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Porción Ree

Porción Ree
 Deuteronomio 11:26 – 16:17
En la porción y tal cual surge con sencillez de su lectura, muchos son los mandamientos que encontramos.
Comencemos por Deuteronomio 12:2-3
“Destruiréis enteramente todos los lugares donde las naciones que vosotros heredaréis sirvieron a sus dioses, sobre los montes altos, y sobre los collados, y debajo de todo árbol frondoso. Derribaréis sus altares, y quebraréis sus estatuas, y sus imágenes de Asera consumiréis con fuego; y destruiréis las esculturas de sus dioses, y raeréis su nombre de aquel lugar.”
Está claro que el mandamiento nos ordena destruir los ídolos y cuanto elemento pudiese ser usado para ese fin. Lo que a veces es olvidado es que es un mandamiento que tiene determinada aplicación territorial. Esto significa que no es un mandamiento que tengamos que aplicar necesariamente en cualquier sitio. Sino que es un mandamiento para la Tierra de Israel y para aquellos lugares que se encuentren bajo nuestro dominio.
Lo que significa que no tenemos derecho a destruir ídolos o imágenes en otros países o en lugares donde no tenemos el dominio.
O sea, por más que el conjunto de imágenes que tiene el Vaticano me llene de deseos de volver el estómago, no tengo derecho de tomar un martillo y empezar a romperlas. Así como tampoco lo tengo en Japón, Cuba, Canadá, etcétera. Es más, en los tiempos actuales las imágenes no están prohibidas en Israel. Las autoridades de gobierno y las leyes de ese país no tienen entre sus mandatos la destrucción de la idolatría.
Entonces, por fuera de Israel ¿Dónde tengo la obligación de destruir las imágenes? En todo lugar que se encuentre bajo mi dominio. O sea mi casa, o cualquier lugar de mi propiedad, sea mi carro, mi hacienda, mi finca, etcétera. Pero tampoco tengo la autoridad para destruir las imágenes en las casas de mis parientes, aun cuando sean  mis padres o mis hijos, si ellos quieren ser idólatras.
Algo muy importante que debemos considerar es la relación que existe entre Deuteronomio 12:3 y 16:21-22
Veamos a ambos:
“y sus imágenes de Asera consumiréis con fuego…”
“No plantarás ningún árbol para Asera cerca del altar de YHWH tu Elohim, que tú te habrás hecho,
ni te levantarás estatua, lo cual aborrece YHWH tu Elohim.”
El nuevo creyente quizás desconozca por completo quién es Asera, por lo cual sin hacer publicidad acerca de los dioses paganos diremos que ésta es la representación de la esposa de Baal. Recibe distintos nombres conforme a la cultura y al idioma empleado. Es llamada Astarté, asera, semiramis, y en el catolicismo romano es la falsa representación de María. En todas las religiones idólatras del mundo ha sido representada también como una mujer con un niño en brazos
La reproducción de esta imagen sólo tiene fines educativos. No buscamos polémicas con el catolicismo romano ni con cualquier tipo de culto. Esta imagen no tiene por finalidad que ninguno de nuestros lectores lo tome como arma para salir a “convertir” católicos o tener argumentos para efectuar discusiones o debates. Nada más alejado de nuestros deseos. Estamos para aprender Toráh y dirigirnos a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Será YHWH quien despierte las conciencias de aquellos que deban escuchar.
Algo importante que debemos saber es esto: cualquier persona que quisiese defender la imagen católica de la mujer con el niño en brazos podría decir que la imagen de ellos es la verdadera y las otras son tergiversaciones que ha hecho el mundo de María y Jesús. Pero lo que ocurre es que las imágenes de la mujer con el niño son anteriores a la existencia del catolicismo romano y eran conocidas en todo el mundo. Los únicos que desconocen esto son los propios defensores de la idolatría católica.
Lo repetimos: la imagen que mostramos sólo tiene fines educativos, que el creyente sepa de qué se está hablando en esta porción de la Toráh. Pues en el pasado, en tiempos de Yeshúa todos sabían cuáles eran las imágenes paganas, pero hoy el catolicismo romano y sus continuadores han infectado de ignorancia el mundo por lo cual debemos mostrar estas cosas. No para polemizar.
Otro aspecto de los cultos idólatras eran los árboles de asera. Sin extendernos mucho en el tema diremos que los actuales “arbolitos de navidad”, cuyo uso se ha extendido a casi todo el globo, son una representación actual de aquellos. Seamos claros: no debemos levantar los llamados árboles de navidad en nuestros hogares.
 *RICARDO*
Se permite la reproducción total o parcial mencionando al autor. Todos los derechos reservados.

2da Reflexión a la porción “Mira” #

 Deuteronomio 11:26 a 16:17
Deseo comenzar estas líneas dando una advertencia importante a los creyentes. Nunca se olviden de su primer amor en las lecturas bíblicas.
