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🟠 Comentario conjunto a las porciones Vaykrá y Tzav

Aclaración, este comentario es solo para estudiosos ya que posee una gran dificultad #

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parte 1 #

Antes de comenzar el desarrollo establezcamos el alcance de las dos porciones a las cuales les haremos un comentario conjunto.
Vaykrá es una palabra del hebreo transliterado, lo cual significa Y llamó, sus versículos son Levítico 1:1 al 6:7.
Tzav es una palabra del hebreo transliterado, lo cual significa manda, encomienda, sus versículos son Levítico 6:8 al 8:36.
Los motivos para hacer un comentario conjunto de porciones de la Instrucción pueden ser varios. Puede ocurrir que por las cuestiones de calendario una porción deba sumarse a otra a los efectos de cumplir el ciclo en el año con exactitud. O bien puede ocurrir que eso se haga por acercarse a determinada festividad y tener la necesidad de ajustar las lecturas. Pero en este caso me he permitido la licencia de relacionar las porciones porque el tema tratado en ambas es similar. Pero esta similitud lejos de ser algo que se entienda con normalidad, puede confundir al lector no preparado o no acostumbrado a tratar el tema de las ofrendas y sacrificios.
Será este entonces un comentario cuya motivación principal será explicativa. Pues si no entendemos lo que estamos leyendo y su porqué, difícil será adquirir conocimiento de otros niveles interpretativos. Como he escrito en otras ocasiones si no conocemos el aspecto sencillo y  literal de lo que se nos está diciendo, cómo podemos esperar entender otros niveles interpretativos.
Pero antes de continuar deseo hacer una aclaración importante.
Cuando buscamos conocimiento acerca de las Escrituras lo hacemos a partir de lo que creemos correcto leer. Quien es miembro por ejemplo del catolicismo romano buscará erudición en escritores tales como Roland de Vaux, Eloíno Nácar o Alberto Colunga, por nombrar algunos. Un miembro de las iglesias protestantes lo hará a través de leer comentarios de William Barclay o sermones de Spurgeon o quizás incluso leyendo a Lutero o Calvino.
Debemos reconocer que en el mundo mesiánico no existen teólogos de peso aun. Por ahora encontramos  comentaristas cuya actividad principal  se basa en exponer paralelismos entre el nuevo testamento y la cultura judía del primer siglo. No escribo que esta actividad no sea correcta. Pues muchas son las perlas que de esto se obtiene. Saber por ejemplo a qué se refiere la escritura cuando dice que Pedro lo negaría antes de que el gallo cante tres veces es algo muy lindo. Aunque si debemos ser sinceros termina siendo un comentario anecdótico que no cambia mucho espiritualmente a la persona. La cuestión es que Pedro lo negó. Si el gallo era un animalito  o era una persona encargada de dar los tiempos precisos en un momento de la noche, no le cambia la vida a nadie. Pero sí podemos pensar que ese comentario tiene el valor de crear un puente entre lo que la persona tiene en su mente como preconcepto y la realidad que a Yeshúa y sus apóstoles les tocó vivir.
De esta clase de explicaciones los comentarios mesiánicos se llenan. Repito, para que no se malinterprete, no me parece que esté mal. Escribo simplemente que estos comentarios no tienen la profundidad teológica que podría esperarse de quien se encuentra iluminado por  Rúaj HaKodesh para guiar las almas a su reencuentro con sus orígenes, con la profundidad de su Fe.
Inclusive el mostrar los supuestos errores que las versiones bíblicas cristianas tienen tampoco le cambia para bien la vida a nadie.
Pero además esta clase de comentarios no son nuevos.
Quien tiene pocas lecturas bíblicas podrá creer que el derramamiento de conocimiento de los tiempos del fin  consiste en que haya personas que estén enseñando que el gallo de Mateo 26 era una persona. Pero no es así, hace siglos que existe la discusión acerca de si el gallo  era un animalito o la escritura se refiere al gallicinium romano sonando clarines al final de la tercera vigilia en la escalinata de la Fortaleza Antonia o a un miembro del servicio del Templo.
¿Entonces por qué estas cosas se hacen públicas recién ahora?
Porque lo que ahora sí ha ocurrido es que se ha desatado la sed por volver a las raíces de la Fe, por lo que las sencillas explicaciones que antes se esgrimían desde el púlpito ahora se muestran vanas, vacías de contenido. Y ya no me alcanza con que me digan que cantó el gallo, sino que deseo saber qué era, de qué color, cómo cantaba, si realmente lo hacía, etcétera.
