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DOCTRINA DE LA RESURRECCIÓN

Es esencial para la vida de todo creyente que los nuevos conocimientos que adquiere a través del estudio de la Instrucción (Toráh) no opaquen y le hagan perder de vista la inmensa riqueza que para su crecimiento los evangelios y el conjunto del nuevo testamento le dan. Por ello hoy deseo compartir algunos pensamientos con respecto a parte del capítulo 12 del evangelio de Marcos. Para ello recomiendo en primer lugar la lectura de Marcos 12: 18 al 27.
El capítulo en cuestión se enmarca dentro de las distintas “inspecciones” que los líderes religiosos judíos y políticos romanos hacen en la doctrina y persona de Yeshúa. Ello se corresponde simbólicamente con la inspección que en los días previos al sacrificio del cordero de Pésaj se efectuaba. A esta cuestión la podemos ver en Éxodo 12:3 al 6 donde se decreta que desde el día 10 al 14 del mes de Abib se debía apartar un cordero e inspeccionarlo buscando cualquier defecto. Siendo Yeshúa el cordero pascual también fue inspeccionado en los días previos a su sacrificio en la cruz, no encontrando ni los saduceos, ni fariseos, escribas o herodianos, defecto alguno. Esto tiene su remate en el pronunciamiento de Pilatos, Lucas 23:4
“Y Pilato dijo a los principales sacerdotes, y a la gente: Ningún delito hallo en este hombre.”
Lo primero que debemos tener presente al momento de leer el capítulo es que los eventos narrados comienzan mucho antes. Pues el versículo de 11:27 nos dice: “Volvieron entonces a Jerusalén; y andando él por el templo, vinieron a él los principales sacerdotes, los escribas y los ancianos,…” y finalizan en los versículo siguientes,
“13:1 Saliendo Yeshúa del templo, le dijo uno de sus discípulos: Maestro, mira qué piedras, y qué edificios.
13:2 Yeshúa, respondiendo, le dijo: ¿Ves estos grandes edificios? No quedará piedra sobre piedra, que no sea derribada.”
Como vemos Nuestro Salvador ha disputado con saduceos, escribas, herodianos, fariseos y en cada situación ha salido indemne y sin reproches.
En el punto que ahora me importa destacar quienes lo cuestionan son los saduceos de quienes Marcos nos dice:
“Entonces vinieron a él los saduceos, que dicen que no hay resurrección, y le preguntaron, diciendo:…”
Marcos nos introduce en tema explicando que parte de la doctrina de los saduceos era descreer de la posibilidad de la resurrección. Un punto que debemos tener presente es que la doctrina de los saduceos se apoyaba en su interpretación del rollo de la Toráh, los primeros cinco libros de la Septuaginta griega, lo cual llamamos Instrucción. Pero desconocían el valor de los restantes libros que conforman el llamado “viejo testamento”. Los libros que en el judaísmo rabínico se denominan Neviim (profetas) y ketuviim (históricos y poéticos). Por otro lado los fariseos de las distintas facciones reconocían a estos últimos textos y a la llamada Toráh oral. Esta última en palabras de Yeshúa es la “tradición de los ancianos”.
Pero la hermenéutica de los saduceos estaba por demás equivocada, ya que ellos no encontraban la idea de la resurrección en la Toráh, además de otros errores groseros que tenían.
¿Creían los fariseos en la resurrección? La respuesta a esta pregunta nos conduce necesariamente a responder si es que el judaísmo rabínico, hoy continuador del fariseísmo, también cree en la resurrección.
Por los distintos aportes del nuevo testamento y por los propios escritos del judaísmo rabínico sabemos que sí. Aunque hoy se olviden de muchas cosas que en otros tiempos sostuvieron o que dicen en secreto a sus seguidores. Unos ejemplos bastarán.
En el misticismo judío, uno de los textos más importantes es el libro llamado Zohar. No recomiendo la lectura de estas cosas pero me es necesario poner su conocimiento a disposición de los creyentes para que sepan discernir lo bueno de lo malo. En éste en el comentario a Génesis podemos leer:
“Los rabinos han dicho: Si una mujer tiene dos maridos en este mundo, se le devolverá el primero en el mundo venidero.”
