Ir al contenido

Porción Behar Levítico 25:1 al 26:2

Porción Behar

Levítico 25:1 al 26:2
  Todas las personas que llegan a nuestro movimiento traen consigo una historia de la cual nutren sus vidas. Algunos aspectos de ella deben ser purificados a la Luz del evangelio y otros pueden serle de provecho. Pero todo bajo la guía de Nuestro Maestro Yeshúa el Mesías.
 Hay algo en común que tienen los que provienen del protestantismo evangélico y es su amor por la lectura de las Escrituras. Es cierto que este amor es imperfecto pues en la mayoría de los casos se queda en la lectura del llamado nuevo testamento. Pero eso no debe ser obstáculo para que se pueda aprovechar ese conocimiento limitado y rudimentario para crecer espiritualmente.
Es por ello que en este caso, en la porción llamada Behar, es posible apoyarnos en ese conocimiento para indagar en las palabras del apóstol Pablo. Para ello quisiera en primer lugar que el lector se aproxime a la lectura de la carta escrita a los corintios, especialmente que se tome el tiempo de leer a conciencia el capítulo 15. Una vez hecho esto prosiga con la lectura de esta reflexión.
Asumiendo que lo indicado se ha hecho vemos que el tema del capítulo es la resurrección de los muertos. De la cual la resurrección del Hijo de YHWH es la principal. No la primera, pues varias fueron las resurrecciones experimentadas antes que la suya. No es necesario abundar, pero tenemos el sencillo ejemplo de Lázaro.
¿Y qué lleva a Pablo a tener que desarrollar este capítulo?
Es notorio que toda la carta a los corintios gira alrededor de corregir desviaciones tanto en el culto como en la doctrina. Era de esperarse pues los hermanos de Corinto, nuevos en la Fe en su mayoría, se encontraban inmersos en un ambiente promiscuo y confuso, fiel exponente de la sociedad griega de la época. El capítulo 15 no es ajeno a esto y en su temática, algo polémica, el apóstol se nos muestra enfrentando la enseñanza de falsos apóstoles que negaban la resurrección. La mayoría de los mejores argumentos que podemos esgrimir acerca de la resurrección se encuentran en este capítulo pero no es el objeto de este escrito.
Deseo sí que nos afirmemos en la lectura específica de los versículos 51 y 52:
“ 51 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, 52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.”
Quizás entre los nuevos creyentes que provienen del cristianismo se piense que esta era una noción nueva para los judíos, pero esto no es así. Por la propia lectura de los evangelios y de las cartas se observa que la cuestión de la  resurrección estaba presente en las discusiones filosóficas y religiosas de la época. Es notorio recordar que los saduceos, la casta sacerdotal, era proclive a desestimar la idea de una posible resurrección. Lo que vemos en Mateo 22:23.
Pablo al ser fariseo al igual que Jacobo el Justo (Santiago) el medio hermano del Señor, creía obviamente desde antes de su entrega al Señor, en la existencia de la resurrección. Prueba de ello es que la frase que Pablo escribe “…todos seremos transformados, 52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta,…” resulta muy similar a los escritos de los rabinos.
De hecho, uno de los tanaim más prominentes escribió:
“¿Cómo el santo y bendito YHWH resucitará a los muertos? Se nos enseña que YHWH tiene una trompeta… esta trompeta sonará, de modo que su sonido se extienda desde Una extremidad de la tierra a la otra… en la séptima, todos resucitarán y se mantendrán vestidos ” (séptima refiriéndose a las veces que sonará)
¿Verdad que parece escrito por un apóstol o un comentarista cristiano? Pero no, fue escrito por un miembro del judaísmo.
Lo cual nos lleva a entender que quienes negaban la resurrección de los muertos entre los creyentes de Corinto no provenían al menos del fariseísmo.
Pero no es mi intención la propaganda de las ideas de los tanaim, sino mostrar que lo vertido por Pablo en su escrito se enmarca dentro de una visión general de las cuestiones espirituales y está a la vez nutrido del trasfondo religioso de la época. Por ello no es posible asimismo que alguien pretenda entender lo que deben hacer o dejar de hacer los creyentes guiándose exclusivamente por lo que se puede leer en las cartas de los apóstoles o el nuevo testamento. En verdad muchos que se acercan a debatir nuestros postulados y doctrina teniendo tan solo una mirada superficial del contenido del nuevo testamento, lo único que hacen es ponerse en ridículo sin tener la mínima noción de aquello de lo cual pretende hablar. Frente a esto debemos ser pacientes y saber encontrar la perla escondida en aquella persona que Rúaj HaKodesh ha guiado hasta nosotros y ver que su ignorancia no es un obstáculo para creer, sino la base desde la cual se deben construir los puentes que nos acerquen.
