la confusión de Babel.
Debo decir que no estoy de acuerdo con tal afirmación.
No hay ningún dato lingüístico, esto es de la ciencia que estudia las lenguas humanas, que afirme que el hebreo es un idioma preexistente a las demás lenguas del mundo. O sea no hay nada que indique que el hebreo existió antes que los demás idiomas. De hecho es uno más de los tantos hablados en medio oriente.
¿Estoy de esta forma despreciando al idioma hebreo? Claro que no, pues es el idioma en el cual se ha expresado lo santo. Lo que es diferente a decir que es la lengua santa. Pero también el arameo en su dialecto galileo es la lengua en la cual se ha expresado lo santo, pues la Toráh Viva, Yeshúa, se expresó en arameo a sus discípulos.
Asimismo ha sido el griego el idioma en el cual las cosas santas de la Toráh Viva, Yeshúa, nos han llegado desde los apóstoles a nosotros. Ahora algunos tratan de forzar la historia pretendiendo que los evangelios y las cartas fueron originalmente escritos en hebreo y que el catolicismo las habría quemado junto con otros escritos. De ello no hay pruebas, sólo la teoría conspirativa de algunos que buscan sostener la idea del hebreo como la fuente suprema del conocimiento.
Pero en estos debates, quienes los promueven, están perdiendo algo muy importante. Lo que pierden es el hecho de no ver, que sí fueron sabios conocedores de la Toráh, quienes tradujeron los textos sagrados, del hebreo a otros idiomas, lo que hicieron fue poner en otras palabras y bajo otra forma de entender las cosas, las palabras de la misma Escritura.
Lo que trato que se vea es lo siguiente. Sabios de la Toráh, que vivieron en tiempos de la Biblioteca de Alejandría, tradujeron los textos del hebreo al griego, lo cual llamamos Septuaginta. Pero el hebreo es un idioma distinto al griego, con una estructura y formas distintas de armar las oraciones. Entonces al traducir, el sabio, lo que hizo fue explicar en griego el contenido del hebreo.
Permítaseme dar un ejemplo con el lenguaje actual, traduciendo un texto del inglés al castellano. Ya lo usé en un libro, de modo que será útil para refrescar la idea.
Si escuchamos la frase “don´t pull my leg” y pretendemos traducirla directamente al castellano diremos “no me tome la pierna”. Pero esa no es la idea expresada en inglés. Más adecuado en castellano sería “no me tome usted el pelo”.
¿Se trata de la acción de tomar de los pelos? No, se trata de una expresión que indica un acto de burla.
Los sabios de la Septuaginta en gran cantidad de textos de la Toráh, al traducirlos al griego, lo que hicieron no fue traducir literalmente, sino explicar en griego la idea original contenida en hebreo.
Daré un ejemplo para que se pueda comprender.
Vayamos a Génesis 2:16:
“…De todo árbol del huerto podrás comer…”
Transliterando el versículo del hebreo al castellano sería algo así:
Mikkol ets hagan hakol tokel: de todo árbol del huerto podrás comer
Pero cuando los sabios de la Septuaginta tradujeron la expresión escribieron:
Από παντός ξύλου του εν τω παραδείσω βρώσει φαγή
Daré ahora la traducción del griego al castellano de toda la frase:
Από παντός: de todo (apó pantós)
ξύλου του: tu árbol (czilu tu)
εν τω παραδείσω: en el paraíso (en to paradeiso)
βρώσει φαγή: puedes comer (brósei fagué)
Observe por favor el creyente la segunda frase traducida: ξύλου του lo cual significa “tu árbol”
Al decir “tu” árbol, los sabios de la Septuaginta escribieron que los árboles habían sido dados en posesión a Adam y que de sus árboles podía comer, a excepción de uno, el del conocimiento del bien y del mal, aunque también le haya sido dado. Esto es muy importante pues es el primer texto donde aparece el diezmo bíblico, ya que de todos podía aprovechar pero de uno no, pues ese era el que debía ser para el Creador.
La Septuaginta se encuentra llena de estas enseñanzas, pero miles de personas se la están perdiendo por seguir a aquellos que niegan a Yeshúa.