Como puede verse la opinión rabínica es que si un hombre había muerto y su esposa se había vuelto a unir a otro hombre, en el mundo venidero estaría nuevamente con el primero.
Existe otro texto, ahora del Talmud, donde el judaísmo rabínico apoya la existencia de la resurrección y va más allá indicando que aquellos que no creyesen en esto (a saber los saduceos por ejemplo) tendrían una consecuencia funesta. Este texto pertenece al tratado sanedrín, fol 90:
“Estos son los que no tendrán parte en el mundo venidero: los que dicen que el Señor no vino del cielo; y los que dicen que la resurrección no puede probarse por la ley”
Ahora que el creyente tiene en sus manos la opinión de los dos grupos más importantes del liderazgo religioso en tiempos de Yeshúa, analicemos el texto de Marcos.
En Marcos 12:19 los saduceos encuadran su cuestionamiento en los parámetros de la Toráh:
“Maestro, Moisés nos escribió que si el hermano de alguno muriere y dejare esposa, pero no dejare hijos, que su hermano se case con ella, y levante descendencia a su hermano.”
Esto se corresponde con Deuteronomio 25: 5-6
25:5-6 “Cuando hermanos habitaren juntos, y muriere alguno de ellos, y no tuviere hijo, la mujer del muerto no se casará fuera con hombre extraño; su cuñado se llegará a ella, y la tomará por su mujer, y hará con ella parentesco. Y el primogénito que ella diere a luz sucederá en el nombre de su hermano muerto, para que el nombre de éste no sea borrado de Israel.”
Entonces para exagerar el sentido negatorio extreman el argumento hablando de 7 posibles maridos. Y ponen el corolario en el versículo de Marcos 12: 23
“En la resurrección, pues, cuando resuciten, ¿de cuál de ellos será ella mujer, ya que los siete la tuvieron por mujer?”
Sabemos que la respuesta de los fariseos habría sido que se casaría con el primero. Sin embargo Yeshúa pone un alto y establece la profunda doctrina de la resurrección. La cual no se apoya en el hecho de resucitar, sino en quiénes son los que han ganado ese derecho a la resurrección y cuál será subida en el Olam Haba o mundo venidero. Pero antes de responder les establece la siguiente sentencia:
12:24 “Entonces respondiendo Yeshúa, les dijo: ¿No erráis por esto, porque ignoráis las Escrituras, y el poder de YHWH?”
Ignoran dos cosas: las Escrituras y la capacidad infinita de obrar YHWH. A esta sentencia que les da la repite en parte en 12:27 cuando finaliza diciendo “…así que vosotros mucho erráis.”
Estas dos repeticiones de la palabra “erráis” a modo de quiasmo, enmarcan la doctrina de la resurrección.
¿Y qué es lo que responde?
Marcos 12:25 “Porque cuando resuciten de los muertos, ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles que están en los cielos.”
Para poder hacer más dinámica y comprensiva esta reflexión deseo mostrar lo que el evangelio sinóptico de Lucas refiere con respecto a esta discusión con los saduceos, Lucas 20: 34 al 36
“34 Entonces respondiendo Yeshúa, les dijo: Los hijos de este siglo se casan, y se dan en casamiento; 35 mas los que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento.
36 Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, y son hijos de YHWH, al ser hijos de la resurrección.”
Comencemos a analizar desde el versículo 34, Yeshúa dice:
“Los hijos de este siglo” (“… οἱ υἱοὶ τοῦ αἰῶνος…”): una frase similar se usa en Lucas 16:8 “Y alabó el amo al mayordomo malo por haber hecho sagazmente; porque los hijos de este siglo son más sagaces en el trato con sus semejantes que los hijos de luz.”  Esto en Lucas significa que los hijos de este mundo (o hijos de este siglo) son más sagaces en sus tratos para proteger sus intereses que los hijos de luz para proteger los suyos. Se dice que estos se casan y se dan en casamiento.