Sé que cuando alguien ingresa en las llamadas raíces, se aviene a enriquecerse con las preciosas páginas del mal llamado antiguo testamento. Un mundo nuevo se abre ante sus ojos. El Pueblo de Israel se presenta como algo más que un conjunto de parias desarraigados, caminando entre la arena. El Elohim que habló desde el Monte, deja de ser el lejano espectáculo de las imágenes cinematográficas. Y cada creyente pasa a ser parte de una historia personal y universal de salvación.
Pero, con toda esta tremenda riqueza espiritual adquirida, muchos son los que se olvidan de aquello que los presentó con el Mesías sufriente y triunfante. Aquel que entregó su vida en la cruz, les fue presentado no a partir de Isaías 53 o de alguna extraña combinación de letras hebreas en pasajes ocultos de la Toráh. Sino que lo conocieron en el sencillo y leído nuevo testamento.
¿Y por qué hago hincapié en esto cuando me aproximo a hacer una reflexión de la propia Toráh?
Porque si olvidamos el Nuevo Testamento, si se deja de lado, se pierde el gran pilar de la Salvación, que es el testimonio concreto, real, de la Toráh Viva. El cual es Yeshúa. ¡Y ni qué hablar de aquellos delincuentes de la fe que mutilan el Nuevo Testamento cercenando los escritos de Pablo!
Hecha la advertencia pasemos a las escrituras de la ocasión.
En Deuteronomio 15:1 leemos “Cada siete años harás remisión.” Continuando la lectura, podemos ver que constituyen una ampliación de lo preceptuado anteriormente, por ejemplo en Éxodo 21 donde se establece la liberación de los siervos hebreos. Pero aquí, en Deuteronomio, la inspiración apuntó a la liberación de las deudas personales y no de la libertad individual. La importancia de esto se encuentra en el trasfondo espiritual detrás de las palabras. Pues, como la mayoría sabe, cuando hablamos de deudas, alegóricamente también se hace referencia a los pecados. Estos constituyen una deuda del ser humano para con YHWH y los demás hombres. Siendo perspicaces, podemos entender que en el capítulo 15 de Deuteronomio se está haciendo referencia alegórica a la remisión de los pecados.
Avanzando en la lectura, veamos el versículo 2:
“Y esta es la manera de la remisión: perdonará a su deudor todo aquel que hizo empréstito de su mano, con el cual obligó a su prójimo; no lo demandará más a su prójimo, o a su hermano, porque es pregonada la remisión de YHWH.”
Lo que este versículo nos enseña es que para la remisión de deudas, o perdón de pecados como alegóricamente podemos entender, se establece una primera salvedad. Se trata de una gracia extendida en favor de los miembros del Pueblo de Israel, llamados en este caso “prójimo” o “su hermano”. Si alguien pusiese alguna duda en esto que escribo, alcanza con ver el versículo siguiente, el cual dice:
“Del extranjero demandarás el reintegro; pero lo que tu hermano tuviere tuyo, lo perdonará tu mano,…”
O sea, la remisión de deudas y alegóricamente el perdón de pecados es para el Pueblo de Israel.
Es ahora, cuando surge la eterna pregunta ¿Qué ocurre con aquellos que no son parte del Pueblo de Israel? ¿Acaso quedan sin posibilidad de redención?
La respuesta es un tanto compleja pues se termina en el famoso, sí y no.
Pues los que quedan fuera del perdón de pecados son aquellos que quedan fuera de la cobertura del Mesías de Israel. La escritura es muy clara cuando establece, Hechos 2:21
“Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.”
Y asimismo lo reafirma Pablo, Romanos 10:13
“porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.”
Es entonces cuando desarrollando la cuestión, llegamos a este sencillo punto, que parece no tener explicación en la teología de muchos aventureros de las raíces hebreas. ¿Si solamente los “israelitas” tienen salvación en Yeshúa, cómo es posible que alcance la salvación un guaraní, un sajón, un han o un cherokee? ¿Acaso debemos disfrazarnos de judíos, debemos adoptar las costumbres judías, sus vestimentas, su idioma para estar acorde con lo que el Padre nos pide? Pues nuevamente las escrituras del Nuevo Testamento nos dan la respuesta. Gálatas 3:28
“Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Yeshúa.”
Con Yeshúa, serán extranjeros que no pueden alcanzar la remisión de sus deudas para con el Padre, aquellos que sencillamente no aceptan a Yeshúa como su Señor y Salvador.
El versículo 4 del capítulo 15 de Deuteronomio, dice:
“para que así no haya en medio de ti mendigo; porque YHWH te bendecirá con abundancia en la tierra que YHWH tu Elohim te da por heredad para que la tomes en posesión,”
Antes de continuar deseo explicar una cuestión metodológica.
¿Por qué buscamos la correcta definición de las palabras?
Porque nos permite tener la idea correcta de lo que se ha querido expresar. El lenguaje humano es una experiencia riquísima de conocimiento y sabiduría. Las personas han debido construir palabras, vocablos, fonemas, que puedan expresar lo que se desea transmitir. Por ello, cuando las escrituras tienen alguna palabra clave o importante, es necesario buscar el entendimiento correcto de lo que se deseó decir.
