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Porción Matot-Masei

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Porciones Matot-Masei –

Parte 1 #

(Tribus- Puntos de marcha) Números 30:1 al 36:13
En esta semana por una cuestión de calendario litúrgico, leemos dos porciones juntas. Algo muy importante de ver es que el contenido de estas porciones se encuentra por supuesto ligado al de las anteriores.
En estas estamos viendo cómo el Pueblo de Israel, ya frente a la Tierra Prometida y luego de que ha pasado 40 años en el Desierto, es atacado espiritual y físicamente. Pero lo fundamental de estos ataques es el aspecto espiritual contenido en ellos.
En porciones anteriores hemos visto cómo Balaam, el gran profeta del mundo gentil, se ha visto impedido de poder maldecir al Pueblo de Israel. No obstante para cumplir su cuota de maldad ha dejado un consejo siniestro a los adversarios de Israel. ¿Cuál es este?
Veamos, cuando leímos las porciones Jukat-Balak (Números 19:2 al 25:9), tuvimos en nuestras manos el siguiente versículo, Números 24:14, el cual nos comenta lo que el profeta declaró:
“He aquí, yo me voy ahora a mi pueblo; por tanto, ven, te indicaré lo que este pueblo ha de hacer a tu pueblo en los postreros días.”
Aquí nos encontramos con un problema idiomático. Lo que ocurre es que la frase “…te indicaré…” no es de lo más afortunada. Pues nos hace perder de vista un componente importante. En hebreo la palabra que fue traducida como indicaré es יָעַץ (Strong 3289 yaats) lo cual significa también aconsejar. O sea en una traducción libre podemos decir que Balaam le dijo a Balak, “te aconsejaré sobre este pueblo”.
¿Y por qué esta cuestión de términos es importante?
Porque nos permite entender por qué aconteció lo siguiente en Números 25:1 y 25:6
“Moraba Israel en Sitim; y el pueblo empezó a fornicar con las hijas de Moab,…” “…Y he aquí un varón de los hijos de Israel vino y trajo una madianita a sus hermanos, a ojos de Moisés y de toda la congregación de los hijos de Israel, mientras lloraban ellos a la puerta del tabernáculo de reunión….”
Cuando Balaam se ve impedido de maldecir al Pueblo de Israel decide aconsejar a Balak, y por su intermedio por supuesto también a los madianitas, sobre cómo vencer a Israel. O sea les indica una pauta a seguir para poder derrotar a aquellos a los cuales con las armas no podían vencer.
¿Tenemos otros elementos para esta afirmación? Sí, podemos presentar dos argumentos interesantes.
El primero de ellos con el idioma griego. Y el segundo con la propia Instrucción en el libro de Números.
En cuanto al primer argumento para demostrar que Balaam aconsejó a los enemigos de Israel es interesante ver que cuando los sabios judíos escribieron la versión griega del llamado antiguo testamento, o sea la Septuaginta, la palabra que emplearon y que luego al castellano es traducida como “indicaré”, fue συμβουλεύω (Strong 4823, simbuléuo) lo cual significa aconsejar.
El segundo argumento para sostener la afirmación es que en Números 31:16 dice
“…He aquí, por consejo de Balaam ellas fueron causa de que los hijos de Israel prevaricasen contra YHWH en lo tocante a Baal-peor, por lo que hubo mortandad en la congregación de YHWH.”
O sea está claro que Balaam más que sólo indicar el futuro, aconsejó a los enemigos. Entonces, retomando lo escrito al principio de esta reflexión ¿Cuál fue el siniestro consejo dado por Balaam antes de partir?
El consejo fue que en lugar de hacer la guerra física contra las huestes de Israel, lo hicieran de un modo más sutil y perverso.
Pues lo que hicieron esos degenerados fue embellecer a sus mujeres y tentar físicamente a los israelitas. Colocadas frente al campamento de Israel, estas prostitutas de la vida, llenaron de pasión la vista y los corazones de los escogidos para hacerlos pecar e ir tras sus dioses. Lo cual vemos en Números 25: 1-3
“Moraba Israel en Sitim; y el pueblo empezó a fornicar con las hijas de Moab,  las cuales invitaban al pueblo a los sacrificios de sus dioses; y el pueblo comió, y se inclinó a sus dioses.