Volviendo al contenido de la carta a los corintios, el versículo 50 sentencia lo siguiente:
“Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de YHWH, ni la corrupción hereda la incorrupción.”
¿Por qué Pablo necesita aclarar esto, a qué responde esta afirmación?
Ahora necesito toda la atención, porque lo que veremos no ha sido plenamente entendido.
La cuestión es que escribí más arriba que la resurrección de los muertos era un tema aceptado por muchos y rechazado por otros, todos hombres estudiosos y quizás también en alguna medida sabios.
Entonces si esto es así, ¿por qué Pablo dice en el versículo 51 lo siguiente?
“He aquí, os digo un misterio:…”
La palabra misterio se origina en el vocablo griego muo lo que indica tener la boca cerrada. No es algo que no pueda aprenderse o entenderse, sino algo que sólo puede descifrarse a partir de una apertura del entendimiento que el Espíritu genera.
¿Por qué habla de misterio si en la resurrección muchos creían?
Porque lo que ahora está revelando es el consuelo, el aliciente de aquellos que se encuentran vivos esperando la llegada del Señor.
Por los que han muerto se tiene la certeza de que resucitarán pero ¿y los que estén vivos? Hasta este momento no estaban comprendidos en la ecuación, hasta que Pablo da esta aclaración a los corintios cualquier creyente podía preguntarse ¿y conmigo qué? ¿qué ocurre conmigo que tengo un cuerpo de carne y sangre sometido a las pasiones del pecado, un cuerpo nacido en pecado y que me induce a la práctica del pecado? Está claro que con este cuerpo jamás podría ser parte del Reino de YHWH.
Para entender la respuesta del versículo debemos ahondar en algo.
Las raíces del pensamiento de Pablo, el cual es el de  Ruaj HaKodesh inspirando al Apóstol, pueden analizarse tomando en consideración lo que él mismo escribió en otra memorable carta, la que giró a la congregación en Roma.
A lo largo del capítulo 7 de esa epístola, tenemos el desarrollo de la llamada Ley del Pecado. Esto es, el desarrollo de la acción del instinto del mal contenido en la propia carne del ser humano caído en pecado. Caído en la corrupción que generó la desobediencia de nuestro padre Adán; la cual se transmitió por la misma carne a todos sus descendientes, la Humanidad toda. Es lo que en la cultura hebrea se ha llamado desde siempre el iétzer hará o instinto del mal. O como muchas veces indicamos es recogido por la doctrina cristiana en la llamada concupiscencia, el apetito desordenado de placeres deshonestos.
Sin la notable transformación de nuestros cuerpos mortales de pecado en cuerpos de gloria incorruptible, sería imposible heredar el Reino de YHWH. Por ello es necesaria esta transformación física y es necesario que el Apóstol dé este consuelo a los seguidores de Yeshúa, vivos al momento de la segunda venida.
Este será un momento en el cual la realidad del ser humano sea transformada para regresar a la naturaleza gloriosa previa a la caída.
Mucho podemos profundizar en el tema pero la conexión con el contenido de la porción Behar es más que evidente cuando el versículo de Levítico 25:10 dice
“Y santificaréis el año cincuenta, y pregonaréis libertad en la tierra a todos sus moradores; ese año os será de jubileo, y volveréis cada uno a vuestra posesión, y cada cual volverá a su familia.”
La libertad pregonada será la consumación de la liberación definitiva de las garras del pecado, la cual comenzó al aceptar a Yeshúa como Señor y Salvador pero que aún no está completa al continuar la carrera con nuestros cuerpos mortales.
Miremos al profeta Isaías, capítulo 61: 1-2
61:1 “El Espíritu de YHWH el Señor está sobre mí, porque me ungió YHWH; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; 61:2 a proclamar el año de la buena voluntad de YHWH, y el día de venganza del YHWH nuestro…”
Sabemos que este texto fue escogido por Yeshúa para anunciar su misión en la sinagoga de Nazareth, pero que no fue citado por completo, pues vemos en Lucas 4:17 al 20 dice:
4:17 “Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
4:18 El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 4:19 A predicar el año agradable del Señor.
4:20 Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó;…”
En su primera venida llegó para  cumplir con esta misión, en la segunda volverá para cumplir el Día de Venganza, luego de habernos resucitado o transformado según sea el caso.
En la consumación de su segunda venida los descendientes de la Casa de Israel, aquellos que estamos siendo despertados espiritualmente entre las naciones, retornaremos a nuestro lugar para servir eternamente a Aquel que nos redimió con su sangre. Quien nos rescata para dar cumplimiento a la libertad prometida en el capítulo que estamos viendo del Levítico.
*RICARDO*

Se permite la reproducción total o parcial mencionando al autor. Todos los derechos reservados.

Powered by BetterDocs