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Porción 4 “y apareció” VaYerá

VaYerá -“Y apareció” 1ª Reflexión (Génesis 18:1 al 22:24)
En la porción de esta semana tenemos el mandato de la hospitalidad (hajnasot orjim). Veamos qué nos dice el Génesis:
 18: 1 al 5 “Después le apareció YHWH en el encinar de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día.
Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra, y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo.
Que se traiga ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies; y recostaos debajo de un árbol, y traeré un bocado de pan, y sustentad vuestro corazón, y después pasaréis; pues por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo. Y ellos dijeron: Haz así como has dicho.”
 Pues mucho podemos conocer del hebreo y de los misterios. Podemos bucear en la escritura buscando mensajes ocultos durante siglos. Pero todo ello no puede hacer perder de vista que la Toráh es eso: Lo que significa en hebreo: Instrucción. O sea el manual didáctico de YHWH para que el ser humano sepa conducirse en la vida como “El manda”.
¡Hay tanto para aprender de Abraham en estos pasajes!
Empecemos por lo más sencillo ¿Dónde estaba Abraham?
“…, estando él sentado a la puerta de su tienda…”
Cada palabra de la Toráh está puesta con un objetivo. Nuestro padre Abraham se encontraba sentado a la puerta de su tienda. Podría haber estado dentro de su tienda o acostado. Pero en ese momento se encontraba expectante, atento al posible paso de algún caminante. Pensemos por un instante si nuestra actitud en un lugar determinado sería la de estar expectante si una persona pasa, cansada de andar el camino. ¿Tendríamos nuestras fuerzas preparadas para recibirlo? ¿O quizás nos esconderíamos haciendo que miramos al otro lado?
Quizás deba imaginar la situación de otra forma. Muchos de los que leen este estudio viven en ciudades, algunas de ellas ajetreadas, de todas las cientos de personas que pasan por ellas ¿Ninguno tiene necesidad de un vaso refrescante de agua? ¿Acaso el barrendero no pasa haciendo su trabajo en invierno? Quizás nosotros no estemos en el desierto con una tienda esperando que pase un caminante. Pero ¿Cuántos carteros pasan en verano acalorados con su bicicleta? ¿O al barrendero, no le caería bien acaso un café caliente en invierno?  Son observaciones, no significa que algún lector deba sentirse incómodo o culpable por no salir con un termo o garrafa a la calle buscando gente con frío. Pero sí es bueno incorporar a nuestras vidas ese aspecto de la vida y ética de Abraham.
En la práctica constante de instrucción de los apóstoles ha sido un aspecto muy importante el hajnasot orjim, la práctica de la hospitalidad. Basta ver los siguientes pasajes que fueron dirigidos en su mayor parte a nuevos creyentes.
Romanos 12:13 “compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad.”
1ra de Timoteo 5:10 “que tenga testimonio de buenas obras; si ha criado hijos; si ha practicado la hospitalidad;…”
Hebreos 13:2 “No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.”
Esto en cuanto a lo directo y literal que surge del pasaje analizado de Génesis. Pero podemos ahondar más en la cuestión. Pues no basta con practicar la hospitalidad, sino que es necesario tomar en cuenta cómo se la practica.
¿Cómo se hace sentir a la persona que viene a nuestro lugar? ¿Con qué cara se lo recibe? ¿Esa persona se siente apreciada y respetada, se siente cómoda?
Quiero transcribir algunos pasajes que nos responden esta cuestión. Pero antes queremos recordar que quien llevó a cabo estas acciones fue un hombre de 99 años, con decenas de sirvientes y criados que lo pudieron hacer todo por él.
Génesis 18: 2 “y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos,…”
Génesis 18:6 “Entonces Abraham fue de prisa a la tienda a Sara,…”
Génesis 18:7 “Y corrió Abraham a las vacas, y tomó un becerro tierno y bueno, y lo dio al criado, y éste se dio prisa a prepararlo.”
Dejamos al lector el ver las distintas atenciones que Abraham tuvo con los viajeros.
Y en cuanto a la “cara”, al semblante con que fueron ejecutadas estas acciones, a la predisposición,  basta analizar el siguiente versículo:
Génesis 18:3 “Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo.”
Nuestra tarea es enseñar Toráh, Instrucción, pero no la instrucción que acumula tesoros en nuestra mente para demostrar conocimiento y sabiduría. La Instrucción tiene por fin cambiar el mundo en la medida en que se influye en este. La Instrucción tienen como fin transformar al nuevo creyente haciéndolo mejor persona cada día.
Esta porción nos inserta en un mundo donde la necesidad del semejante es atendida. Comprendamos esto, esta no fue la primera ni la última oportunidad en que Abraham practicó hajnasot orjim, hospitalidad.
La Instrucción (Toráh) es un manual para la vida cotidiana del creyente. Es válido aprender cuestiones que han parecido misterios durante siglos para el cristianismo. Pero es más importante el cambio en la actitud y en la vida de la persona. Ese cambio que hace falta en un mundo dirigido por el afán de la autosatisfacción. Por la autocomplacencia. Dirigido por la intención de obtener un provecho por todas las cosas.
Las enfermedades en general tienen un origen en el pecado. Grandes predicaciones y seminarios se elaboran predicando la “sanidad”. El servicio de hospitalidad es una buena herramienta para la sanidad del alma, para depurarla de impurezas e inmundicias del propio ego. Purificada esta, ya la preocupación  por el cuerpo pasa a un segundo plano.