Pero luego establece una contraposición con otros seres;
Los que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de entre los muertos: Una frase similar encontramos en la 2da de tesalonicenses 1: 3 al 5
“1:3 Debemos siempre dar gracias a YHWH por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y el amor de todos y cada uno de vosotros abunda para con los demás; 1:4 tanto, que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de YHWH, por vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que soportáis.
1:5 Esto es demostración del justo juicio de YHWH, para que seáis tenidos por dignos del reino de YHWH, por el cual asimismo padecéis.”
Este versículo se ajusta perfectamente para poder entender lo que significa ser tenido por digno, pues lo que se ha traducido es la palabra καταξιόω (Strong 2661) katacsíoo que es la unión de katá “de acuerdo con” y aksióo que es “pesado exactamente en una balanza”. O sea los tenidos por dignos son aquellos que han sido evaluados en circunstancias de prueba y han salido con peso correcto. Estos que llegan al Olam Haba o Mundo Venidero a través de la resurrección ni se casan ni se dan en casamiento. Con lo cual, habiendo establecido que hay resurrección, tira al piso la premisa rabínica del casamiento en el mundo venidero de la mujer que tuvo más de un esposo en vida.
Pero a renglón seguido Yeshúa va más allá, pues en Lucas 20:36 dice “Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, y son hijos de YHWH, al ser hijos de la resurrección.”
Va más allá porque ataca otro de los postulados saduceos que pasa desapercibido para la mayoría y es que al mencionar ángeles, Yeshúa está apuntando a otra creencia, conforme Hechos 23:8 “Porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel, ni espíritu; pero los fariseos afirman estas cosas.”
¿Por qué Yeshúa dice que los que participan de la resurrección son similares o iguales a los ángeles (“ἰσάγγελοι  γάρ εἰσιν”: isángueloi gar éisin)?
La cuestión no es que no se tenga identidad sexual, cuando resucitemos no nos transformaremos en seres andróginos. Pues está claro que los ángeles que no guardaron su dignidad tuvieron hijos con las mujeres humanas (conforme Génesis 6:4; Judas 6). Sino que se ingresará en una ley que indica que los Hijos de YHWH resucitados no se casan, no se unen en matrimonio, no se unen sexualmente.
Quizás usted no haya tomado en cuenta el alcance del siguiente versículo del evangelio de Juan, 1: 12-13
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de YHWH; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de YHWH.”
Quizás haya pensado que los versículos solamente se refieren al hecho del nuevo nacimiento espiritual de los creyentes. Lo cual es cierto en una primera aproximación. Pero también se relaciona con que los hijos de YHWH resucitados no van a conformar una nueva raza de personas que engendrarán nuevos hijos de YHWH en el futuro. Pues se hace Hijos de YHWH sólo a través de la Fe y no a través de ningún tipo de unión física. Sea esta con un cuerpo mortal o con un cuerpo glorioso producto de la resurrección o la transformación de los vivos en su segunda venida.
También hay que tomar en cuenta que estos versículos nos están mostrando que los hijos de YHWH llegan por su Fe a la misma situación que los “otros” hijos de YHWH mencionados por ejemplo en Job 1:6 o Job 38:7.
Continuando con el evangelio de Marcos 12:26, ahora sí Yeshúa atacará la posición saducea con la propia Toráh:
“Pero respecto a que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés cómo le habló YHWH en la zarza, diciendo: Yo soy el Elohim de Abraham, el Elohim de Isaac y el Elohim de Jacob?”
Las citan son de Éxodo 3:6 “Y dijo: Yo soy el Elohim de tu padre, Elohim de Abraham, Elohim de Isaac, y Elohim de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a YHWH.”
Y 3:16 “Ve, y reúne a los ancianos de Israel, y diles: YHWH, el Elohim de vuestros padres, el Elohim de Abraham, de Isaac y de Jacob, me apareció diciendo…”
Finalmente Nuestro Mesías Y Salvador, YHWH Hijo, dice:
12:27 “YHWH no es Elohim de muertos, sino de vivos; así que vosotros mucho erráis.”
 *RICARDO*
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