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🟢Oración

Como en cada una de las cuestiones bíblicas nuestra práctica es conformarnos exclusivamente a lo que las Escrituras nos enseñan. Esto es conducirnos exclusivamente por lo que de la misma Biblia se desprende y no de lo que se nos ocurre que debe ser o de lo que nos parece que es mejor. El primer y último fundamento sólo puede hallarse en lo que en los textos bíblicos está escrito y hacia ahí nos conducimos.
Mucho se ha escrito acerca de la oración, en sus aspectos de intercesión, de agradecimiento, de fórmulas establecidas, etcétera. Algunas cosas muy interesantes y útiles, pero son tiempos en los cuales lo que corresponde es ajustarse a lo que exclusivamente de las Escrituras podamos aprender.
Establecido esto podemos ver que no existe un apartado en la Toráh donde se indique qué decir o de qué forma. Y de hecho muchas han sido las ideas acerca de cómo orar, de cómo dirigirse al Creador. Los distintos grupos en los cuales el pueblo de Israel vio desenvolverse la religión tuvieron distintas formas de encarar las cosas y cada uno de ellos pretendió erigirse en aquel que decía las cosas correctas.
En tiempos en que Yeshúa caminó por Israel la cuestión se había agudizado, de forma tal que las personas habían perdido toda noción acerca de cómo debían dirigirse a YHWH para elevar sus peticiones.  A esta situación la vemos con claridad en los capítulos 5 y 6 de Mateo, cuando el Maestro enseñando a sus discípulos a continuación del sermón de la montaña les explica distintos puntos, tales como la tzedaká y la tefilá. La limosna y la oración.
Enfocándonos en la cuestión de la oración se observa que las personas habían perdido el conocimiento más sencillo de cómo hacer las cosas. No olvidemos que todo el mundo aprende de dos formas, a través de la enseñanza teórica y a través de la práctica observada. Y lo que los hombres de aquel tiempo recibían, además de la enseñanza teórica que podían recibir en la sinagoga, era lo que veían en su práctica cotidiana de los grupos religiosos, especialmente los fariseos.
Es por ello que en el capítulo 6 de Mateo se encuentran contraposiciones hechas por Nuestro Señor entre lo que hacían los fariseos los gentiles y lo que sus discípulos y seguidores deben hacer. Analicemos esto entonces a partir del evangelio de Mateo
6:5 “Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.”
6:7 “Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.”
¿Cuáles son las costumbres observadas?
• Orar en pie en las sinagogas
• Orar en pie en las esquinas de las calles
• Orar usando vanas repeticiones
En cuanto a las dos primeras observaciones Yeshúa da una aclaración del porqué de esta actividad “para ser vistos de los hombres”. Esto nos da una pauta importante acerca de que en principio no habría inconveniente en orar de pie, a condición de que no se haga en función de ser visto por los demás. Bajo la intención de aparecer como una persona devota o consagrada a YHWH.
Donde dice las “sinagogas” no hay una referencia a los lugares que conocemos en la actualidad conocidos en hebreo como Beit HaKneset (casas de estudio) sino a lugares donde acostumbraban reunirse públicamente cerca de mercados o incluso patios. El vocablo sinagoga proviene del griego συναγωγή 4864 sinagogué, que significa reunión de personas, asamblea. Esto por cuanto viene del verbo συνάγω 4863 sinágo que significa reunir.
En cuanto a las esquinas de las calles la referencia es al lugar más abierto de la ciudad donde más personas los podían ver.
Pero puestos a profundizar debemos preguntarnos ¿De dónde surge esta costumbre sobre orar de pie?
Distintos tratados judíos y comentarios de sus sabios dan la pauta. Entre los tratados podemos nombrar: Taanith,  Berajot. También dentro del misticismo judío, por ejemplo en el que es uno de los textos más importantes de los cabalistas, el Zohar. También ha sido establecido por algunos de los hombres conocidos como pilares del judaísmo, como por ejemplo Maimónides (Hiljot Tefilá). Las referencias son demasiadas para dar algo más que una noticia en este escrito y tampoco es nuestra intención hacer difusión de textos de personas que niegan a Nuestro Salvador.