Pero lo que debemos tener en claro si deseamos ser serios estudiosos de la Biblia es que gran parte de los comentarios que actualmente vemos en el mundo mesiánico no son nuevos. Pues puedo nombrar por ejemplo al inglés John Lightfoot quien murió en 1675, un verdadero erudito de las tradiciones, costumbres y literatura hebreas. Que estudio el Talmud y lo relacionó con los escritos del nuevo testamento. Lo mismo que hizo por influencia  suya el alemán Johann Christian Schöttgen que vivió en el S.XVIII. Lo que hacen la mayoría de los comentaristas mesiánicos ya fue hecho y en la mayoría de los casos, mejor.
La aclaración importante que deseo hacer entonces consiste en que lo que a continuación escribiré acerca de los sacrificios ya era bien sabido desde siempre. Estudiado por sinceros teólogos cristianos que abocaron sus vidas a servir al Señor y que deben ser reivindicados. Que aprendían el latín, el hebreo, el griego y las lenguas muertas del medio oriente. Que leían el Talmud y la Mishná y que debatían con rabinos y otros teólogos. Y escribían serios tratados cuando la costumbre de cortar y pegar tonterías de internet no existía. Y no se hacían famosos cobrando suculentos diezmos o pidiendo apoyo a través de monederos o aplicaciones virtuales de internet.
Pues bien, entonces luego de esta aclaración qué puedo decir sobre las ofrendas y sacrificios y oblaciones.
Vayamos al grano.
Las primeras dos porciones de Levítico nos dan una serie de lo que en principio llamaremos ofrendas y sacrificios.
En una lista a los efectos de tenerlas ordenadas se ven las siguientes:
1) Olá Levítico 1: 1 al 7 y 6: 8 al 13
2) Minjá Levítico 2: 1 al 16 y 6: 14 al 18
3) Jatat Levítico 4: 1 al 5: 13 y 6: 24 al 30
4) Asham Levítico 5: 14 al 6:7
5) Miluim Levítico 6: 19 al 23 y 8:22 al 29. Y Éxodo 29: 1 al 37
6) Shelamim Levítico 3:1 al 17 y 7: 11 al 36
Como puede apreciarse, tan solo tomando en cuenta esta correspondencia de versículos se tendrá entonces una ordenación de los sacrificios y ofrendas más importantes contenidos.
La pregunta que alguien debe hacerse es ¿Por qué se repiten?
La respuesta está en que aparecen tratadas en primera instancia a partir del miembro de la Congregación de Israel que desea hacerla y en segunda instancia desde la perspectiva del sacerdote. O sea en el segundo caso acerca de lo que el sacerdote debía hacer.
Ahora que tenemos un orden a partir de la lista que he dado, es necesario que veamos cierta terminología empleada. Comprender cabalmente a qué se refiere cada uno de los vistos.
Para ello tenemos que ver las palabras que se usan y su significado, tanto en nuestro idioma como en griego y hebreo. Luego de esto podremos ver donde más aparecen estos vocablos y por qué esto es importante. Para las palabras en castellano usaremos el diccionario de la Real Academia Española que está disponible para cualquiera en internet y es público. Para las palabras en hebreo usaremos el diccionario Strong disponible para cualquiera en internet y para el griego también usaremos el Strong pero apoyándonos en el Diccionario Bailly de griego-francés por ser el mejor disponible.
La primera palabra que debemos tomar en cuenta es ofrenda.
En castellano esta palabra se origina en el latín medieval offerenda que a su vez surge del latín más antiguo offerendus significando algo que ha de ser ofrecido. Esto es así porque la palabra contiene el verbo ferre en latín que significa traer. La que entendemos es la definición que aplica dada por el diccionario es que una ofrenda es una dádiva o servicio en muestra de gratitud o amor.
En hebreo la palabra original es korban  קָרְבָּן  qorban (Strong 7133). Esta palabra tiene su origen a su vez en la palabra hebrea  קָרַב qarab (Strong 7126) que significa aproximarse. Es evidente que la ofrenda será el medio para acercarse al altar.
En griego la palabra original por la cual se tradujo del hebreo a la Septuaginta es δῶρον dóron (Strong 1435) lo cual significa regalo, obsequio.
Entonces a partir de estas definiciones en las palabras podemos entender el porqué de las ofrendas, su razón de ser. Pues tenemos el derecho de preguntarnos estas cuestiones, pues ellas no cuestionan la Voluntad del Padre. Es lícito y correcto preguntarnos el porqué de la necesidad de las ofrendas. Debemos ser precisos en esto y entender que no es una falta de respeto el preguntarnos el sentido de las cosas. Máxime cuando el Creador mismo se ha encargado de darnos respuestas.
