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🔵El rescate de las ovejas perdidas

Whenever we write we highlight the importance, even the beauty of the Spanish language.And the fact that in this 21st century it is one of the most widely spoken and read languages in the world. Which leads us to think about its importance when translating the Scriptures from their original languages to this one.

But as in all translations, difficulties arise to faithfully express the words and intentions of the biblical authors. We must understand that, although we understand the content of the new testament as inspired by YHWH, it was written by human beings with a certain culture and for a particular public as well.
Despite this caveat, the authors of the New Testament had something in common: their writings did not come out of nowhere, they did not start from scratch. We must make a very harsh criticism here of certain sectors of Protestant Christianity, especially evangelicals, who curtail the Bible. In their honest desire to spread the gospel of Yeshua, they remove most of the Bible giving importance only to the new testament. This is the product of a problem of formation regarding the Hebrew roots of the Faith, which, the disciple who has begun to walk in these, must heal from within.
The purpose of this preamble is for the new believer to understand the following: no part of the new testament can be understood without first knowing and learning the content of the old testament, as well as aspects of history and the society in which Yeshua, his apostles , disciples and followers moved. In this sense, of course, the letter written to those gathered in Rome is framed. For this reason, we will begin these explanations starting from some verses of the so-called Old Testament, which of course we know is a wrong phrase, since it is not old at all, but is totally valid as long as the heavens and the Earth continue in the current situation.
Let’s look at some texts:
Psalm 66:7 “He rules with his power forever; His eyes watch over the nations; The rebellious will not be exalted.”
Salmo 106:8 “Pero él los salvó por amor de su nombre, Para hacer notorio su poder.”
Salmo 145:11 “La gloria de tu reino digan, Y hablen de tu poder,…”
Jeremías 16:21 “Por tanto, he aquí les enseñaré esta vez, les haré conocer mi mano y mi poder, y sabrán que mi nombre es YHWH.”
1ra de Crónicas 29:12 “Tuyas son las riquezas y la gloria; tú eres el dueño de todo. En tu mano está la fuerza y el poderío. Es tu mano la que todo lo afirma y engrandece.”
Los primeros cuatro versículos han sido tomados de la versión Reina-Valera 1960 que estimamos está a disposición de la mayoría de las personas que se acercan a nuestros trabajos. En cuanto al último está tomado de la versión que usa el catolicismo romano llamada Nácar-Colunga.
Una sencilla lectura nos indica que los versículos tienen una palabra en común, estos es el vocablo “poder”, lo cual en la última aparece como “poderío”.
Ahora bien, podemos tener dudas acerca del idioma original de la carta a los romanos. Podemos decir que fue escrita en hebreo o en griego o hasta podríamos aventurarnos (sólo lo escribimos para dar un ejemplo) que pudiese haber sido escrita en latín, ya que esta era la lengua más hablada en Roma.
Pero de lo que no tenemos dudas es de lo siguiente: fue escrita por un rabino judío llamado Shaúl, lo cual se traduce como Saulo, este hombre tenía un sobrenombre, un apodo, el cual conocemos y es Pablo. Este hombre fue en sus orígenes un fariseo, conocedor profundo de las Escrituras. De lo siguiente que no tenemos dudas es de lo que tenía en mente Pablo al escribir, más allá del idioma en el cual lo hiciese los conceptos en su interior eran los hebreos arraizados en lo más profundo de la Instrucción y los Profetas. Y debe tenerse muy presente que no estamos escribiendo que tenía los conceptos “judíos”, por cuanto el judaísmo es una religión más de las tantas que pueblan el mundo. Por ello cuando nuestro Apóstol Pablo escribía lo hacía bajo las ideas y conceptos firmemente establecidos en lo que en el cristianismo se llama antiguo testamento. Debe entenderse que nada de lo que ahora llaman nuevo testamento existía. Por lo cual, mal se puede buscar la interpretación de las palabras del Apóstol partiendo del nuevo testamento. Cuando la carta les llegó a los romanos, ellos no tenían a su disposición ni la carta de Santiago, ni los evangelios, ni el apocalipsis ni ninguno de esos textos. Sí podían llegar a tener en sus manos alguna copia de la Toráh y algunos profetas (quizás todos) y los libros históricos y poéticos. Lo más probable es que tuviesen a su disposición una copia del antiguo testamento en griego en el texto conocido como Septuaginta.
Entonces, entendiendo el punto al cual deseamos llegar, Pablo escribió su carta a los romanos, conociendo los textos y conceptos originales que se expresan por ejemplo en los versículos que hemos citado de los salmos, profetas e históricos.
Es así que él conocía tanto las palabras hebreas como las griegas empleadas en los versículos citados. Hagamos entonces un ejercicio mental y busquemos pensar como él unos instantes.
Habíamos escrito que en todos tenemos una palabra en común, esto es “poder”. Pues bien ¿Cuál es la palabra en hebreo original?
Esta es גְּבוּרָה   En el diccionario Strong aparece bajo el número 1369. Y su transliteración es gueburá. Lo cual significa literalmente fuerza. Cuando se la usa de acuerdo al contexto puede significar valor,
esfuerzo, fortaleza, fuerza, hazaña, hecho, poder, poderío, poderoso, potencia, potente, robusto,
valentía.