O sea era una costumbre arraigada dentro del judaísmo de los tiempos de Yeshúa y que luego fue refrendada por todos los escritores judíos. Ya sea dentro de la Mishná, la Guemará o los escritos particulares y los tratados de misticismo. Y es precisamente esta abundancia de textos dentro del judaísmo lo que ha llevado a que muchos seguidores de las doctrinas religiosas judías de nuestro tiempo culminen tomando como una verdad bíblica la práctica judío rabínica.
Pronto veremos que esto tiene escasa fundamentación bíblica como es escasa en general la fundamentación bíblica del judaísmo religioso que niega a Yeshúa. Es más, para su desgracia, aun cuando tanto critican la cultura grecorromana, no sólo el judaísmo religioso de tiempos de Yeshúa indicaba hacer oraciones de pie, sino que los ritos paganos de la cultura griega indicaban que debían hacerse las oraciones de pie pues arrodillarse era considerado superstición.
El segundo punto que indica como parte de una mala actividad en la oración es hacerlo usando “vanas repeticiones”.
Ejemplos de estas situaciones tenemos varias:
• Los profetas de Baal en 1ra de Reyes 18:26 que “…invocaron el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: ¡Baal, respóndenos! Pero no había voz, ni quien respondiese; entre tanto, ellos andaban saltando cerca del altar que habían hecho.
• Los paganos alborotados en Éfeso, de acuerdo a lo que nos indica el libro de los Hechos 19:34 “Pero cuando le conocieron que era judío, todos a una voz gritaron casi por dos horas: ¡Grande es Diana de los efesios!”
• No es nuestra intención la publicidad de los ritos paganos pero quien ha leído La Ilíada, texto que se lee en los bachilleratos y la enseñanza media recordará a los griegos haciendo oraciones a sus dioses durante las llamadas hecatombes.
• Según las liturgias ordenadas del judaísmo un hombre debe hacer 18 oraciones específicas en el día.
• En el ya nombrado Zohar de los cabalistas se indica: “quien prolonga su oración, su oración no vuelve vacía; y el que es largo en oración, sus días se prolongan”
• En nuestros tiempos esto se ha profundizado ya que el judaísmo rabínico luego de la destrucción del Templo en el año 70 entendió que las tefilot (oraciones) reemplazaban ahora a los sacrificios diarios. Por lo cual todo judío observante realiza en forma prescripta oraciones establecidas por autoridades judías. Concretamente el Tratado Berajot establece que los Korbanot HaTamid (sacrificios diarios) hoy son reemplazados por las tefilot. Esto explica incluso que luego de la destrucción del Templo y la dispersión judía no existiese durante siglos una preocupación importante por la reconstrucción del Templo. Puesto que incluso las propias autoridades judías reconocen que unos 30 años antes de la destrucción del Templo los sacrificios (especialmente Yom Kippur) habían perdido su efectividad. A esto último lo atribuyen a la falta de amor en el Pueblo, a la falta de Fe y quizás otras explicaciones más. Sin embargo sabemos muy bien que los sacrificios perdieron su efectividad porque Nuestro Señor reemplazó cualquier sacrificio expiatorio con su propia sangre derramada por todos nosotros y asimismo los sacerdotes que los ofrecían no tenían ya autoridad espiritual al haber sido reemplazada la ley sacerdotal levítica por el sacerdocio según el Orden de Melquisedec.
• Pero la cuestión no se circunscribe al judaísmo religioso, sino que el catolicismo romano y muchos de sus entidades satélites, me refiero a instituciones surgidas contemporáneamente con esta religión, tienen como uno de los elementos principales de sus herramientas religiosas la repetición hasta el hartazgo de vana palabrería hacia cuanto personaje histórico se les ocurra.
Algo interesante que podemos decir resulta de la propia palabra griega empleada para “vanas repeticiones”. Es el griego βαττολογέω 945 battologuéo. Esta es una palabra compuesta de otras dos, loguéo y batto.
La primera de ellas loguéo viene de logos que significa vocablo, palabra, además de otras cosas.
La segunda de ellas, batto tiene un origen dudoso y se dan dos explicaciones para ella.
La primera explicación de la palabra batto es que se origina en un rey de los cirenos, de esto da cuenta el historiador Herodoto del S. V a.C. En su 4to libro de historia en el punto 155, Herodoto escribe “Allí un ciudadano ilustre entre los tereos, llamado Polimnesto,… tuvo un hijo de voz trabada y balbuciente, a quien se le dio el nombre de Bato…”. Otra explicación de la palabra estaría en un poeta de versos tediosos de quien no he encontrado referencia. Y la tercera explicación de la palabra battologuéo estaría en su existencia como una onomatopeya, esto significa que sería una palabra que imita un sonido. Así como “bárbaro” imitaría el sonido bar  como les sonaría a los griegos cualquier otro idioma (bar bar). De igual forma un battologuéo sería una forma de referirse a una repetición sin sentido o valor.