La respuesta a esto la tenemos en Deuteronomio 16:16
“16Y ninguno se presentará delante de YHWH con las manos vacías; 17 cada uno con la ofrenda de su mano, conforme a la bendición que YHWH tu Elohim te hubiere dado.”
Ahora bien ¿Por qué esto es así? ¿Por qué debían las personas presentarse con algo, con algún presente ante YHWH?
Porque a través de ese acto se está estableciendo su superioridad, su Majestad.
Ha sido una costumbre desde tiempos inmemoriales, que las personas al acercarse a un rey o un dignatario de importancia lo hicieran presentando algún tipo de presente. No podía una persona simplemente pretender que el superior lo recibiera sin traer consigo un presente. Es algo que va más allá de la simple cortesía. Y es evidente asimismo que es algo que YHWH aprueba, pues el hecho de incorporarlo a su Instrucción para el hombre nos está diciendo que los presentes al rey, al presidente, al dignatario, son parte de aquello que Él ha establecido. No se trata de comprar su voluntad, sino de un acto y gesto de reconocimiento de su Alteza.
 Y esto está claro y surge de la inteligencia de los significados de las palabras en los idiomas hebreo, griego y castellano. En hebreo la ofrenda tiene su origen en acercarse (al rey por supuesto) con un regalo, lo cual es el significado de la palabra en griego; y especialmente con un regalo o presente para dar gracias como nos enseña el castellano.
Más arriba habíamos dado una lista ordenada de las ofrendas y sacrificios. Esto surge del mismo libro de Levítico, el cual en el capítulo 7 versículo 37 nos dice:
“Esta es la ley del holocausto, de la ofrenda, del sacrificio por el pecado, del sacrificio por la culpa, de las consagraciones y del sacrificio de paz,…”
Ahora bien, como sé que toda esta información termina confundiendo a veces al lector no acostumbrado, seamos meticulosos en el análisis.
Se nombran seis tipos: holocausto, ofrenda, sacrificio de pecado, sacrificio de culpa, consagraciones, sacrificio de paz.
Ya la segunda palabra que vemos nos puede conducir a error, pues dijimos que ofrenda es qorban en hebreo y dóron en griego. Y en principio se referiría a todo lo que se lleva al altar. Pero veremos que en este caso (en Levítico 7:37)  la traducción no termina de llenar nuestras expectativas, es una traducción pobre.
Vayamos por parte:
Holocausto:
Esta palabra surge de la palabra griega ὁλοκαύτωμα (Strong 3646 holokáustoma) Esta palabra es la reunión de otras dos: ὅλος (Strong 3650 hólos) que significa por completo y la palabra καίω (Strong 2545 káio) que significa quemado. O sea que un holocausto será una ofrenda que es quemada por completo.
La palabra original hebrea que fue empleada aquí es עֹלָה (Strong 5930 oláh). La palabra oláh significa ascensión. Es interesante en algún momento tratar los distintos usos de la palabra ascensión en hebreo pero nos iríamos del tema a tratar en este momento. ¿Y por qué ascensión? Porque el producto de la ofrenda se consume por completo y asciende mediante el fuego del altar hacia la presencia misma del Creador.
Como hemos visto en la lista la Oláh está en Levítico 1: 1 al 7 y 6: 8 al 13, por ello vemos en distintas partes del capítulo la palabra holocausto.
Podemos ahora preguntarnos en qué consiste el holocausto, la oláh.
Bien si observamos los distintos versículos de Levítico donde aparece el detalle, veremos que el holocausto es de animales.
1:3 vacuno
1:10 ovejas o cabras
1:14 de aves (palomas)
En todos los casos debía tratarse de animales que son consumidos por completo. Otro detalle es que debe tratarse de individuo macho sin defecto. Asimismo se ve que todos tienen el mismo grado de aceptación por parte de YHWH, pero que tienen diferente valor económico. Por lo que una persona de menores recursos que no puede destinar un becerro para el sacrificio, sí puede ofrecer un palomo.
Veamos el siguiente tipo.
Ofrenda:
Lo que aquí ha sido traducido como ofrenda, para entenderse mejor deberíamos decir que es el “sacrificio” lo cual en griego se tradujo como Θυσία (Strong 2378 Zisía) esta palabra tiene su origen en la palabra griega θύω (Strong zío) que significa sacrificar (también significa matar). Pero en el caso en que es usada en Levítico capítulo 2 tiene el sentido de la oblación.  Esto es lo que hemos visto en el punto 2 de la lista como Minjá Levítico 2: 1 al 16 y 6: 14 al 18.