Y así como existe la Septuaginta, existe también un texto escrito en arameo, el cual ha sido elaborado para explicar en ese idioma cuestiones hermosas de la Biblia. Así como el griego era la lengua franca (el idioma hablado por la mayoría) de los pueblos gentiles. El arameo era la lengua franca de comunidades judías dispersas en el mundo. Sí, mal que les pese a muchos, no era el hebreo la lengua más hablada entre judíos. ¿Entiende el creyente ahora por qué nuestro Señor hablaba arameo?
El texto al que me refiero es el Targum o los Targumim, ya que son varios textos. Estos fueron creados para dar a conocer las escrituras a los judíos regados por el mundo. Y así como ocurre con la Septuaginta, los Targumim contienen explicaciones a los textos de la Toráh.
En el tárgum correspondiente a la Parashá de esta semana se nos brinda un dato muy interesante que nos permite entender cómo operaba este personaje llamado Balam y nos permitirá también entender cómo opera en algunos eventos el maligno, el enemigo de YHWH y los hombres.
En el siguiente comentario explicaré esto.
Antes de comenzar el comentario prometido debo realizar una aclaración. Y es que no considero similar el tratamiento de las Escrituras que hace la Septuaginta con respecto al que hacen los Targumim.
Pues si bien ambos traducen el contenido de Toráh. El texto griego lo hace buscando una traducción más directa, más literal. En cambio los Targumim son comentarios al texto, conforme la interpretación del mismo era entendida en los tiempos en que fue hecho. En muchas ocasiones ello nos sirve para entender el contenido, pero teniendo la precaución de ser astutos y no asumir como verdadero un texto que pudiese contradecir la escritura misma.
Deseo comentar algo más al lector. Existe dos Targumim de mayor importancia, el Targum de Onkelos y el Targum de Jonathan. El primero es de la Instrucción, la Toráh y el segundo de los profetas. Estos textos son muy importantes, pues de hecho durante mucho tiempo, los Targumim fueron leídos a la par que era leída la Toráh. Pues como escribí anteriormente, el pueblo judío en todas las regiones en las cuales se había esparcido hablaba de cotidiano el idioma arameo.
Avanzando quisiéra traer a colación un verso de la porción semanal de la Instrucción, veamos Números 22:4
“Y dijo Moab a los ancianos de Madián: Ahora lamerá esta gente todos nuestros contornos, como lame el buey la grama del campo. Y Balac hijo de Zipor era entonces rey de Moab.”
Quizás al nuevo creyente se le pase por alto una cuestión interesante que surge del pasaje y es que aquí se está hablando de dos pueblos distintos, confabulados para perjudicar a Israel ante el miedo que las victorias de nuestro pueblo les generaban.
Lo moabitas eran un pueblo que vivía al lado del Mar Muerto en lo que actualmente se llama Jordania. Por otro lado los madianitas vivían al oriente de Moab, ubicados cerca del norte de la Península del Sinaí. Si bien por la escritura de la Instrucción podemos entrever la alianza, el tárgum Onkelos nos cuenta la historia con algunas precisiones.
“Y Balak bar Zippor vio lo que Israel le había hecho al Amorreo. Y los moabitas temieron mucho al pueblo porque eran muchos, y se angustiaron en su vida delante de los hijos de Israel. Y dijeron a los ancianos de Madián, porque la gente había sido una y el reino uno hasta ese día: ahora esta congregación consumirá todo lo que está sobre ellos, como el buey come la hierba del campo. Y Balac bar Zippor, madianita, era rey de Moab en aquel tiempo; sin (un madianita) ser así en otro momento; porque así era la tradición entre ellos, tener reyes de este pueblo y de eso, por turnos.”
Por lo que el texto dice, la alianza entre estos pueblos era fuerte, pues de hecho llegaban a gobernarse mutuamente. No puedo asegurar esto, pero lo importante que deja entrever el texto del Targum es la fuerza de la alianza de los enemigos de Israel, confabulados para su perjuicio.