 Así acudió el pueblo a Baal-peor; y el furor de YHWH se encendió contra Israel.”
¿Ha ocurrido en otras ocasiones un evento similar donde la atracción física ha llevado a hombres de Israel a inclinarse a dioses ajenos?
Tenemos un caso muy notorio en nuestra historia.
1ra Reyes 11:1 “Pero el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras; a las de Moab, a las de Amón, a las de Edom, a las de Sidón, y a las heteas;…”
1ra Reyes 11: 4 “Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con YHWH su Elohim, como el corazón de su padre David.”
Por supuesto que debemos ser conscientes de que estos son ejemplos de atracción física los cuales valen tanto para hombres como mujeres.
Estos son los hechos históricos, debemos entonces ver cómo estas cuestiones se relacionan con  nuestras vidas.
Detrás del mundo material que captamos con nuestros sentidos, un mundo espiritual se mueve. Detrás de las apariencias de realidad concreta, una realidad no visible se mueve a nuestro alrededor. Fuerzas que constantemente se encuentran en pugna por nosotros. A la vez que YHWH anhela nuestro espíritu, nuestra devoción, nuestro servicio; fuerzas oscuras se mueven para que ello se vea interrumpido, neutralizado o aunque más no sea molestado.
Nuestros ojos espirituales no siempre se encuentran abiertos para comprender el movimiento de fuerzas que procuran nuestra destrucción. A veces de forma sutil se mueven tratando de hacernos caer y otras sus maniobras son burdas y brutas.
La atracción física es un bien que YHWH nos ha regalado para que nuestro cuerpo físico pueda deleitarse en felicidad. La atracción hacia nuestra esposa o esposo es un valor que YHWH ha puesto en nosotros para cumplir con la felicidad, el placer y el bienestar que Él nos desea.
Está claro entonces que el maligno tratará por todos los medios de enturbiar, mediante el juego de la seducción, ese honesto placer.
Si bien no existen fórmulas absolutas para resolver la cuestión, sí podemos afirmar que uno de los puntos donde el enemigo de YHWH va a tratar de que caigamos está en aquello que vemos.
Como todos conocen la siguiente enseñanza del Mesías, Mateo 5:29
“Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.”
Será interesante profundizar en ella.
¿Qué está escrito en griego y que es traducido como “ocasión de caer”?
Esta frase, la cual también aparece en otros textos del nuevo testamento, por ejemplo 1ra Corintios 8:13, es muy significativa para aprender. Pues en griego se trata en realidad no de una frase sino de una palabra, σκανδαλίζω (Strong 4624, skandalizo) de lo cual conocemos la palabra escandalizar. Esta palabra a su vez surge del griego σκάνδαλον (Strong 4625 skándalon). ¿Y qué era el “skándalon”? La referencia es al cebo de una trampa. Imaginemos una trampa con un cebo que atrae a la víctima, ésta se acerca a la misma atraída por el objeto de deseo y mediante este se dispara el mecanismo que lo termina atrapando. Como el alimento que se pone en una trampera para atrapar un animal y que se dispare el mecanismo de atrape.
Entonces podemos entender con claridad que  nuestros ojos pueden actuar como el mecanismo de una trampa, en la cual el cebo que se nos pone es la atracción impropia provocada por aquello que deseamos y que no nos es lícito tener. En el caso del Pueblo de Israel, los ojos de los hombres fueron atraídos por la belleza y atracción física de las moabitas y madianitas. Bastaba con dejar de dar lugar a esa lujuria, en lugar de mirar  hacia fuera del campamento, sólo debían dedicarse a mirar hacia él. En lugar de mirar hacia afuera, lo que está fuera de casa, debían mirar hacia adentro. Hacia la belleza, pureza y santidad que había en el campamento.