Cuando lo leemos en castellano vemos que en ese capítulo se usa la palabra oblación. ¿Qué significa esto?
La palabra oblación tiene origen en el latín “oblatio” que significa una ofrenda que se hace a YHWH. Por ello es que en Levítico 7:37 donde decía minjá en hebreo se tradujo al griego como zisía. Pero podríamos preguntarnos entonces ¿Por qué se tradujo al castellano como sacrificio?
La respuesta está en que cuando tradujeron la Biblia del griego al latín en lugar de usar la palabra “oblatio” usaron la palabra   “sacrificium” y por ello fue traducido como sacrificio al castellano.
Alguien podría decir que estas son cuestiones muy difíciles de entender y que no tienen mucho sentido con la vida cotidiana. O que son cuestiones que solamente deberían interesarle a eruditos  estudiosos. Y quizás debiera escribir que quien piensa así tiene un poco de razón. Pero el problema se presenta cuando personas sin conocimiento y que sólo adquieren información a partir de lecturas aisladas de comentarios en internet se ponen en la situación de explicar pasajes como
Mateo 12:7 “Y si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes;…”
O el de Hebreos 10:12
“…pero Yeshúa, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de YHWH,…”
Esto es algo que vemos mucho en algunos predicadores poco preparados, que no se detienen a indagar las escrituras.
Entonces para redondear el tema. El segundo punto que nos habla de “ofrenda” en Levítico 7:37 se refiere en realidad a la “oblación” explicada en el punto 2 de nuestra lista y que corresponde con el hebreo מִנְחָה (Strong 4503 minjá).
¿Y qué es una minjá? Es por lo general una ofrenda de cereales, aunque puede existir de animal en algún caso específico. Una minjá es lo que ofrecieron en primer lugar tanto Caín como Abel.  Las oblaciones pueden ser de diferentes clases, de hecho en el capítulo 2 de Levítico se dan 5 tipos diferentes. Pero no es mi intención profundizar en ello en este momento.

Parte 2 #

Sacrificio por el pecado:

Como uno de los aspectos que nos resulta importante destacar es la terminología empleada en las Escrituras es que debemos aclarar algo. La palabra pecado del castellano, puede aparecer relacionada con más de un vocablo en el hebreo original. La diferencia entre estos vocablos originales está en que en ocasiones se refiere al pecado como el hecho en sí mismo y otras como el sacrificio que la persona debe ofrecer por una transgresión determinada. Lo cual se puede entender por el contexto en el cual la palabra es insertada. Si bien a esto nos hemos referido en otro escrito al cual remitimos (“Abel, Caín, el sacrificio”), cada escrito debe bastarse por sí mismo. Por lo cual haremos ahora alguna aclaración.
Estos son algunos ejemplos:
Génesis 4:7 “Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta;…”
Aquí la palabra original en hebreo es חַטָּאָה (Strong 2403 jatáh) y su correspondiente en griego es  ἁμαρτάνω (Strong 264 hamartáno).
Génesis 26:10 “Y Abimelec dijo: ¿Por qué nos has hecho esto? Por poco hubiera dormido alguno del pueblo con tu mujer, y hubieras traído sobre nosotros el pecado.”
Aquí la palabra original en hebreo es אָשָׁם (Strong 817 asham) y su correspondiente en griego ἄγνοια (Strong 52 agnoia).
Génesis 31:36 “Entonces Jacob se enojó, y riñó con Labán; y respondió Jacob y dijo a Labán: ¿Qué transgresión es la mía?”
Esta es otra palabra que puede aparecer traducida por pecado o transgresión. Lo cual se corresponde con el hebreo פֶשַׁע (Strong 6588 pesha) y su correspondiente en griego es ἀδίκημα (Strong 92 adíkema).
Creo que son ejemplos más que suficientes de lo que exponemos acerca de lo que encontramos escrito como pecado o transgresión en castellano. Lo que debe analizarse lingüística y contextualmente para saber realmente qué se nos está diciendo.
En el caso que nos importa referido a los sacrificios de Levítico. El capítulo 7 versículo 37 que venimos citando nos habla del “sacrificio por el pecado”.
La palabra usada aquí es la que hemos puesto en primer lugar de los ejemplos, el jatat. Este es tratado desde el capítulo 4  al 5: 13 y los versículos de 6: 24 al 30; ambos de Levítico.
¿Cuáles son las características principales del sacrificio jatat?
Nuevamente debo recordar que a este tema lo hemos tratado en el escrito que antes mencioné.