Al final del versículo de Mateo 6:7 tenemos la siguiente frase del Señor “…que piensan que por su palabrería serán oídos.”
La palabra que en castellano fue traducida como palabrería se corresponde con el griego πολυλογία 4180 poliloguía de polis que significa mucho y nuevamente logos que significa vocablo. O sea muchas palabras. Esta palabra fue empleada por los sabios cuando tradujeron la Biblia del hebreo al griego en Proverbios 10:19
“En las muchas palabras no falta pecado; Mas el que refrena sus labios es prudente.”
Ese “muchas palabras”, poliloguía en griego, se corresponde con el original hebreo “Berob Debarim”. Seguramente cuando el Señor se dirigió a sus discípulos empleó una frase similar en arameo tan emparentado con el idioma hebreo. Pero de ello sólo podemos especular.
Entonces resumiendo esta primera indicación del Señor: no quiere que nos copiemos de los paganos ni de los judíos fariseos y sus continuadores rabínicos que hacen oraciones repetidas y vana palabrería. Por otro lado no quiere que hagamos las cosas para ser vistos por los demás.
¿Qué es lo que desea de nosotros?
Mateo 6:6 “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.”
A diferencia de las actitudes rechazables nos indica:
• Entrar al aposento
• Cerrar la puerta
• Orar al Padre en secreto.
La frase de Mateo 6:6 “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta…”    es similar a Isaías 26:20 “Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas;…”
¿Esto quiere decir que no se debe orar en público o acompañado? De ninguna manera, de otro modo se estaría contradiciendo, Mateo 18:20 “Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.”
A lo que se refiere la indicación de Mateo 6 es a la oración privada, fundamentalmente donde se expresan deseos y peticiones personales. Como escribo siempre tenemos la dificultad en las Escrituras tal cual se acostumbra a verlas, en separar los párrafos en forma arbitraria de acuerdo a cómo se presentan en capítulos. Sin embargo podemos ver desde Mateo 4:29 hasta 7:29 se trata del mismo discurso y está todo relacionado. No deben verse versículos aislados.
Este discurso contiene 111 versículos los cuales responden a una misma idea. Desde que viendo la multitud que lo seguía, Él subió al Monte con sus discípulos, hasta que desciende del Monte y limpia al leproso.
Por ello corresponde que recopilemos todo lo que estos versículos contienen acerca de la oración, sin olvidar que también es parte del discurso donde se habla de la tzedaká.
Cuando leemos analizando el contenido de los versículos a partir del 6:8  podemos ver que todo gira en torno a la enseñanza acerca de cómo orar. Y la  respuesta a los posibles errores o desviaciones que los creyentes podrían tener.
De la lectura de los versículos mencionados podemos ver los siguientes puntos:
1) YHWH conoce las necesidades y sabe de antemano lo que se le va a pedir
2) Por ello es necesario desechar las preocupaciones y afanes
3) Debe  tenerse bien en claro que la mira debe estar puesta en las cosas de YHWH y no en la búsqueda de riquezas o tesoros de la tierra.
4) Hay que pedir con la convicción y certeza de que YHWH obra como un Padre
5) No puede albergarse interiormente una carga contra alguna persona, si las ofensas no se han perdonado la oración no será efectiva.
Correspondencia de los versículos.
1) El primer punto: YHWH conoce las necesidades y sabe de antemano lo que se le va a pedir. A esto lo podemos ver en los siguientes versículos:
Mateo 6:8 “…vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.”
Mateo 6:32 “…Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.”
2) El segundo punto: Por ello es necesario desechar las preocupaciones y afanes.
Mateo 6:25 al 31 “25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
27 ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?
28 Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan
29 pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.
30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, YHWH la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?”
Mateo 6:34 “Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.”
3) El tercer punto: Debe  tenerse bien en claro que la mira debe estar puesta en las cosas de YHWH y no en la búsqueda de riquezas o tesoros de la tierra.
6:19-24 “19No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; 6:20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.