Que YHWH ilumine nuestras mentes, para que nuestros ojos sepan deleitarse con la compañera/o de nuestro hogar y no con la oferta del mundo, que sólo puede dirigirnos hacia los placeres de los dioses ajenos.

parte 2 #

Números 33:1-2
“Estas son las jornadas de los hijos de Israel, que salieron de la tierra de Egipto por sus ejércitos, bajo el mando de Moisés y Aarón. Moisés escribió sus salidas conforme a sus jornadas por mandato de YHWH. Estas, pues, son sus jornadas con arreglo a sus salidas.”
Un primer punto que deseamos tratar es la errónea idea que se ha formado acerca de los 40 años en el desierto que tuvo el Pueblo de Israel. Pues si consultamos a la mayoría de los creyentes, pertenezcan a la denominación o iglesia que sea, nos dirán que el pueblo estuvo vagando de un lado a otro. Casi como quien no encuentra su lugar.
Pero esta es una impresión equivocada. Siendo ello errado sería correcto que nos preguntemos ¿A qué responde este error?
Una respuesta sencilla sería decir que a falta de conocimiento, pero más allá de esta ignorancia aparente de las jornadas de Israel en el desierto, la cosa es un poco más profunda.
Este error tiene que ver con una actitud, la que el creyente que sólo tiene noticia del sacrificio del Mesías, tiene precisamente con respecto a la Toráh. Veamos mejor esto.
La Toráh, dividida para mejor comprensión occidental en 5 libros, nos revela en forma acabada el aspecto escrito de la Voluntad de YHWH, sus valores, sus decretos, sus leyes, etcétera. Por otro lado, los evangelios nos muestran a la Toráh Viva, con Yeshúa interactuando con las personas, los grupos religiosos, hasta con los enemigos de Israel, mostrándonos la correcta interpretación espiritual y concreta de la voluntad de YHWH. Una no existe sin la otra. La Toráh primero se reveló en forma escrita para luego revelarse a las personas en forma viva. En el mundo siempre estuvo, pero no lo reconocían. Él creó el mundo pero el mundo no se enteraba de su existencia. Sólo vivía a través de Él. Yeshúa, como La Palabra, sostenía todas las cosas, pero las personas, sostenidas en su existencia por Él mismo, no le daban la gloria correspondiente. Y se extraviaban dando culto a otras criaturas y a las mismas cosas. En lugar de alabar y glorificar al que sostiene todas las cosas en sus manos, por su preciosa Voluntad, le rendían culto a las cosas por él sostenidas.
Pero el que sólo tiene presente el sacrificio del Mesías pierde una parte importante de la Verdad. Es que Yeshúa mismo es la Voluntad del Padre manifestándose a las personas. Si no se  toma en cuenta su existencia como Toráh Escrita. Si no se toma en cuenta su propia existencia anterior a su nacimiento sobrenatural como ser humano, sólo se estará comprendiendo la mitad del asunto. Y cuando las cosas se aprenden a medias, en realidad no se aprenden.
Por ello Él mismo se encarga de avisarnos que no tomemos sólo una parte de la moneda, sino las dos caras. Así nos advierte en Apocalipsis 14:12
“Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de YHWH y la fe de Yeshúa.”
No hay error detrás de dejar de lado el conocimiento del peregrinar del Pueblo de Israel en el desierto, lo que hay es resultado, es consecuencia de no entender la importancia de este peregrinar. Es un efecto de tomar la postura frente a las Escrituras de dejar de lado todo aquello donde se nos indica lo que YHWH quiere de nosotros y reemplazarlo por todo aquello donde YHWH nos perdona por no hacer lo que nos indicó.
A partir del capítulo 33 de Números podemos por ejemplo aprender lo siguiente. Sabemos que el Pueblo estuvo 40 años en el desierto. Pero a lo largo de esos años ¿Cuántos traslados se hicieron?
Hacernos esta pregunta ya tira al suelo la idea de que estuvieron en permanente marcha, o sea hubo grandes etapas donde no estuvieron en movimiento. Pues bien la respuesta es que hubo 42 traslados.
¿Cómo fue la secuencia? En el primer año de la salida de Egipto se hicieron 14 viajes.