Pero el texto que ahora citaré tiene mucha más fuerza e importancia y su lectura nos mostrará el por qué en estos tiempos se ha dejado de leer los Targumim con la fuerza que de antes. ¿Cuándo? Antes de que el cristianismo se extendiese como luego lo hizo.
Obsérvese el siguiente texto de la Instrucción, Números 22: 9-10
“Y vino YHWH a Balaam, y le dijo: ¿Qué varones son estos que están contigo?
Y Balaam respondió a YHWH: Balac hijo de Zipor, rey de Moab, ha enviado a decirme…”
El principio del versículo 9 dice transliterado, “vayabó Elohim el Bilam”
Como se ve la segunda palabra en hebreo es Elohim אֱלֹהִ֖ים (Strong 430) lo cual todos saben significa Dios y así correctamente ha sido traducida.
En estos tiempos vemos fluir una corriente de apóstatas que antes eran nuestros compañeros de milicia, argumentando (quizás para ganarse el favor de otros) que Yeshúa no es Elohim, que Jesús no es Dios. Si bien no debiera preocuparnos su malicia ni ignorancia, pues el pozo de azufre reservado para ellos está, pero ocurre que envenenan las mentes de personas que hasta hace días eran miembros de iglesias cristianas y para quienes ninguna duda había en que Jesús es Dios. Cándidas personas los escuchan decir a los cuatro vientos “ustedes no entienden el hebreo” “ustedes no conocen las raíces hebreas” “Dios es Uno” “debemos volver a las raíces hebreas donde está claro que Yeshúa no puede ser Dios, porque Dios es Uno”.
¿Qué les diremos? ¿Mentirosos? Para mentir hay primero que conocer la verdad y tergiversarla. Pero no conocen la verdad, sólo conocen lo que los los sepulcros blanqueados les han hecho creer y han comprado esa mercancía en mal estado creyendo que comían maná del cielo.
¿Qué les diremos? Sólo una advertencia: Judas no se salvó. Los traidores en la guerra son pasados por las armas. Si traicionan a Aquel que entregó su Vida por ustedes no tendrán quién los salve de la ira venidera. Y para colmo de males, en su supina ignorancia están llevando a perderse a hermosas almas de cristianos que confiaron en usted para aprender más sobre nuestro Pueblo Amado.
El por qué hice todas estas observaciones e imprecaciones, está en dos versículos que ahora vamos a relacionar.
En primer lugar Juan 1:1, versión Biblia de Jerusalén año 1976
“En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios.”
Sí, con sencillez, la Palabra era…Dios.
¿Por qué esto se relaciona con nuestra porción Balak? Veamos Número 22:9
“Y vino Dios a Balaam, y le dijo: ¿Qué varones son estos que están contigo?
Ahora en el Targum, lo que durante siglos leyó el judaísmo en sus sinagogas dice:
“Y la Palabra de antes del Señor vino a Balam, y Él dijo: ¿Qué hombres son estos que ahora están hospedando contigo?”
¡Sorpresa para aquellos que están acumulando azufre en su futuro!
¿Qué dice la Toráh? Que Dios le habló a Balam ¿Cómo se expresa ello en el Targum? Que La Palabra vino a Balam ¿Qué escribe el sacerdote en Juan 1:1 sabiendo que todo judío en la sinagoga escuchaba y entendía el arameo del Targum? Que la Palabra habitó entre nosotros y se hizo carne y llevó por nombre Yeshúa.
¿Es necesario escribir más? Aunque no lo fuese tenemos un elemento más para tirar en la cara de los apóstatas. Pues ellos dicen que Jesús no es Dios, que Yeshúa no es YHWH mismo en su emanación de Hijo. Pues bien ¿Cómo se tradujo en el Targum el versículo siguiente, Números 22:10?
“Y Balam dijo delante de YHWH: Balac bar Zippor, rey de Moab, me envió mensajeros…”
Pues es así, quienes escuchaban el Targum en la sinagoga sabían que La Palabra era YHWH mismo como emanación del Padre. Lo que luego nos sería revelado como el Hijo de Dios.