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Inspeccionando al cordero

Todo nuevo creyente, me refiero a aquel que se encuentra indagando en las raíces hebreas de la Fe, debe aprender desde el principio que no existen cuestiones aisladas en las Escrituras. Y si por ejemplo los detalles acerca de Pésaj y Panes sin Levadura se encuentran en el libro del Éxodo, ellos también deben aparecer en los evangelios. En este último caso reflejando en Yeshúa lo que antes era una sombra profética en la Instrucción (Toráh).
Por este motivo es que resulta tan importante la lectura del libro del Éxodo y ver las dudas que pueden surgir de este.
Una de los temas importantes es la inspección del cordero pascual. Veamos Éxodo 12:3 y 5
12:3 “Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia.”
12:5 “El animal será sin defecto, macho de un año; lo tomaréis de las ovejas o de las cabras.”
Estos cuatro días desde que el cordero es elegido hasta su sacrificio, servían para que el mismo fuese inspeccionado a los efectos de encontrar cualquier clase de defecto que lo invalidase, que no lo hiciese apto para el sacrificio. Siendo Yeshúa el verdadero cordero pascual ¿Se cumplió esta tarea de inspección?
Sí, por supuesto, a partir de Marcos 11:27 y hasta el capítulo 15, Yeshúa fue inspeccionado por los siguientes personajes:
Cap.11 principales sacerdotes, escribas y ancianos.
Cap.12 por los fariseos, herodianos, saduceos y por el escriba.
Cap.14 es inspeccionado por el “Concilio” y el Sumo Sacerdote.
Cap.15 es inspeccionado por Pilato.
Cualquiera puede leer las discusiones planteadas y sus respuestas. ¿Cuál fue el resultado de estas inspecciones?
Mateo 22:46 “Y nadie le podía responder palabra; ni osó alguno desde aquel día preguntarle más.”
Mateo 26: 59-60 “Y los principales sacerdotes y los ancianos y todo el concilio, buscaban falso testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte, y no lo hallaron, aunque muchos testigos falsos se presentaban…”
Lucas 23:4 “Y Pilato dijo a los principales sacerdotes, y a la gente: Ningún delito hallo en este hombre.”
Las inspecciones hechas por las autoridades religiosas, política y militar de Jerusalén no encontraron defecto en el cordero que quita el pecado del mundo.
Ahora bien una pregunta más cabe responder. Podemos leer en los siguientes versículos que Nuestro Mesías sufrió un martirio impresionante
Marcos 15: 15 al 17 “Y Pilato, queriendo satisfacer al pueblo, les soltó a Barrabás, y entregó a Jesús, después de azotarle, para que fuese crucificado. Entonces los soldados le llevaron dentro del atrio, esto es, al pretorio, y convocaron a toda la compañía Y le vistieron de púrpura, y poniéndole una corona tejida de espinas,…”
Sé que algunos hermanos nuevos se encuentran también expuestos a escuchar las mentiras propagadas por los judíos que niegan a Yeshúa. Es más, a veces voluntariamente leen sus escritos y páginas buscando sabiduría.
Querido hermano, ninguna sabiduría de lo alto va a encontrar saliendo de las bocas de esos sepulcros blanqueados, ellos niegan a Yeshúa y su entendimiento tiene un velo, una especie de cortina que les impide conocer la verdad. No pierda tiempo escuchándolos o tratando de “hacerles entender”, porque sólo va a verse perjudicado. Usted no fue llamado a “convertir” judíos.
Yeshúa como Nuestro Cordero Pascual no tuvo defectos ni manchas, pues las inspecciones así lo determinaron. La situación cambió cuando debía hacerlo, precisamente el 14 de Abib cuando Él pasa a ser martirizado y sacrificado, pero cuando la inspección ya se había realizado.
Por otro lado recordemos que todo este sufrimiento había sido profetizado por Isaías.
Isaías 50:6-7 “Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba; no escondí mi rostro de injurias y de esputos. Porque Jehová el Señor me ayudará, por tanto no me avergoncé; por eso puse mi rostro como un pedernal, y sé que no seré avergonzado.”
53:4 al 7 “Ciertamente…sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 53:5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. … 53:7 Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.”
Por lo cual las heridas y daños provocados luego de la inspección no lo invalidaron en su inmensa perfección.
Ricardo.
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