¿Queremos un gran mover por la “sanidad de las naciones”? Iniciemos un mover por la sanidad en las relaciones humanas. Hagamos un alto para predicar sobre la hospitalidad y muchas enfermedades huirán de nosotros.

Con el paso de las distintas porciones de las escrituras vemos que muchos de los datos contenidos en ellas se nos pasan desapercibidos.

Muchas veces no se trata de falta de lectura bíblica. Sino de tener ciertos conceptos claros.
En la Porción “Y apareció” tenemos por ejemplo una referencia concreta al momento del año en el cual se efectuó la presencia de Memra (La Palabra) y los dos ángeles ante Abraham.
En este breve estudio veremos que ello ocurrió en una etapa muy importante del año.
Pero dejemos que las escrituras hablen por sí mismas.
Génesis 18:6 “Entonces Abraham fue de prisa a la tienda a Sara, y le dijo: Toma pronto tres medidas de flor de harina, y amasa y haz panes cocidos debajo del rescoldo.”
Siendo sinceros se siente un poco de emoción al plantear la siguiente pregunta ¿Se imagina creyente que en este versículo se encuentra la respuesta a en qué etapa del año litúrgico ocurrió esto?
Pareciera que sólo se tratase de indicaciones sobre lo que debe cocinar. Pero no.
Ahondemos un poco más. Génesis 18:14
“…Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo.”
Pasando a explicar la cuestión debemos decir en primer lugar que la frase que ha sido traducida como “tiempo señalado” es en hebreo la palabra “moed” (Strong 4150 מוֹעֵד). Y por qué esta palabra es importante, porque los moedim o tiempos señalados son las santas convocaciones. Los momentos elegidos por YHWH para tener un contacto especial con su Pueblo. Ellos constituyen por ejemplo la Fiesta de los tabernáculos, el Día del perdón, la Fiesta de Pentecostés y también las llamadas Fiestas de la Primavera. Una de estas fiestas es la llamada Fiesta de los Panes sin levadura.
En esta durante una cantidad de días los creyentes y seguidores de la Toráh no comemos levadura. O sea comemos por ejemplo el pan sin leudar. En nuestro hogar usamos agua, harina, sal, aceite, pero no dejamos leudar la masa. De esa forma hacemos el matzá (pan sin leudar) que comemos durante todos esos días. Si prestamos un poco de atención es el tipo de pan que elaboró la matriarca Sara.
¿Tenemos algún otro indicio de que ello haya sido así?
Por supuesto, lo vemos en la atención y servicio del tzadik (justo) Lot a los dos ángeles que lo visitaban.
Génesis 19:3 “Mas él porfió con ellos mucho, y fueron con él, y entraron en su casa; y les hizo banquete, y coció panes sin levadura, y comieron.”
Si bien por la diferencia de nuestro calendario el momento exacto en que se celebra esta Fiesta cambia de año a año, podemos pensar que por lo general cae en los meses de marzo y abril. Comenzando al día siguiente de lo que con posterioridad se llamará Pesaj. Meses que pueden ser cálidos en la Tierra Santa y que nos explican el porqué del contenido del versículo de Génesis 18:1 con referencia a Abraham
“…estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día.”
Entonces tenemos la promesa hecha por YHWH acerca de que al año siguiente Sara tendría un hijo. Pues bien, nuevamente cuando ello se cumplió tenemos la siguiente traducción, Génesis 21:2
“Y Sara concibió y dio a Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que YHWH le había dicho.”
Nuevamente la traducción nos juega una mala pasada. Pues donde está escrito “en el tiempo que YHWH le había dicho”, en realidad en hebreo dice
“en el moed que Elohim le había dicho”. ¿Y cuándo fue ello?
El moed que YHWH le había dicho, o sea la Fiesta en la cual YHWH le había dicho que nacería es la Fiesta de los Panes sin Levadura.
Ello ocurre  en el mes bíblico de aviv, para ser más exactos el día 15 de aviv, cuando comienza la Fiesta de los Panes sin levadura.