Si tomamos en cuenta la muerte de Aharón veremos que luego de que esta ocurrió se hicieron 8 traslados. A esto lo podemos entender al leer el versículo 33: 38-39
“Y subió el sacerdote Aarón al monte de Hor, conforme al dicho de YHWH, y allí murió a los cuarenta años de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en el mes quinto, en el primero del mes. Era Aarón de edad de ciento veintitrés años, cuando murió en el monte de Hor.”
Los ocho viajes son los que se encuentran detallados en Números 33:41 a 33:48.
El hecho de tomar en cuenta la descripción de los viajes dada en el capítulo 33 nos permite por ejemplo ver cuestiones como la siguiente:
En el capítulo 19 de Números se dan las enseñanzas acerca de la Vaca Roja, lo cual sabemos fue prescripto el segundo año de la salida de Egipto. El capítulo siguiente en su versículo 20:22  relata  la muerte de Aarón lo cual ocurre 38 años después. O sea entre ambos pasajes hay una diferencia enorme de décadas. ¿Está equivocado el orden de la Toráh? No, lo que ocurre es que la Toráh tiene una secuencia cíclica, no es un relato lineal. Sino como hemos explicado en otras ocasiones, la Toráh se mueve como un espiral ascendente donde vuelve a tratar temas ya vistos pero dándoles una apertura, un conocimiento mayor. Por ello es que por caso, los capítulos 28 al 30 nos hablan acerca de distintas disposiciones, dando más conocimiento acerca de lo prescripto en Levítico 23. Pero asimismo estos capítulos se encuentran entre el final del 27 que es la colocación de Josué como sucesor de Moisés y el 31 que es la guerra contra Madián.
Esto es lo que confunde a la mayoría de las personas que se acercan a leer la Toráh sin la guía adecuada, terminan por no entender la continuidad de lo que leen porque se pierden en el relato. Pues YHWH nos enseña a movernos en un plano distinto de comprensión. Un plano no lineal, sino un plano cíclico donde se avanza, pero con curvas ascendentes que pareciera que vuelven atrás. Es sólo una impresión, pues en realidad se avanza, pero reafirmando lo visto con anterioridad, reforzándolo con nuevas chispas de Luz. Y ello es así en nuestras vidas si dejamos que sea Él quien nos guíe. Y este también es el peregrinar del creyente en su camino para el conocimiento de la Voluntad de YHWH para su vida. Si la persona está en las manos del Elohim de Israel avanzará, teniendo en distintas jornadas una mayor revelación de la Voluntad del Altísimo para su vida.
Pero no se trata solamente de diferencias entre capítulos, aquí por ejemplo tenemos lo siguiente:
Números 20:1 “Llegaron los hijos de Israel, toda la congregación, al desierto de Zin, en el mes primero, y acampó el pueblo en Cades; y allí murió María, y allí fue sepultada.”
Números 20:22 “Y partiendo de Cades los hijos de Israel, toda aquella congregación, vinieron al monte de Hor.”
Entre ambas citas hay 21 versículos que nos relatan eventos importantes, sin embargo perdemos la dimensión que el Pueblo estuvo en Cades nada menos que 19 años.
Muchas cosas podríamos enumerar pero es nuestra intención en esta ocasión incentivar en el lector la idea de que se pueda aprovechar cada aspecto de la Toráh. Como este capítulo 33 que pareciera ser sólo un recuento de lugares.
La porción Masei (Etapas) nos da la oportunidad de seguir el caminar del Pueblo de Israel en el Desierto. Si usted está leyendo este escrito, ha aceptado a Yeshúa como su Salvador y ha tomado para sí no sólo las promesas dadas en la Biblia, sino especialmente ha dispuesto su corazón a seguir los mandamientos que el Creador le ha dado. Está claro que Ud. es parte de Israel y que algún antepasado suyo caminó por aquellos lugares y vivió aquellas jornadas. Honre aquel caminar leyendo acerca de los lugares mencionados, busque en el mismo libro de Números lo que ocurrió en aquellas jornadas. Véase a sí mismo viviendo esas situaciones. Vea a Coré agitando al Pueblo y colóquese del lado de Moisés. Véase lamentado la muerte de Miyam y la falta de agua. Alégrese por ver el agua verter de la Roca.