A medida que las personas crecen en conocimientos y sabiduría emplean palabras más específicas y las crean para expresar ideas.
Tomemos el siguiente ejemplo. Yo puedo decir “tabla de madera o metal o vidrio, de forma rectangular o redondeada, con extremos perpendiculares colocados en cada extremo, que sirve para distintos usos. Los cuales pueden ser realizar tareas, comer, colocar utensilios, etcétera.
O bien  puedo decir directamente “mesa”.
Las palabras contienen la sabiduría de los pueblos y los siglos. La división de las lenguas en Babel produjo que la sabiduría y conocimiento de los pueblos quedase dividida. Una porción para cada pueblo, lo cual ha podido mejorarse, merced a la misericordia de YHWH, con el intercambio cultural entre los pueblos.
Pensemos que para poder entender con precisión lo que un autor desea transmitir, tenemos que tener el conocimiento del idioma y específicamente de las palabras que emplea y cómo las emplea.
El conocer con precisión lo que el “autor” de la Biblia deseó transmitir nos permite comprender mejor el mensaje.
¿Cuál es la palabra empleada para mendigo en el versículo 4?
Es el vocablo אֶבְיוֹן  (ebión), que referencia al necesitado, el indigente, el que quiere algo porque lo necesita.
Los sabios de la Septuaginta tradujeron esto al vocablo griego ἐνδεής (endeés).  Esta palabra griega está formada por dos palabras, una de ellas significa enrollar, atar. Por ello una persona en el estado de mendicidad es una persona que está atada y enrollada. Como alguien que no puede alzarse.
¿Cuál es el sentido de emplear el tiempo en estas explicaciones acerca de palabras e idiomas?
Porque bien sabemos que el nuevo testamento fue dado al mundo en griego, y ello permitió que pudiese ser entendido a la luz de la Toráh traducida en la versión Septuaginta. Siendo el dialecto koiné, la lengua hablada en los pueblos que recibieron por vez primera, el testimonio de Yeshúa.
Por favor acérquense al evangelio de Lucas, capítulo 13, versículos 10 al 17. Por una cuestión de espacio, solamente citaré algunos.
Versículos 10-11: “Enseñaba Yeshúa en una sinagoga en el día de reposo; y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar.”
Como Yeshúa muestra la misericordia de sanarla y recibe los reproches farisaicos responde:
Versículo 16 “Y a esta hija de Abraham, que Satanás había atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta ligadura en el día de reposo?”
Ahora bien, para que pueda entenderse a dónde apunto con estas citas y cómo se relaciona por la porción Ree, permítaseme citar directamente del griego esta parte del versículo 16:
“que satanás había atado”
En griego transliterado (pasado a una pronunciación con letras en castellano), esto se lee: jen edésen jo satánas idú.
Ahí podemos ver la palabra edésen que es lo que he explicado que significa enrollar, atar.
Para poder entender el complejo espiritual que se encuentra detrás de estos versículos volvamos al versículo 11: “…había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar.”
En el versículo 16 Yeshúa nos dice que esta mujer se encontraba atada por satanás. Y el versículo 11 nos dice que esta mujer se encontraba encorvada y en ninguna manera se podía enderezar.
Estos versículos, nos están enseñando que una persona que se encuentra atada por satanás, en ninguna manera se puede enderezar por sus medios. Por ello, es que tantas personas caen recurrentemente en los vicios de los cuales pretenden alejarse. O bien esos vicios, que pensaron que dejaban de lado, son reemplazados por otros vicios quizás peores. Los cuales en definitiva, cumplen la función de mantener a la persona sin poder enderezarse.
¿Y frente a quien se encuentran “agachadas” o en estado de postración (en un estado de adoración) las personas que están inmersas en el pecado? Por supuesto como Yeshúa nos enseña, estas personas se encuentran postradas, en un estado de adoración a satanás.
Por último, podemos entender que hay un tiempo agradable al Señor en el cual todas las personas postradas y sometidas van a poder liberarse. Hay un momento en el cual las personas tendrán un tiempo favorable para recibir la compasión y la liberación del Hijo de YHWH.
Para poder ver esto es necesario que atendamos a la información que un  versículo nos aporta:
Lucas 13:10 “Enseñaba Yeshúa en una sinagoga en el día de reposo”
¿Cuándo es el día de reposo, o sea el Shabat?
Obviamente el séptimo día
¿De qué estábamos hablando en la porción de esta semana?
De la remisión del séptimo año, lo cual es una figura de la redención que se producirá en el séptimo milenio cuando Yeshúa instaure su reino.
Hoy, todos aquellos que se acercan a Yeshúa, se encuentran en un tiempo agradable a la Gracia. Todos los que hoy se arrodillan ante Su Majestad, serán parte de los gozosos que reinen con el Él en el “séptimo año” o mejor dicho “en el séptimo milenio”.
*RICARDO*
Se permite la reproducción total o parcial mencionando al autor. Todos los derechos reservados.

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