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🔵 La presencia de Yeshúa en la porción VaYeshév

Parte 1 #

A lo largo de toda la Escritura, vemos como la presencia de Nuestro Salvador, se verifica en distintos eventos y personajes. Uno de los ejemplos más notorios es el de José. Quien con su vida misma, nos muestra imágenes proféticas, que luego veremos en la vida, muerte y resurrección de Yeshúa.
En la porción de la semana, llamada “Y se asentó” (VaYeshév), tenemos mucho material para corroborar esto que afirmo.
Hay un mensaje, que viene de la mano de una prenda que a muchos ha intrigado. Me refiero por supuesto, a la túnica de colores que José recibe como regalo de su padre.
Pero antes de ver los versículos correspondientes, quiero dejar algo aclarado. Si lo que vamos a hacer al analizar las escrituras, es repetir lo que con respecto a ellas, han dicho personas que negaban que Yeshúa sea el Hijo de YHWH y Mesías, entonces lo que demos como resultado es basura. Sí. Aunque mis palabras puedan sonar duras. El entendimiento de aquellos que negaban y niegan que Yeshúa sea Elohim, sea el Hijo de YHWH, sea YHWH mismo en la persona o emanación del Hijo, está entenebrecido. Entonces, aquel que está en tinieblas, no puede dar luz a nadie.
Aclarado esto, deseo que veamos un versículo que, en apariencia, no está relacionado con la porción de la semana.
Hebreos 10:5 “Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas me preparaste cuerpo.”
Este versículo presenta un inconveniente importante para muchos lectores de la Biblia. El problema está en que si lo buscan, en la gran mayoría de las biblias, no van a encontrar la supuesta referencia a la que hace alusión el autor de la carta.
¿Por qué no está? ¿Es una cita errónea? ¿Es falsa?
No, lo que ocurre es que lo erróneo y falso, es el texto manipulado por los llamados masoretas. No es lugar de explicar la obra devastadora de estos personajes, ya lo expliqué en otros escritos. Estos “señores”, se encargaron de borrar todo aquello que en el Tanaj, pudiese sostener las premisas de los creyentes en Yeshúa. Son los mismos que cambiaron el texto de Isaías 7:14 reemplazando virgen por doncella, para negar la concepción virginal de Nuestro salvador. También se encargaron de manipular los salmos, como en el caso que ahora les mostraré. Pues si usted busca en su Biblia el Salmo 40: 6 leerá:
“Sacrificio y ofrenda no te agrada; Has abierto mis oídos; Holocausto y expiación no has demandado.”
Este texto se corresponde, con la versión masoreta en hebreo, disponible en tiempos de Casiodoro de Reina. Quien pensó que estaba dando el texto más confiable o cercano al original. Pero, la verdad bíblica es otra. El texto de los masoretas, cambiado, es diferente al texto que encontramos en la Septuaginta, escrita en griego. Texto que ha sobrevivido intacto hasta nuestros días.
Ahora bien, durante años se dio la discusión, el debate acerca de cuál era el texto confiable, el masoreta o la Septuaginta. Ese debate se zanjó con el descubrimiento de los textos de Qumram. Pues en la versión Septuaginta (y en Qumram también por supuesto), el salmo mencionado dice así:
“Un sacrificio y ofrenda no quisiste, pero me has preparado un cuerpo,…”
O sea que donde en la versión masoreta dice “Has abierto mis oídos”, en la Septuaginta dice “me has preparado un cuerpo”. Similar al texto de la carta a los hebreos.
¿Para qué el Padre, o sea YHWH, le preparó un cuerpo humano, mortal, a Su Hijo?
Pues sencillamente para reemplazar los sacrificios que antes se hacían a través de la sangre derramada de animales. Por ello, es que el Templo dejó de tener valor como expiación de pecados y de igual manera, tampoco la tendrá ningún Templo levantado por manos humanas, aunque muchos lo deseen.
Los textos bíblicos tienen varios niveles de interpretación. Entre ellos el secreto o sod.
En este sentido, el siguiente texto de la porción semanal, se relaciona con lo que acabo de explicar sobre el cuerpo del Mesías.
“Y amaba Israel a José más que a todos sus hijos, porque lo había tenido en su vejez; y le hizo una túnica de diversos colores.” Vers. 3
Israel, quien en estos textos es una sombra del Padre, preparó un “ropaje” en el cual su Hijo se pudiese vestir para estar entre los seres humanos. Esa vestidura humana fue constituida con todas las virtudes y dones que el humano puede tener. Para que su testimonio fuese pleno y completo. Por ello lo revistió de “colores”, los cuales en realidad representan los dones con los cuales iluminó la labor de Nuestro Salvador.
Buscando la inspiración que Rúaj HaKodesh nos brinde, continuaremos sacando a luz, estos manjares que la Sagrada escritura nos brinda.

