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🟢 ES POSIBLE VER A YHWH Y NO MORIR

Al comenzar esta reflexión deseo hacer una observación inicial. Cuando versículos bíblicos se leen en forma apresurada y fuera de su contexto, es posible que las ideas allí expuestas terminen por confundirse. O bien, se generen conclusiones equivocadas. Veamos el siguiente texto del evangelio.
Juan 1:18 “A YHWH nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.”
Si sacamos conclusiones a partir de la primera parte del versículo,  deberíamos pensar que “YHWH” nunca fue visto. Así, en términos sencillos, es lo que el escritor nos dice. Es más, siguiendo una línea de  pensamiento de aquellos que niegan la Deidad de Yeshúa, se diría que como YHWH nunca ha sido visto y Yeshúa sí fue visto por los hombres, entonces Yeshúa no sería YHWH.
Algo más para que el entuerto sea completo. Observemos este pasaje de Deuteronomio 4:12-13 “Y habló YHWH con vosotros de en medio del fuego: oísteis la voz de sus palabras, mas a excepción de oír la voz, ninguna figura visteis: Y él os anunció su pacto, el cual os mandó poner por obra, las diez palabras; y las escribió en dos tablas de piedra.”
Este es también otro texto usado para negar que haya sido visto YHWH.
Creo que la respuesta a estas cuestiones resulta, sumamente importante, para sostener la Fe de tantos que pueden caer víctimas de las artimañas del error.
Partamos de analizar el primero de los textos, Juan 1:18.
Si se pretende estudiar el versículo en forma aislada la conclusión será errónea. Pero cuando se analiza a la luz del propio contexto en el cual está, se verá algo muy distinto. Recomiendo la lectura previa de los versículos del capítulo 1 de Juan desde el 1 hasta el 18, por lo menos.
Haciendo un sencillo análisis textual podemos apreciar el contenido siguiente:
1 y 2 nos dan la ubicación del llamado Verbo, Logos, Palabra, Dabar. Pues nos dicen dónde se encontraba desde antes de la creación de todas las cosas. Explicando que el Padre y el Hijo han estado juntos desde antes de que el tiempo existiese.
3 nos explica que toda la Creación fue realizada por su intermedio, lo cual vemos desde Génesis 1:1 donde es el Elohim Alef Tav (o Alfa y Omega) quien crea todas las cosas.
4 y 5 nos presentan la realidad del Hijo como la misma Luz.
6 al 8 nos presentan a Juan el Bautista
9 al 11 nos hablan nuevamente de la Luz, quien sabemos que es el Hijo de YHWH. Y de aquellos que tuvieron conocimiento de la Luz.
12 al 13 nos hablan de lo que ocurre con aquellos que creen en la Luz.
14 y 15 nos hablan del Verbo (o Palabra) habitando con los hombres. Y Juan el Bautista dando testimonio de ello.
16 y 17 nos hablan de la obra de expiación final que vino a traer el Verbo.
De la lectura del conjunto de los versículos señalados, podemos ver que los mismos hacen hincapié en la realidad de Deidad del Hijo de YHWH y su relación con el Padre. Siendo Padre e Hijo de una misma naturaleza. Tengamos este último punto sencillo en claro. La Creación misma nos enseña que un humano no engendra un perro, ni un delfín engendra un tiburón, ni un murciélago engendra una alondra. Un Padre engendra un Hijo similar a él. Y cuando algo no es así, ha sido por aberraciones traídas a partir del pecado. Padre e Hijo tienen una misma naturaleza.
Pero el Padre ha determinado no ser visto por los hombres, sino que su naturaleza fuese conocida por nosotros, a través del Hijo Amado.
Por lo cual, cuando el versículo 18 dice que “a YHWH nadie le vio jamás…”, sencillamente se está refiriendo al Padre. ¿Por qué entonces el escritor del evangelio no escribió “al Padre nadie le vio jamás”? Porque, y lo escribo con el respeto correspondiente, los versículos giran alrededor de la visitación del Hijo a los hombres y no a describir la realidad del Padre. O sea, el protagonista de los versículos, el eje de los mismos, es el Hijo. Debemos discernir siempre con exactitud, cuál es el punto central de las escrituras, para no discurrir por cuestiones secundarias.
El segundo de los textos, el de Deuteronomio que dice “…ninguna figura visteis…”, también es usado por los detractores, por los apóstatas y por los que niegan la Deidad de Yeshúa. Al afirmar que el Pueblo de Israel nunca vio a YHWH con forma, con figura o con apariencia similar a la humana.
Nuevas patrañas, elaboradas para confundir la inocencia sana de aquellos que creen en su Señor y lo Aman.
Porque, a poco que es leído completo el versículo, se verá que el contexto del mismo nos habla de precaver, de tomar precauciones, para evitar la idolatría. Y es cierto. Cuando al pie del Monte Sinaí, el Pueblo escuchó los llamados diez mandamientos, solamente escuchó la Voz de YHWH.
Pero, YHWH mismo ¿Fue visto o no?
Dejemos que las propias escrituras nos lo digan.
Éxodo 24:10 “y vieron a YHWH de Israel;…”
Éxodo 24:11 “Mas no extendió su mano sobre los príncipes de los hijos de Israel; y vieron a YHWH…”
¡Eh, qué ha ocurrido! ¿Acaso no se nos ha enseñado siempre que no es posible “ver a YHWH y no morir”?
Pues bien, aquí es donde todas las escrituras comienzan a relacionarse, esa interrelación hermosa donde todo cobra sentido.
En el pasaje que estamos viendo de Éxodo, los presentes sí vieron a YHWH. Tal cual lo vio Nabucodonosor, según Daniel 3:25 “Y él dijo: He aquí yo veo cuatro varones sueltos, que se pasean en medio del fuego sin sufrir ningún daño; y el aspecto del cuarto es semejante a hijo de los dioses.” O Isaías 6:1 “En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo.”
¿Quién es este ser al cual vio Isaías?
No tengo dudas de que se trata del Hijo de YHWH en su trono. En el pasaje, cuando es leído en hebreo, hay un detalle importantísimo. Y es que aparece la partícula ET (alef tav o alfa omega si pensamos en términos griegos). Pues en el versículo de Isaías donde dice “vi yo al Señor”, en hebreo (transliterando al castellano), dice “vaereh ET Adonay”.
Entonces relacionando lo visto hasta ahora.
El propio Yeshúa dice: Juan 6:46 “No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de YHWH; éste ha visto al Padre.”
Nadie ha visto al Padre, sino solamente el Hijo.
Entonces donde dice que Moisés, Aharón, los 70 ancianos, Isaías y tantos otros, vieron a YHWH. ¿A quién vieron? Al Hijo. A Nuestro Señor. A quién luego se encarnaría y se nos presentaría como Yeshúa. Nuestro Salvador. Quien sin lugar a dudas es YHWH mismo en la persona del Hijo.
Ricardo.
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