21 Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
22 La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; 6:23 pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?
24 Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a YHWH y a las riquezas”
6:33 “Mas buscad primeramente el reino de YHWH y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”
4) El cuarto punto: Hay que pedir con la convicción y certeza de que YHWH obra como un Padre, dando lo que conforme a nuestro bien corresponde que nos dé.
Mateo 7:9-11 “9¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra?
10 ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente?
11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”
Mateo 7:7-8 “7Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
8 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.”
5) El quinto punto: No puede albergarse interiormente una carga contra alguna persona, si las ofensas no se han perdonado la oración no será efectiva.
Mateo 6:14-15 “14Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; 15 mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.”
La oración modelo
Mateo 6:9 al 13 “9Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
Entre los versículos 9 y 13 Yeshúa nos brinda un modelo de oración. Por cierto esta ha sido desechada por el mundo protestante en general sin un motivo valedero. En cambio el catolicismo la ha sostenido a lo largo de su historia. Debemos entonces hacernos la siguiente pregunta. Si en el mundo mesiánico en general nadie ha dudado en recitar el Shemá (Deuteronomio 6: 4 al 9) y mantenerlo como una señal externa de Fe. ¿Por qué no han seguido con similar devoción el recitado del llamado Padre Nuestro, tefiláh que nos dejó la Toráh Viva, esto es Yeshúa con indicación de recitarlo? No existe ninguna respuesta valedera.
Algo que sí debemos remarcar es que no es necesario seguir a rajatabla las palabras empleadas, por cuanto incluso existen diferencias con lo preceptuado en el evangelio de Lucas. Lo cual nos indica que es un modelo a seguir no siendo necesaria la repetición exacta de las palabras.
Lucas 11: 2 al 4 “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
3 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
4 Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.”
Ya hemos aprendido que los evangelios sinópticos se alimentan uno a otro, por lo que las diferencias observables tienen el sentido de llevar mayor entendimiento entre textos.
Analizando los versículos la primera declaración: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre”
Lo primero que aparece a la vista es que la oración se dirige al Padre. Pero se lo hace no a título personal, como si dijésemos “Padre mío”, sino involucrando a todo aquel que reconoce al Padre, a YHWH Mayor, como su Padre. Esto no significa que no podamos dirigirnos a Él como “Padre mío”, sino que lo primero que nos recuerda la oración dada por Yeshúa es que somos parte de un cuerpo integrado por muchos hijos. Las palabras de paternidad se encuentran a lo largo de las Escrituras:
Éxodo 4:22 “Israel es mi hijo, mi primogénito.”
Jeremías 31: 9 “…porque soy a Israel por padre, y Efraín es mi primogénito.”
Isaías 64:8 “Ahora pues, YHWH, tú eres nuestro padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos somos todos nosotros.”
La frase “que estás en los cielos” también fue una marca en las oraciones de los israelitas incluso incluida en escritos rabínicos, pero lo que es más importante es que está contenida en las mismas Escrituras:
Daniel 2:17 al 19 “Luego se fue Daniel a su casa e hizo saber lo que había a Ananías, Misael y Azarías, sus compañeros, 18 para que pidiesen misericordias del Elohim del cielo sobre este misterio, a fin de que Daniel y sus compañeros no pereciesen con los otros sabios de Babilonia.
19 Entonces el secreto fue revelado a Daniel en visión de noche, por lo cual bendijo Daniel al Elohim del cielo”
Ahora bien esta afirmación de que su trono se encuentra en los cielos ¿Le quita relevancia en la tierra? Las mismas Escrituras demuestran que no:
Deuteronomio 4:39 “Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que YHWH es Elohim arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro.”
Josué 2:11 “Oyendo esto, ha desmayado nuestro corazón; ni ha quedado más aliento en hombre alguno por causa de vosotros, porque YHWH vuestro Elohim es Elohim arriba en los cielos y abajo en la tierra.”
No debemos pensar que esta frase era ajena al sentir judío de la época pues no sólo era conocida sino que ha trascendido a nuestros tiempos por ejemplo en la oración por el bienestar del Estado de Israel del Sidur Tefilot. Allí dice “Padre nuestro que estás en los cielos, Protector y Redentor de Israel, bendice al Estado de Israel que marca la aurora de nuestra liberación.”