Parte 2 #

Una importante verdad, es que la hermenéutica bíblica no es igual en todos los textos. Algunos tienen grandes dificultades idiomáticas que hay que salvar. En otros casos, la sencillez se nos presenta en una forma tal, que puede pasar desapercibida. O sea, tenemos ante nuestros ojos una referencia impresionante y no la vemos.
Entiendo que es el caso de los siguientes versículos, Génesis 37: 13-14
“Y dijo Israel a José: Tus hermanos apacientan las ovejas en Siquem: ven, y te enviaré a ellos. Y él respondió: Heme aquí.
E Israel le dijo: Ve ahora, mira cómo están tus hermanos y cómo están las ovejas, y tráeme la respuesta. Y lo envió del valle de Hebrón, y llegó a Siquem.”
He dejado establecido, a José como una imagen de Nuestro Salvador y a Israel también como una representación alegórica del Padre, desde esa perspectiva debemos ver estos versículos.
En primer lugar deseo comentar que, si bien no podemos tener cifras exactas, sabemos que la comisión que Israel da a José, implica un viaje de más de 90 km. O sea lo envía en un largo viaje a ver el “trabajo” de sus hermanos y cómo están cuidando sus rebaños.
De igual manera el Padre, envió a su Hijo Amado desde su trono en el cielo, a ver cómo estaban siendo cuidados sus “rebaños” en la tierra; un largo viaje.
Pero bien sabemos lo que ocurrió con el complot de sus hermanos. Esto nos lleva también, a algo que está reflejado en el evangelio.
¿Recuerdan la parábola en Lucas 20 del hombre que plantó una viña? Recomiendo que se lea en forma completa, al menos desde el versículo 9 al 19.
Pues bien, el versículo 13 dice: “Entonces el señor de la viña dijo: ¿Qué haré? Enviaré a mi hijo amado; quizá cuando le vean a él, le tendrán respeto”
¿Y a quiénes se refería la parábola?
Cuando Yeshúa cuenta esa parábola lo hace, según nos dice el versículo de Lucas 20:19, con una clara intención:
“Procuraban los principales sacerdotes y los escribas echarle mano en aquella hora, porque comprendieron que contra ellos había dicho esta parábola; pero temieron al pueblo.”
En la vida de José, como sombra profética de Yeshúa, sus “hermanos” complotaron para asesinarlo para que no ejerza autoridad sobre ellos y lleve su informe al padre Israel.
En la vida de Yeshúa, sus “hermanos” de la Casa de Judá, complotaron buscando con qué acusarlo para provocar su muerte.
Génesis 37:18 “Cuando ellos lo vieron de lejos, antes que llegara cerca de ellos, conspiraron contra él para matarle.”
De igual forma en que actuaron los hermanos de José, Yeshúa ve a los líderes religiosos y les dice en la parábola, Lucas 20:14-15
“Mas los labradores, al verle, discutían entre sí, diciendo: Este es el heredero; venid, matémosle, para que la heredad sea nuestra. Y le echaron fuera de la viña, y le mataron.”
Quizás, si la historia se detuviese aquí, nuestros pensamientos culminarían con un final de tristeza y decepción. Sin embargo, sabemos que pronto llegará el Día del Señor. Y que finalmente, todos aquellos que lo negaron, lo niegan y conducen a otros a negarlo, tendrán su justa retribución, Lucas 20: 15-16
“¿Qué, pues, les hará el señor de la viña? Vendrá y destruirá a estos labradores, y dará su viña a otros.”
Hoy el trabajo en la viña no se encuentra en la mano de sepulcros blanqueados, sino en aquellos que ponen las manos en el arado al servicio del Salvador, Yeshúa el Mesías.