Masei (Etapas) nos da esa oportunidad única de tener una guía de los lugares donde el Pueblo transitó. Vuelva atrás en su Biblia y empápese de esos acontecimientos, seguramente el Señor tendrá una palabra eficaz para su vida esperándolo detrás de algún versículo.
 
 
 

parte3 #

El capítulo 31 de Números nos relata la destrucción de los madianitas. Luego de que el creyente realice la lectura del mismo para reafirmar los versículos en su mente, le pediremos que reflexione un instante en lo siguiente. ¿Es esto sólo un relato histórico de una guerra? ¿O tiene un fin el que esté escrito en la Toráh?
Parece una pregunta un tanto sin importancia, pero entendemos que siempre es necesario reafirmar en la mente del creyente, el hecho de que la Toráh nos enseña a cada paso. Quienes estaban en algún momento dentro de alguna institución perteneciente a las religiones mayoritarias, pensaban que el Pentateuco sólo constituye un relato de eventos que le acontecieron al Pueblo judío hace miles de años y que a lo sumo podía llegar a contener un cúmulo de leyes en su mayoría obsoletas, reemplazadas por una nueva etapa de permisividad.
Yendo al capítulo que nos interesa deberemos entonces ver qué nos enseña directamente, qué nos aporta a nuestras vidas.
En primer lugar para analizar parte de la cuestión debemos entender dónde se ubicaban los madianitas. Para esto último observemos el siguiente mapa.
(ver mapa)
En este mapa podemos observar que en la zona fronteriza con Israel se encuentra al sur Edom. Ciudades y zonas que luego pertenecerían a Israel como Hebrón, Beer-sheva, Jerusalén, nos muestran la cercanía con Moab, al otro lado del Mar Salado. Esto es lo que explica en parte el temor del rey Balak de Moab que hemos visto en el capítulo 22 de Números, en la Parashá Balak. Sin embargo no vemos que haya cercanía con Madián, zona esta que se encuentra por debajo de Edom y Moab.
No obstante esta distancia, sabemos que Balak buscó alianza con Madián, Números 22:4
“Y dijo Moab a los ancianos de Madián: Ahora lamerá esta gente todos nuestros contornos, como lame el buey la grama del campo.”
Lo cual por supuesto condujo a una alianza entre ambos en contra de Israel, 22:7
“Fueron los ancianos de Moab y los ancianos de Madián con las dádivas de adivinación en su mano, y llegaron a Balaam y…”
Ya conocemos la historia, el resultado fue que ambos, al no poder tener el favor sobrenatural para vencer militarmente a Israel buscaron que nuestro pueblo pecara. Para, merced a ello, poder someter a los israelitas de otro modo.
A este nuevo propósito lo lograron en parte, lo cual vemos en estos versículos ya leídos, Números 25:1 al 3
“Moraba Israel en Sitim; y el pueblo empezó a fornicar con las hijas de Moab,  las cuales invitaban al pueblo a los sacrificios de sus dioses; y el pueblo comió, y se inclinó a sus dioses. Así acudió el pueblo a Baal-peor; y el furor de YHWH se encendió contra Israel.”
Esta tremenda estrategia espiritual llevada adelante por las huestes enemigas de Israel, tanto físicas como espirituales, sabemos resultó en la muerte de miles de israelitas.
Pero debemos esperar 6 capítulos para conocer la justa retribución de YHWH a estos hechos. Lo cual vemos en el mencionado número 31 del cual estamos escribiendo. De la lectura del mismo sabemos que Israel derrotó de una manera sobrenatural a los madianitas, ya que ni un solo israelita cayó en la batalla y producto de ella fueron muertos todos los hombres de Madián en principio y todos aquellos infectados del pecado madianita después.