Resultó interesante que  pueda comenzar a observar estas cosas que hasta ahora se le pasaban desapercibidas. Imagínese todo lo que restará…

 

Génesis 18:33 “Y YHWH se fue, luego que acabó de hablar a Abraham; y Abraham volvió a su lugar.”

Resulta hermoso pensar en cómo la Toráh nos habla desde la sencillez de un versículo.
Como muchas veces escribimos no existen palabras ociosas en las Escrituras. En este caso nos interesa hacer hincapié en las últimas palabras de ese versículo que hemos transcripto. “…Y Abraham volvió a su lugar.”
En esta porción de la Instrucción vemos cómo Nuestro Padre Abraham recibe la visita de Memra y dos ángeles. Al comenzar el camino hacia Sodoma, YHWH mismo se acerca a Abraham a contarle lo que en breve acontecería con las pecadoras ciudades. Podemos leer la intercesión de Abraham a favor de los posibles justos que viviesen allí, de los cuales sólo su sobrino Lot y sus hijas tenemos referencia que se hayan salvado. Pero al final del relato de la conversación de Abraham con YHWH tenemos la frase que transcribimos.
Todos conocemos personas que pareciesen tener la habilidad de entrometerse en lo ajeno. De inmiscuirse donde no han sido llamados. Cuántos de nosotros incluso nos encontramos muchas veces en la situación de tener que dar explicaciones por encontrarnos en lugares donde no nos han convocado. Pero Abraham nos muestra la actitud que la Instrucción (Toráh) pide de nosotros: ocupar nuestro lugar.
Podríamos rebuscar las palabras, pero lo concreto es que Abraham luego de cumplir su parte. De hacer activo el rol que de él pide YHWH, no se inmiscuye, no se entromete más allá de lo que le corresponde.
Sabemos que a los metiches les termina yendo mal.
El concepto de libertad en la cultura hebrea tiene que ver con desarrollar todas las potencialidades, todas las capacidades que el creador pone en nosotros.  De Abraham puede decirse que en los pasajes de la visita de YHWH y sus dos ángeles cumplió con todas las expectativas de Elohim cuando lo creó. Fue hospitalario, supo reconocer e inclinarse ante la Deidad, fue intercesor y salvó la vida de sus parientes y… supo cuando debía volver “a su lugar” y cesar su intervención.
Muchos serán los momentos de la vida en que nos encontremos en situaciones similares. Donde debamos decir “hasta acá llegué”, “hasta aquí corresponde que me involucre”, “aquí debe cesar mi intervención”.
 Por eso nuestro ser debe estar atento a la manifestación de la Voluntad del Altísimo quien a través de Rúaj HaKodesh (Espíritu Santo) nos enseñará lo que El espera de nosotros.
Proverbios 27:8 “Cual ave que se va de su nido, Tal es el hombre que se va de su lugar.”
 Génesis 20:1
“De allí partió Abraham a la tierra del Neguev…”
Alguien podría preguntarse ¿En qué quedamos, o es correcto que se quede o es correcto que se vaya?
Para poder entender el porqué de que esta sea una actitud correcta y de consagración al Altísimo, debemos volver unos cuántos versículos atrás.
Génesis 12:5 “Tomó, pues, Abram a Sarai su mujer, y a Lot hijo de su hermano, y todos sus bienes que habían ganado y las personas que habían adquirido en Harán, y salieron para ir a tierra de Canaán;…”
¿Por qué este versículo es importante para entender la razón de que Abraham partiera al sur luego de ver destruir a Sodoma y las otras ciudades?
Ya explicamos algo con anterioridad y es el hecho de que cuando se refiere a “las personas que había adquirido…” pareciera que se habla de personas compradas con dinero como siervos. Pero en realidad de lo que se está hablando es de personas cuyas almas fueron ganadas por Abraham para YHWH. Personas que recibieron su enseñanza rechazando la idolatría de los pueblos de Mesopotamia.
¿Y qué tiene que ver ello con que ahora, luego de la destrucción se marche hacia el Neguev?
Pues bien, lo que ocurre es que la tradición y hasta el cine, nos han mostrado un Abraham preocupado por caminar buscando pasturas para su ganado. Cuando en realidad el movimiento que él llevaba adelante tenía por objeto transmitir los conocimientos del Creador. Ganar almas para YHWH.
Pensemos por un instante en esto. Cuando Abraham recibe la visita de Memra (La Palabra)y los malajim (ángeles) se encontraba a la puerta de su tienda a la espera de que pasasen caminantes en dirección a Sodoma o a Gomorra. A los cuales él recibía en hospitalidad y transmitía conocimientos de Toráh.
Es natural entonces que luego de la destrucción de esas ciudades, Sodoma, Gomorra, Adma, Zeboim; ya el flujo de personas que se dirigirían dejaría de existir. Ya no habría más personas tomando ese camino.
De hecho se nos dice que la destrucción fue tal que “destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra.”
También debemos tomar en cuenta que esta zona era tan buena que la había elegido Lot para su ganado, Génesis 13:10
“Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, como el huerto de YHWH, como la tierra de Egipto en la dirección de Zoar, antes que destruyese YHWH a Sodoma y a Gomorra.”
Incluso se la comparaba con el Gan Edén (Huerto de Edén), pero después, la destrucción llegó hasta “… el fruto de la tierra.”  O sea  se transformó en el desierto muerto que es hasta nuestros días. Entonces tampoco existía la esperanza que la zona se repoblara por nuevos agricultores o campesinos.