Parte 3  #

Nuevamente, debemos estar atentos a eventos proféticos, que nos llegan de la mano de las pruebas que soportó José.
Pero comenzaré con la profecía, para luego ir a Génesis y luego al evangelio.
Recomiendo la lectura integral del salmo 22, bajo la perspectiva de ser un relato cabal de lo que el Mesías vivió, pensó, sufrió y habló.
Salmo 22:18 “Repartieron entre sí mis vestidos,…”
Usted conoce este versículo y su cumplimiento con Yeshúa.
Por desgracia, hay muchos que, en su afán de negar al Mesías, tratan de inventar explicaciones. Estas falsas argumentaciones van desde pensar que se trata de una figura de la nación de Israel, otros dicen que se trata de una imagen de Ester y el delirio que se le ocurra.
Sin embargo el propio salmo nos muestra con claridad que se trata de los padecimientos de un hombre. Y no un hombre cualquiera, sino YHWH mismo hecho hombre para pagar por los pecados de la Humanidad.
Y esto no es un invento de Ricardo. Pues hasta en las Biblias en castellano, puede encontrarse la idea del sacrificio, contenida en el propio comienzo del Salmo.
Como sé que pasa desapercibida lo explicaré.
Cualquiera puede leer en su Biblia las siguientes palabras:
“Al músico principal; sobre Ajelet-sahar. Salmo de David.”
Como escribo, si nadie lo explica no se percibe, no se ve.
Pues bien las palabras “Ajelet-sahar”, son las palabras en hebreo אילת השחר (ayelet hasajar), esto significa “el cordero del amanecer” o “el sacrificio de la mañana”.
Todo el salmo 22 nos habla del cordero de YHWH que quita el pecado del mundo.
Y una de las cosas que ocurren, en la prueba que el Hijo de YHWH debió soportar, es haber sido humillado al ser despojado de sus vestiduras. Pues los condenados a la cruz, eran despojados y solamente quedaba resguardado, el pudor con un mísero paño.
A esto lo vemos en el siguiente evento profético de la vida de José:
37:23 “Sucedió, pues, que cuando llegó José a sus hermanos, ellos quitaron a José su túnica,…”
Antes de condenarlo a la caída en el pozo, de lo cual más adelante hablaré, sus hermanos lo despojaron de la dignidad que podía quedarle y lo arrojaron desnudo. De igual manera, Yeshúa, despojado, es arrojado a la muerte por sus verdugos y entregadores.
Lucas 23:34 “Y Yeshúa decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.”

 

Parte 4 #

 
Como parte del encuentro de Yeshúa en la porción semanal, deseo ahora que se lean dos versículos del libro del Génesis. Aunque sé, que me estoy adelantando a otra porción de las Escrituras, resultará interesante lo que deseo que se vea.
El primero narra, lo que los hermanos de José hicieron con el joven,  el segundo, hace referencia a su situación en Egipto.
37:24 “y le tomaron y le echaron en la cisterna; pero la cisterna estaba vacía, no había en ella agua.”
40:15 “Porque fui hurtado de la tierra de los hebreos; y tampoco he hecho aquí por qué me pusiesen en la cárcel.”
Pareciera referirse a cuestiones diferentes, sin embargo en ambos hay una palabra que los unifica. Cuando en versículos encontramos similitudes, en palabras o expresiones, y el contexto permite relacionarlos. Entonces ambos se complementan.
En este caso nos encontramos en el 24 con la palabra “cisterna” y el en 15 con la palabra “cárcel”. Si bien en castellano usamos dos palabras diferentes, en la elasticidad del idioma hebreo, se empleó la misma, variando su significado a partir del contexto. La palabra usada es el hebreo בּוֹר  bor.
Pues en ambos casos, se hace referencia a un sitio de oscuridad, de falta de libertad, de tristeza y soledad. A un sitio rodeado del mal. En el caso de la cisterna, escorpiones, serpientes, suciedad. En el caso de la cárcel…lo mismo.
Bien sabemos que José fue librado de ambos sitios. Lo que hace al aspecto literal de la escritura. Pero ¿Y en cuanto a aspectos que no se ven a simple vista?
Por nuestras formaciones en los caminos del Señor, podemos entender que seguramente las Escrituras nos dicen que Yeshúa ha hecho lo mismo por nosotros. Que nos ha sacado de la “cisterna”, de la “cárcel” espiritual. Pero no alcanza con imaginar. Veamos el siguiente pasaje de Zacarías 9: 11
“Y tú también por la sangre de tu pacto serás salva; yo he sacado tus presos de la cisterna en que no hay agua.”
Con claridad la escritura, nos habla acerca de los que fuimos sacados y los que serán sacados, del pozo de la oscuridad del pecado, por la sangre del Pacto.
Pero como también sé, que nunca falta el enemigo que, escondido tras la falsa sabiduría, quiera negar que se trata de la sangre de Yeshúa, el siguiente versículo es suficiente.
Zacarías 9: 9
“Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.”
Juan 12: 12 al 15
“El siguiente día, grandes multitudes que habían venido a la fiesta, al oír que Yeshúa venía a Jerusalén, tomaron ramas de palmera y salieron a recibirle, y clamaban: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel!
Y halló Yeshúa un asnillo, y montó sobre él, como está escrito:
No temas, hija de Sion; He aquí tu Rey viene, Montado sobre un pollino de asna.”
Así como José fue separado del amor de su padre Jacob. Cautivo primero en la cisterna, cautivo luego en el pozo de la cárcel. De igual manera, nosotros nos encontrábamos separados del Amor de Nuestro Padre. Pero fuimos rescatados de la cautividad por la sangre de Nuestro Salvador.
*RICARDO*
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