Por todo ello vemos que la traducción al castellano es correcta. Pero a nosotros los textos nos llegan en el idioma griego. Como hemos escrito muchas veces ¿Tenemos forma de saber cómo habría traducido Pablo la palabra gueburá hebrea al idioma griego, para que alguien que hablase ese idioma pudiese entenderlo? Bueno, el Apóstol habría pensado, veamos qué palabra emplearon los sabios de la Septuaginta. Permítasenos reemplazar la palabra castellana por el vocablo griego transliterado:
Salmo 66:7 “El señorea con suδυναμόω  (dynamóo) para siempre; Sus ojos atalayan sobre las naciones; Los rebeldes no serán enaltecidos.”
Salmo 106:8 “Pero él los salvó por amor de su nombre, Para hacer notorio su δυναμόω  (dynamóo).”
En el resto de las citas que hemos dado aparece la misma palabra dynamóo. Seguro será esta una palabra conocida porque la dinamo por ejemplo de las bicicletas es algo que conocemos desde niños, un instrumento que sirve para generar energía por ejemplo en las bicicletas. La palabra dynamóo griega surge a su vez del griego δύναμις (dýnamis) la cual lleva el número 1411 en el diccionario Strong y significa fuerza, una especie de poder milagroso.
Es interesante observar que existen otras palabras del idioma griego que también pueden traducirse como poder. Es lo que observamos en los siguientes ejemplos donde en todas en castellano se ha escrito poder y sin embargo la palabra griega original es otra, la cual damos transliterada entre paréntesis para que el lector comprenda a qué nos referimos:
Lucas 12:5 “Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder (exousía en griego ἐξουσία) de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed.”
Filipenses 3:21 “…el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder (energeia en griego ἐνέργεια)  con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.”
Apocalipsis 5:13 “Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder (krátos en griego κράτος), por los siglos de los siglos. …”
2da de Tesalonicenses 1:9 “…los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder (isjús en griego  ἰσχύς),…”
Lucas 20:20 “Y acechándole enviaron espías que se simulasen justos, a fin de sorprenderle en alguna palabra, para entregarle al poder (arjé en griego ἀρχή) y  autoridad del gobernador.”
Como puede verse, contando la que nos importa de los versículos citados de los salmos, el profeta y crónicas, se ve que existen 6 palabras distintas en griego que son traducidas al castellano por la palabra “poder”.
Pero los sabios de la Septuaginta eligieron dynamis  para representar la idea de gueburá. Porque la palabra dynamis da la idea de un poder que es apto para llevar a cabo cualquier cosa, lo que parecería imposible, un poder milagroso.
Los salmos 66 y 106  nos hablan de poder puesto en realizar proezas imposibles (versículo 6 “…volvió el mar en seco…). El 145 nos dice que los Hijos hablen de su poder manifestado en sus poderosos hechos.
Entonces cuando alguien quería manifestar el poder de YHWH obrando en proezas imposibles, en hechos poderosos que sólo podían ocurrir milagrosamente, habría usado en hebreo la palabra גְּבוּרָה  (gueburá) y la habría traducido al griego  δύναμις (dýnamis). De igual modo si alguien usase la palabra dýnamis en griego, entendemos que se habría referido a la gueburá del hebreo.
¿Por qué todo esto es importante?
Porque Pablo nos ha dado en la carta a los Romanos, que recibimos escrita en griego, explicaciones doctrinarias muy profundas. Las cuales evidentemente él no inventó, sino que enseñó a partir de la correcta interpretación del llamado “antiguo testamento”. Entonces, veamos un texto de la carta a los romanos, el cual seguramente el lector conoce, pero ahora podrá entender mejor.
Romanos 1:16 “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de YHWH para salvación a todo aquel que cree;…”
Luego de todo lo expuesto ¿Qué palabra cree que usó Pablo para lo que es traducido como “poder”? Pues sí, la palabra dynamis, el texto en griego puede leerse:
“οὐ γὰρ ἐπαισχύνομαι τὸ εὐαγγέλιον, δύναμις γὰρ Θεοῦ ἐστιν, εἰς σωτηρίαν παντὶ τῷ πιστεύοντι…”
Lo traduciremos por partes:
οὐ γὰρ ἐπαισχύνομαι : u gar epaisjinomai (no me avergüenzo)
τὸ εὐαγγέλιον: to euangélion (del evangelio)
δύναμις γὰρ Θεοῦ ἐστιν: dynamis gar Theoú estin (poder de YHWH es)
εἰς σωτηρίαν παντὶ τῷ πιστεύοντι: eis soterían pantí tó pistéuonti (para salvación para todo el que cree).
El evangelio es dynamis (poder) para salvación. O pensando en hebreo “el evangelio es gueburá” para salvación. O sea la misma fuerza que actuó rescatando al Pueblo de Israel, secando un mar para que pudieran atravesarlo en seco, es la misma que opera mediante el evangelio para salvar a los que creen.