Ahora para proseguir con lo que deseamos analizar observemos el siguiente Proverbio, 26:17
“El que pasando se deja llevar de la ira en pleito ajeno es como el que toma al perro por las orejas.”
Seguramente conocemos este proverbio o al menos lo que ocurre cuando se hace esa acción. Mordedura y enemistad con el perro.
Hay numerosos comentarios al respecto en muchos libros y páginas de internet donde se hace mención a este proverbio. Pero es bueno recordar que los proverbios tienen origen en la misma Toráh, por ello es correcto acudir a las fuentes de los mismos, teniendo en esta cuestión un ejemplo con lo que ocurrió con Madián.
Los madianitas no tenían pleito contra Israel, la causa de Moab no era la misma que Madián. Israel no lamería los contornos del territorio de estos, aunque ni siquiera los de Moab. Algo similar ocurrió con Jordania en la Guerra de los Seis Días cuando, entrometidos en la política particular de Egipto contra Israel; se vieron mezclados en una guerra que no era suya y terminaron vapuleados hasta la vergüenza.
La enseñanza para nuestras vidas es clara: los israelitas no ingresamos en problemas ajenos.
En muchas ocasiones aquellos que saben de nuestra fuerza y buen nombre, nos querrán arrastrar a sus bandos para medir fuerzas con sus enemigos. Pero frente a ello debemos dar la espalda para no contender con aquellos que no son enemigos nuestros.
No pensemos sólo en situaciones de guerra. Las vivencias cotidianas nos indican que los pleitos y las crisis se encuentran cerca de quien las desea.
El llamado a la alianza puede ser sutil y puede aparecer velado tras una falsa aureola de defender nuestro interés personal.
Por ello no alcanza ver lo que dice el proverbio solamente, pues el mismo se nutre de episodios como el de los madianitas.
Se nos acercarán físicamente para pedir nuestro apoyo en situaciones donde se nos dirá que el problema también es nuestro. Es ahí donde debe evaluarse realmente si ello es así. Y por supuesto evaluar las intenciones de aquel que nos pide el apoyo.
Seamos inteligentes y astutos. Esto es algo que también debemos enseñar a nuestros hijos, sobretodo en la adolescencia. Las niñas se encuentran muy expuestas a estas situaciones. Ya desde muy pequeñas establecen alianzas de supuesta amistad unas en contra de otras. No nos olvidemos que YHWH ha facultado a la mujer con una gran capacidad de tejer relaciones sociales y por ende las huestes de maldad siempre estarán predispuestas a torcer esta facultad hacia el mal. Ya lo hemos escrito en otra ocasión pero es bueno recordar el obrar de la mujer virtuosa según Proverbios 31:19, 24
“Aplica su mano al huso, Y sus manos a la rueca.” “Hace telas, y vende, Y da cintas al mercader.”
Todas estas son figuras del don dado por el Creador a la mujer para tejer relaciones humanas.
Pero nuestros hijos también están expuestos a estas situaciones. A veces pueden verse inmersos en peleas y contiendas generadas por otros jóvenes que gustan de la pelea y el desorden. Los adolescentes de todo el mundo están ingresando en una espiral de violencia difícil de contener. Peleas en lugar de recreación, peleas en estadios de deportes, aun a la salida de los lugares de estudio. Nuestros jóvenes deben estar preparados física, mental y sobretodo espiritualmente para enfrentar este mundo corrupto que se cae a pedazos. Debemos enseñarles que, aunque parezca increíble de creer, siempre que un hombre ingresa en pelea ajena es este último el que sale lastimado.
Por eso expliquemos desde pequeños la importancia de estar en paz con todos en la medida en que ello sea posible. A las niñas, explicar lo que la experiencia indica del comportamiento femenino. A los varones, también lo que la experiencia indica del comportamiento masculino.
Lo que ocurrió con los madianitas, mezclados en un problema ajeno, fue aleccionador. Aprendamos entonces a no ser entrometidos y no arrastrar sobre nosotros la ira del perro al que le tiraron de la oreja.
*RICARDO*
Se permite la reproducción total o parcial mencionando al autor. Todos los derechos reservados.

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