En síntesis, ya no había motivos para que Abraham permaneciese en esa zona no habiendo a quien predicar los caminos de YHWH.

Esta porción nos presenta una de las pruebas más difíciles que ha tenido que sortear una persona, la “akedá de Isaac”.

En esta prueba, nuestro Padre Abraham recibió la comisión más difícil de su vida. Sacrificar a su hijo Isaac.
La mayoría de los creyentes  conocen estos hechos. Veamos Génesis 22: 1 -2
“Aconteció después de estas cosas, que probó YHWH a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí.
Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.”
No haremos hincapié en los sentimientos que han embargado a Abraham, lo que sintió en su ser, el dolor y todo lo que cualquiera podría imaginarse. Trataremos de enfocarnos en aspectos poco observados de la cuestión. Pues de todo lo demás muchos se ha escrito y muy bueno.
En primer lugar queremos hablar del paso del tiempo. Como leemos de corrido los textos bíblicos en algunos perdemos la perspectiva del paso del tiempo. Y así pasamos de un capítulo a otro sin percatarnos que han transcurrido muchos años.
A veces esta cuestión está a la vista. Por ejemplo Génesis 16:16
“Era Abram de edad de ochenta y seis años, cuando Agar dio a luz a Ismael.”
En este pasaje termina el capítulo 16 del Génesis. Pero no nos olvidemos que la división en capítulos es algo arbitrario. Que en el rollo original no existe. Por eso es posible advertir que para el versículo siguiente que corresponde a Génesis 17:1, han pasado 13 años.
“Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció YHWH y le dijo: Yo soy el Elohim Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto”
En los pasajes siguientes ocurre el mandato de la circuncisión.
En cuanto al capítulo siguiente, el 18, donde se recibe la promesa del nacimiento de Isaac, sólo han pasado unos días después de la circuncisión.
No vamos a hacer un relato pormenorizado de los lugares donde Abraham estuvo con su familia. Sólo  hacer hincapié en este versículo del capítulo 21 del Génesis:
21:34 “Y moró Abraham en tierra de los filisteos muchos días.”
Estos muchos días (yamim rabbim) en este caso nos está indicando un período importante de años.
¿Por qué hoy hacemos hincapié en estas cuestiones acerca del paso del tiempo? Por un error frecuente en las religiones que dicen tomar la Biblia como su instrumento.
Hace años un Pastor relataba acerca de un sermón que había dado en su congregación donde había tocado el tema del “casi” sacrificio de Isaac. Su relato conmovía al oyente, e invitaba a imaginar al niñito con sus pequeñas manos siendo atado por Abraham, como un corderito preparado para el matadero.
Si bien puede presentarse como algo muy conmovedor, cabe la pregunta ¿De dónde sacó el predicador que Isaac era un niñito?
Podríamos pensar que se trata de lo que surge de Génesis 22:5
“Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros.”
El vocablo naar (Strong 5288) que ha sido traducido como “muchacho” y que puede conducir a la confusión, no se refiere a un niñito, sino a un joven.
Pero no sólo eso, pensemos por un momento en la edad de su madre, Sara tenía 90 años de edad cuando nació Isaac,
Génesis 17:17 “Entonces Abraham se postró sobre su rostro, y se rió, y dijo en su corazón: ¿A hombre de cien años ha de nacer hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, ha de concebir?”
¿Qué edad tenía sara cuando murió y qué edad tenía Isaac?
Génesis 23:1 “Fue la vida de Sara ciento veintisiete años; tantos fueron los años de la vida de Sara.”
O sea Isaac tenía 37 años cuando su mamá murió. Si fue destetado cuando Sara tenía 92 o 93 años, los eventos anteriores al “sacrificio” ocurrieron en los 35 años intermedios. Lo cual nos indica que no tiene por qué tratarse de un Isaac niño el que es llevado al Monte.
Podríamos ahondar observaciones. De seguro muchos se han conmovido pensando en ese niñito atado. Pero ello no se corresponde con los tiempos que se desprenden de la Biblia.