La frase “santificado sea tu Nombre” también es común en las oraciones israelitas e incorporadas también al Sidur Tefilot el libro de oraciones. El llamado “kadish de rabanán”, el kadish de los rabinos, contiene la siguiente frase:
“Exaltado y santificado sea el gran Nombre del Señor” lo cual en hebreo es “Itgadál Veitkádash Shemé Rabá”.
La frase “venga tu reino” también puede encontrarse en el ya mencionado kadish de rabanán, donde se lee: veyamlij maljuteh  “llegue su reino pronto”.
La frase “Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.” Resulta muy interesante ver la profundidad que algunas frases tienen y que o bien no alcanzamos a ver o bien por costumbre dejamos de percibir en su inmensidad. Cuántas personas en momentos de dificultad han resignado sus deseos de ser librados de la angustia prefiriendo aceptar los designios del Altísimo. Pues bien, la frase que ahora vemos aparece en el Tratado Berajot, en la Mishná 4, en sus comentarios del rabí Eliézer se escribe que dijo que cuando se transita un lugar lleno de animales peligroso y ladrones corresponde la siguiente oración: “Haz tu voluntad arriba en el cielo, y concede serenidad aquí abajo a los que Te temen y hacen lo que es bueno ante Tus ojos. Bendito seas Señor, que escuchas los ruegos”.
La frase “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy” en cuanto a esta frase sí tenemos algunos inconvenientes, pues los originales que nos han llegado en griego difieren de lo que se traduce normalmente.
El texto en Mateo 6:11 dice en castellano: “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.” Pero la frase en griego es “ton artón jemón ton episúsion dos jemín jémeron”
Ton artón jemón: el pan nuestro
Ton episúsion: esta frase puede traducirse en más de una forma pues puede significar el suficiente, el apropiado. O bien puede traducirse “el día siguiente”. O bien “el que satisface las demandas del día venidero”.
Dos jemín: da a nosotros, danos.
Jémeron: hoy
O sea la frase de Mateo puede verse de estas tres formas:
• El pan nuestro apropiado danos hoy
• El pan nuestro de mañana danos hoy
• El pan nuestro que satisface las necesidades de mañana danos hoy
La segunda opción es similar a la recogida en el llamado Evangelio de los Nazarenos donde, si bien se ha perdido en su totalidad, dice “pan para mañana”. Sea cual fuera el término adecuado, la petición insertada en el Padre Nuestro nos habla de que es Él quien sustenta todas nuestra necesidad.
En la frase siguiente las diferencias aparentes están entre los versículos de Mateo 6:12 y Lucas 11:4.
Analicemos el versículo 12 de Mateo “12Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.”
De la lectura sencilla del versículo vemos que hay una consecuencia de una regla que ya había dispuesto Yeshúa, lo cual hizo en la Toráh Escrita y cuando nos habló directamente como la Toráh Viva, lo cual repite en manos del Apóstol Pablo:
Levítico 19:18 “No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo YHWH.”
Gálatas 5:14 “Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.”
Es fundamental que al momento de presentar nuestras oraciones al Padre nuestra actitud frente a los demás sea la misma que deseamos que Él tenga para con nosotros. Obsérvese que sobre esto vuelve a hacer hincapié en el versículo de Mateo 6:14-15 “14Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; 15 mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.”
Entre Mateo 6:12 y Lucas 11: 4 podemos ver una diferencia de palabras. En Mateo se habla de “deudas y deudores” y en Lucas de “pecados y los que nos deben”. ¿Podemos explicar estas discrepancias?
Mateo 6: 12 habla de ὀφείλημα 3783 oféilema lo cual proviene del verbo ὀφείλω 3784 oféilo que deber (en el sentido de estar endeudado) similar a la palabra usada en Romanos 4:4.
Por otro lado Lucas habla de ἁμαρτία 266 jamartía que es la palabra usada para pecado y faltas y de nuevo la misma palabra empleada en Mateo ὀφείλω.
Esto que en apariencia podría parecer un error de la Biblia o una aparente contradicción al usar palabras distintas en realidad tiene una explicación sencilla. Y es que en la cultura hebrea se ha considerado las faltas cometidas como una deuda hacia la otra persona. Un ejemplo en las Escrituras de este tipo lo encontramos en Génesis 50: 15 al 17
“Quizá nos aborrecerá José, y nos dará el pago de todo el mal que le hicimos.
