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CRONOLOGÍA EN JUAN

En un estudio anterior he dado una pequeña explicación acerca de los evangelios sinópticos y cómo se relacionan entre ellos. Pero el evangelio de Juan no es un sinóptico. Su contenido difiere de la estructura, de la organización que tienen los otros tres. Por lo cual este evangelio no puede ser colocado en paralelos como los anteriores.
Esto ocurre porque el evangelio de Juan fue hecho con un propósito determinado. Este es el mostrar a Yeshúa cumpliendo las Santas Convocaciones, lo que algunos llaman las Fiestas del Señor, los Moedim. Cuando alguien sigue lo relatado en este evangelio verá cómo se desenvuelve la actuación del Mesías ordenadamente en cada una de aquellas. Entonces alguien dirá ¿Pero cuando yo lo leo no encuentro que esté ordenado de acuerdo a las fiestas de Israel? Y mi respuesta es que no lo encuentra porque está desordenado. Sus partes han sido cambiadas de lugar. Alguien se tomó la tarea de mezclar capítulos y hasta versículos para dar una idea distinta de la real. Es por ello que por ejemplo el capítulo 2 de Juan que habla de la purificación del Templo es presentado al principio. Sin embargo Marcos (cap.11), Mateo (cap. 21) y Lucas (cap. 19) nos indican que ocurrió al final del ministerio del Salvador en Jerusalén.
Este desorden del evangelio de Juan ha cumplido distintos propósitos. Uno de ellos ha sido el extender la actuación pública del Salvador a unos 3 años o 3 años y medio; dando incluso la falsa idea de su muerte a los 33 años. Aunque sabemos que su peregrinar apenas superó el año. Pero el más importante fue precisamente el quitar de la mente de los creyentes el deber de observar las Santas Convocaciones tal cual lo hizo Él.
En este sentido es que los tres sinópticos nos brindan una ayuda fundamental. Pues comparando lo que estos registran con el de Juan, podemos ordenar este último.
Haciendo esto generamos una pequeña guía de trabajo. Veamos esquemáticamente lo que los tres sinópticos nos dan:
1) Luego de ser puesto en el sepulcro Yeshúa resucitó al comenzar el primer día de la semana
2) La piedra colocada en su entrada fue removida por ángeles
3) Esta acción provocó terror en los guardias que custodiaban el lugar y temor en las mujeres que había ido a realizar los ritos acostumbrados.
4) Uno de los ángeles da explicaciones a Magdalena y la comisiona a dar aviso al resto de los creyentes.
5) En el camino a hacerlo Yeshúa se le aparece.
6) Cuando explica lo ocurrido los apóstoles no le creen.
7) Uno de ellos sale corriendo primero hacia el sepulcro.
Tomando esta secuencia comparemos ahora con el de Juan.
1-2-3-4) Todos estos eventos no están relatados con detalles por el evangelio de Juan sino resumidos en los siguientes versículos:
Juan 20:1 “El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro.”
20:11 al 13 “Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro; y vio a dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Yeshúa había sido puesto. Y le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras? Les dijo: Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto.”
Aquí deseo hacer una observación. Convenientemente alguien colocó la siguiente frase “y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto” en Juan 20:2 cuando Magdalena da el aviso a los apóstoles. Sin embargo ninguno de los tres sinópticos registra que ella les haya dicho esto, sino que el Señor resucitó. Por lo cual con sencillez podemos entender que se trata de un agregado fuera de lugar para reforzar el desorden creado en el relato.
5) Este evento sí tiene mayor atención de parte de Juan porque como este evangelista es un sacerdote da importancia al aspecto de purificación que debe ser cumplido antes de poder ser tocado por cualquier mortal. Lo cual he explicado en otro estudio. Es así que el evangelio de Juan relata los eventos:
Juan 20: 14 al 18 “Cuando había dicho esto, se volvió, y vio a Yeshúa que estaba allí; mas no sabía que era Yeshúa.
Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré.
Yeshúa le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni! (que quiere decir, Maestro).
Yeshúa le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Elohim y a vuestro Elohim.
Fue entonces María Magdalena para dar a los discípulos las nuevas de que había visto al Señor, y que él le había dicho estas cosas.”
Algo que no debemos perder de vista es que Juan es económico al exponer detalles que no son significativos al propósito de su escrito. Como ocurre por ejemplo con el relato del encuentro con Yeshúa del cual apunta los aspectos más significativos.
6-7) El relato de Juan no incluye el hablar de la incredulidad de los discípulos, pero sí lo da a entender en el versículo 20:8. Veamos ahora cómo nos muestra los eventos de los puntos 6 y 7  que marqué anteriormente:
20:2 al 10 “Entonces corrió, y fue a Simón Pedro y al otro discípulo, aquel al que amaba Yeshúa,”
3 Y salieron Pedro y el otro discípulo, y fueron al sepulcro.
4 Corrían los dos juntos; pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro.
5 Y bajándose a mirar, vio los lienzos puestos allí, pero no entró.
6 Luego llegó Simón Pedro tras él, y entró en el sepulcro, y vio los lienzos puestos allí, 7 y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Yeshúa, no puesto con los lienzos, sino enrollado en un lugar aparte.
8 Entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y vio, y creyó.
9 Porque aún no habían entendido la Escritura, que era necesario que él resucitase de los muertos.
10 Y volvieron los discípulos a los suyos.”
Como puede verse de esta sencilla comparación hemos puesto en orden los eventos relacionados con la resurrección, en el evangelio llamado de Juan. Quizás aún alguna otra corrección deba hacerse, pero lo hecho alcanza para mostrar que no hay contradicciones, sino falta de lectura y orden.
*RICARDO*
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