Entonces tenemos aquí a un Abraham pasando la última prueba de las registradas, con su hijo Isaac, pasando los 30 años, marchando solícito a cumplir la voluntad del Padre. ¿Se nos hace conocido el relato?

 

En este pequeño estudio nos centraremos en un aspecto que muchas veces lleva a confusión. Y es el saber diferenciar entre pruebas y tentaciones. Este es un problema que se da mucho, pero sobre todo en los países de habla castellana o española, donde al traducir cierta palabra  en hebreo, se lo hace usando siempre la palabra “prueba”.

Pero por esta observación no creamos que la duda o confusión entre ambos términos no haya existido en otros tiempos. Pues el propio apóstol Yaacov (traducido como Santiago en las biblias) hizo importantes observaciones al respecto.
Veamos de qué estamos escribiendo.
Génesis 22:1 “Aconteció después de estas cosas, que probó YHWH a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí.”
En el hebreo original en el que fue escrito el versículo la palabra que se traduce como prueba es la palabra Nasah (Strong 5254 נָסָה). Esta palabra tanto es usada para lo que deberíamos entender como “prueba” como para lo que se entiende como “tentación”.
O sea por ejemplo Génesis 22:1 contiene esta palabra así:
“Aconteció después de estas cosas, que Elohim “nisah” (probó) a  Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí”
Como escribimos antes estos vocablos son usados por Santiago en su carta, veamos dos pasajes de la misma, que muchas veces llevan a confusión.
Santiago 1:2-3
“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,  sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.”
Santiago 1:13
“Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de YHWH; porque YHWH no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie”
Creemos que ambos textos son bastante claros y no deberían confundirnos, pero ahora veamos qué ocurre al avanzar
Santiago 1: 12-13
“Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que YHWH ha prometido a los que le aman.
Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de YHWH; porque YHWH no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie;…”
Ahora la cosa no es tan fácil, porque quien resiste la tentación ha resistido la prueba y recibe la corona de vida. Pero si es así, entonces porque luego se aclara que “…no diga que es tentado de parte de YHWH…”
Podríamos seguir agregando textos pero sólo lograríamos confundir más al lector. Entonces creemos que lo más conveniente es entender cómo surge la llamada tentación.
Veamos qué nos dice el apóstol. Santiago 1: 14-15
“cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.
Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.”
La concupiscencia es un apetito desordenado de placeres deshonestos, de placeres que YHWH no quiere para esa persona determinada.
Pero es interesante entender que la palabra que se ha traducido como concupiscencia es similar a la palabra usada para codicia de lo ajeno. Pues tiene la misma raíz que la palabra empleada en Éxodo 20:17
“No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo…”
O sea en nuestro interior, lo cual seguirá mientras sigamos con este cuerpo, anidan deseos y pasiones. Deseos por sexo, autos, dinero, placeres físicos y mentales, placeres de todo tipo, los cuales no se encuentran dentro del Plan de Elohim para nuestra vida.
En su astucia, el enemigo, se aprovecha de esos deseos llevándonos a buscar la forma de satisfacerlos. Nos seduce atrayéndonos a eso que puede procurarnos ese placer no querido por YHWH. En la mayoría de las ocasiones nuestra propia conciencia hace un llamado para evitar la caída, lo cual el apóstol Pablo nos explica en la carta a los Romanos:
7: 24- 25 “pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.
¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?