16 Y enviaron a decir a José: Tu padre mandó antes de su muerte, diciendo:
17 Así diréis a José: Te ruego que perdones ahora la maldad de tus hermanos y su pecado, porque mal te trataron; por tanto, ahora te rogamos que perdones la maldad de los siervos del Elohim de tu padre. Y José lloró mientras hablaban.”
Con esta explicación queda zanjada toda duda acerca de la diferencia en el versículo.
La frase siguiente “13Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal;” es muy común en las oraciones judías, donde podemos ver según nos cuenta el comentarista Gill frases como: “no me metas” ni en pecado, ni en transgresión e iniquidad, “ni en tentación”, ni “en manos de tentación”. Al igual que el pedido de ser librado del mal, de malos vecinos, de situaciones de peligro, etcétera.
Pero algo que debemos destacar es que YHWH no mete al hombre en tentación. Es preciso entender el versículo a la luz de lo que Jacov (Santiago) el medio hermano del Señor nos dice en su carta.
Algo también importante es la frase “mas líbranos del mal”. Si bien está muy metida en el pensamiento común esta frase no expresa lo que el versículo desea transmitir. Pues
Al lá risai jemás apó tu ponerú: esto debería traducirse como “líbranos del maligno”. Pues en griego se ha usado para referirse a este ser de maldad la frase “el ponerú” el maligno. Es la misma idea que se transmite en:
Mateo 13:19 “Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón.”
Mateo 13:38 “El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo.”
Juan 17:15 “No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del maligno.”
Efesios 6:16 “Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.”
2da de Tesalonicenses 3:3 “Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del maligno.”
1ra de Juan 2:13 “…Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno.”
En cuanto a la última frase que dice “tuyo es el reino, el poder y la gloria por todos los siglos” posiblemente sea un agregado que responde a la fórmula usual judía.  Como cuando se dice “Baruj Shem kevod maljutó leolam vaed” lo cual significa “Bendito es el nombre de la gloria de Su reino por siempre jamás”.
Ahora que hemos visto y analizado el llamado Padre Nuestro y lo hemos entendido como la oración modelo que todo creyente debe tener presente, es necesario que veamos algunos aspectos más de la enseñanza de Yeshúa en Mateo.
¿Parado, sentado, de rodillas, cuándo?
Ya hemos visto que en general en el judaísmo rabínico y sus continuadores se hace hincapié en que es necesario orar de pie. Por supuesto que ellos no son inconscientes y saben de las dificultades que una persona mayor o con problemas de salud tendría para hacerlo. Pero se está hablando aquí de líneas generales.
Debemos preguntarnos ¿da la Escritura alguna indicación al respecto?
No es casual que sí la dé y que naturalmente contradiga los preceptos del judaísmo religioso. Observemos el siguiente de un hombre ejemplar.
Daniel 6:10 “Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Elohim, como lo solía hacer antes.”
Antes de que algún maligno nos acuse de decir por un lado que hay que cerrar la puerta del aposento y que por otro Daniel abría las ventanas de su recámara le diremos que él no lo hacía para publicitar su acción. Sino para dirigir su mirada hacia el sur, el punto cardinal hacia donde quedaba Jerusalén desde su lugar en Babilonia. Y él por supuesto lo hacía conforme la indicación de la Escritura:
Salmo 5:7 “Mas yo por la abundancia de tu misericordia entraré en tu casa; Adoraré hacia tu santo templo en tu temor.”
El texto es claro indicando que Daniel oraba de rodillas sin necesidad de que expliquemos ninguna cuestión lingüística ni en hebreo ni en griego ni en caldeo ni en guaraní. Lo hacía de rodillas.
Otra cuestión importante y de la cual me han consultado es sobre cuántas veces y cuándo se debe orar.
Pues bien, Daniel lo hacía 3 veces al día siempre. Conforme también la Escritura lo prescribe:
Salmo 55:17 “Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré, Y él oirá mi voz.”
Estas tres ocasiones responden a tres momentos del día. En el judaísmo religioso esto se conoce también y responde a los momentos de oración llamados:
1. Shajarit que proviene del hebreo para “amanecer”, shajar שַחָר
2. Minjá que se considera por la tarde מִנְחָה
3. Arvit עַרְבִית anochecer.
Tomando en cuenta esto podemos adaptar nuestras posibilidades de separar tiempo a la oración en esos intervalos.
No conviene por ahora entrar en discusiones acerca de los horarios exactos, sino circunscribirnos a los intervalos descriptos.
Ricardo.

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