Ahora que hemos comprendido la inmensa relación existente entre los textos del llamado antiguo testamento y esta carta del nuevo podríamos hacernos la siguiente pregunta. ¿Pablo tenía algo específico en mente cuando le escribió a los romanos? ¿Podemos develar la idea detrás de estas palabras de “salvación”?
Por supuesto, ahora que el camino se ha iniciado ¿Por qué detenernos?
El mensaje en Romanos:
Nos preguntábamos si era posible ingresar metafóricamente en la mente del Apóstol Pablo para comprender sus palabras expuestas en la carta a los romanos. Por supuesto que ello es posible porque conocemos los textos en los cuales él se basaba para escribir a sus lectores. Aun cuando esto implique desandar el camino, caminar hacia atrás en las Escrituras y reconstruir el pensamiento que ha estado oculto por casi dos mil años. Para ello el juego de las palabras expuestas es el hilo conductor del pensamiento bíblico. Recordemos que estudiamos las palabras gueburá y su correlación griega dynamis.
Pero antes de ello debemos refrescar un concepto que hemos estudiado otras veces, la doctrina de salvación. Como ya hemos escrito sobre el tema recordaremos aquí que se trata del rescate de aquellos que por obra del pecado se habían perdido. En primer lugar la salvación en Yeshúa es el recurso único que tiene la Casa de Judá, los judíos, para verse libres de las consecuencias mortales de sus transgresiones a la Instrucción. Pero en el caso de las ovejas perdidas de la Casa de Israel la obra de salvación incluye algo extraordinario, lo cual es que dejen de estar perdidas en el mundo. Dejen de estar en ese estado de caret, de ser cortados de su pueblo y reinjertados. Comprendamos esto, existen en el mundo millones de personas que son descendientes de las diez tribus perdidas del Norte, las ovejas perdidas de la Casa de Israel. Ahora bien ¿Cómo es posible que una persona pueda llegar a saber que es parte de este pueblo perdido? ¿Acaso hay documentos que acrediten identidad, papiros o rollos en el cual las personas pueden buscar su genealogía, acaso el ADN puede ayudar en esto? La respuesta es un contundente No.
Entonces ¿Cómo será posible rescatar lo que se había perdido? La única forma es que intervenga en esto un poder especial, una fuerza milagrosa suficiente para hacer lo humanamente imposible. Esta es la salvación esperada. Y ya sabemos que Pablo escribió:
Romanos 1:16 “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de YHWH para salvación a todo aquel que cree;…”
¿Tenemos forma de asegurar que esa gueburá, esa dýnamis, ese poder, estaba anunciado, por ejemplo por los Profetas, de forma tal que por Pablo fuese esperado? Pues el Apóstol nos dice que el poder operará para rescatar de entre las naciones del mundo a aquellos que ni siquiera saben que son israelitas, teniendo como único requisito creer en la buena nueva.
El lector sabe que la respuesta es sí, veamos el siguiente texto del profeta Jeremías, 16: 19 al 21:
 “Oh YHWH, fortaleza mía y fuerza mía, y refugio mío en el tiempo de la aflicción, a ti vendrán naciones desde los extremos de la tierra, y dirán: Ciertamente mentira poseyeron nuestros padres, vanidad, y no hay en ellos provecho. ¿Hará acaso el hombre dioses para sí? Más ellos no son dioses.
Por tanto, he aquí les enseñaré esta vez, les haré conocer mi mano y mi poder, y sabrán que mi nombre es YHWH.”
Sí, la lectura es sencilla y clara. Desde los extremos de la tierra vendrán todos aquellos que se darán cuenta que han estado cegados por la mentira del mundo, por la falsa religión, por los ídolos de sus antecesores y ello ocurrirá por acción del poder de YHWH.
¿Podemos asegurar la certeza de este texto, asegurar que se trata del mismo evento en el cual Pablo basa su doctrina?
Claro que sí, ahora la tarea es más sencilla, ¿Qué palabra empleó Jeremías en hebreo y qué palabra usaron los traductores griegos de la Septuaginta? Por supuesto que gueburá y dýnamis, lo cual se traduce al castellano como poder.
Es como si Pablo en la carta a los romanos nos dijese “no me avergüenzo del evangelio, porque en él opera el mismo poder que actuó para rescatar a nuestros antepasados de Egipto, el mismo poder que separó las aguas del mar, ese poder sobrenatural, que obra maravillas imposibles para el hombre, ese poder es bastante, es suficiente para encontrar las ovejas perdidas y rescatarlas de su situación de estar sin Pueblo y sin Elohim y viviendo en pecado”.
Es más, ese poder hará que el rescate de los miles de israelitas de Egipto quede menguado ante la sorprendente y milagrosa pesca de los israelitas perdidos, por ello el mismo Jeremías también nos dice, 16: 14-15
“No obstante, he aquí vienen días, dice YHWH, en que no se dirá más: Vive YHWH, que hizo subir a los hijos de Israel de tierra de Egipto; sino: Vive YHWH, que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra del norte, y de todas las tierras adonde los había arrojado; y los volveré a su tierra, la cual di a sus padres.”
Ricardo.

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