 Gracias doy a YHWH, por Yeshúa Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de YHWH, mas con la carne a la ley del pecado.”
Como explicamos antes mientras nuestros cuerpos no sean transformados a partir de la resurrección de la carne o de la transformación de la Trompeta Final, esa ley permanecerá y será necesario luchar contra ella. En la medida en que no se gane esa lucha se consumará el pecado y con él la muerte. De todo lo cual nos ha hablado Santiago y lo hemos transcripto.
Entonces por qué YHWH permite la tentación en nuestras vidas ¿Quizás quiera que pequemos? Por supuesto que no. Lo que ocurre es que es necesario que se desnude la verdadera naturaleza que llevamos dentro para poder neutralizarla en un primer momento y luego vencerla.
Por ello es que lo permite, pero no es Él el que tienta a las personas. Es la codicia de placer deshonesto la que genera que seamos tentados.
Pensemos por un instante ¿Puede usted ser tentado por hasatán a beber extracto de ratania? Lo más probable es que no, porque ni siquiera sabe lo que es. Su concupiscencia no tiene registro en su memoria de lo que esa sustancia es o lo que provoca. Quizás sea un purgante o un elixir de amor.
¿Puedo tentar a un bebé de 8 meses con promesas de riqueza fácil? Sería una tontería, porque en su inocencia aun no se han formado las pasiones que conducen a ese deseo, aunque en potencia su cuerpo carnal pueda albergar en el futuro esos apetitos.
Creemos que ahora se está comprendiendo un poco mejor a qué se refería Santiago en 1:14-15
“cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.
Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.”
No es YHWH quien genera esto, sino el propio ietzer hará (el instinto del mal) presente en la persona quien lo hace. Del cual el enemigo se aprovecha, por eso
“Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de YHWH”
Pasemos ahora entonces a Santiago 1:2-3
“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,  sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.”
Esta es una situación totalmente distinta. Aquí nos hallamos frente a un testeo de parte de YHWH. A una oportunidad que El nos brinda. En esta oportunidad no está en juego el instinto del mal presente en nuestros miembros. Sino ese ser de Luz, espiritual, que se está formando dentro de nosotros. Aquí no ingresa la concupiscencia sino fundamentalmente fortalezas como la del domino propio. 2da de Timoteo 1: 6-7
“Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de YHWH que está en ti por la imposición de mis manos. Porque no nos ha dado YHWH espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”
Y por supuesto mayormente la Fe. Esto es sobre lo que actuó YHWH al probar a Abraham.
Entonces vistas estas cuestiones ¿Tenemos forma de diferenciar cuando nos encontramos frente a tentación o cuando nos encontramos frente a una prueba?
Sí. La forma de diferencia a ambas radica en el propósito.
Esta es la llave que nos permite discernir frente a qué nos encontramos. Que nos permite levantar la guardia cuando es necesario o doblegar las rodillas. Que nos permite entender si proviene de YHWH o del “pecado que mora en mí”.
Y así podemos incluso entender y analizar todas las situaciones que la Biblia nos presenta.
¿Cuál era el propósito de la serpiente al impulsar a Eva a comer del fruto prohibido? Que se rebelara contra el mandamiento de YHWH. Entonces nos hallamos frente a la tentación.
¿Cuál era el propósito de Elohim al pedir el sacrificio de Abraham? Un crecimiento y fortalecimiento en la Fe de Abraham. Es una prueba.
Muchos ejemplos podrá encontrar el nuevo creyente en las escrituras, pero lo que es más importante podrá comprender los ejemplos de su propia vida y actuar conforme la voluntad de aquel que lo ha creado.
 Ricardo

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