Quizás sorprenda a algunos lectores con lo que a continuación expondré, pero es necesario. Gran parte, no todos, de los comentaristas mesiánicos, están fascinados con cuanto palabra provenga de escritores judíos. Sean estos rabinos o simplemente pensadores. Pensando que si alguien deja de citar a Rashi o compilaciones como la Toráh Emet, se pierde el caudal de sabiduría suprema que estos negadores de Yeshúa han brindado a la humanidad. Pues bien, debo decir que respeto a personas como Rashí o a aquellos que compilaron el texto que nombré. Sin embargo existen grandes estudiosos dentro del cristianismo cuyo legado ha sido importantísimo. Uno de estos es Adam Clarke, quien en 1831 escribió el comentario acerca del jatat que ahora transcribo:
“Si un alma peca por ignorancia: es decir, si un hombre hace lo que YHWH ha prohibido, o deja sin hacer lo que YHWH le ha ordenado, por ignorancia de la ley relativa a estos puntos; tan pronto como la transgresión u omisión llegue a su conocimiento, ofrecerá el sacrificio aquí prescrito, y no supondrá que su ignorancia es una excusa para su pecado. El que, cuando conoce su iniquidad, se niega a ofrecer tal sacrificio, peca obstinada y voluntariamente, y para él no queda ningún otro sacrificio por el pecado, ningún otro modo por el cual pueda reconciliarse con YHWH,…”
No es necesario que yo agregue algo al respecto. Esta es la explicación del sacrificio por el pecado de ignorancia.
Sacrificio por la culpa:
Levítico 5: 14 al 6:7
“Cuando alguna persona cometiere falta, y pecare por yerro en las cosas santas de YHWH, traerá por su culpa a YHWH…”
Debemos comenzar preguntándonos cuál ha sido la palabra original luego traducida como culpa.
Aquí la palabra es אָשָׁם (Strong 817 asham) con su correspondiente en griego ἄγνοια Strong 52 agnoia). Que habíamos visto cuando di ejemplos de la palabra pecado.
Como anteriormente he citado a Adam Clarke, en su comentario del libro de Levítico realizado en el año 1831 me parece interesante incluir lo que este autor tiene que decir del sacrificio por la culpa, refiriéndose a Levítico 5:15:
“En las cosas santas del Señor: esta ley parece relacionarse particularmente con el sacrilegio y las defraudaciones en asuntos espirituales; como la negligencia en consagrar o redimir al primogénito, la retención de los primeros frutos, los diezmos y cosas por el estilo…, obtener cualquier ganancia secular de las cosas divinas, retener parte del precio de las cosas dedicadas a Dios, o retener lo que el hombre había prometido pagar.”
Podemos entender aquí que el obrar de quien ha cometido la falta ha sido hecho con cierta premeditación.
Puesto que estoy en vías de reivindicar o poner en conocimiento del lector la existencia de comentaristas cristianos respetables. Quiero traer ahora una cita del teólogo Henry Ainsworth (1571-1622). En esta cita comienza hablando del sentido en hebreo que tiene la palabra traducida como falta en el versículo 15 del capítulo 5 de Levítico:
“Cuando alguna persona cometiere falta,…”  Lo cual es el hebreo מַעַל (Strong 4604 mahal).
Ainsworth nos dice que la palabra “…es generalmente usada para toda transgresión y deslealtad que un inferior comete contra un superior…en la mayoría de las ocasiones está aplicado a males cometidos contra el Señor y su Pacto, servicio y las cosas santas, de lo cual esta ley en especial es, y por eso difiere de todas las demás leyes…”  Esto lo he traducido de la página 487 del comentario a Levítico, que extraje  del libro “Annotations on the Pentateuch or the five books of Moses; the Psalms of David and the Song of Solomon: with a memoir of the author” editado en el año 1843.
Como entiendo que quizás todos estos temas puedan confundir a algún lector diré con sencillez que quien pecó por error corresponderá que ofrezca un jatat. El sacrificio que vemos en Levítico 4  al 5: 13 y los versículos de 6: 24 al 30.
Pero si alguien pecó con cierta premeditación, deberá ofrecer un asham que es el último sacrificio que hemos visto. En los casos vistos en los versículos de Levítico. Una descripción detallada de los pecados que llevan jatat y de los que llevan asham excede el marco de este estudio, que tiene el sentido de un inicio al tema.
Las consagraciones:
 Nos encontramos aquí con lo preceptuado en los versículos de Levítico 6: 19 al 23 y 8:22 al 29.
Por la numeración de los versículos se advierte de inmediato que el conjunto de ellos se encuentran ya en la segunda porción del libro de Levítico.
La palabra consagración es מִלֻּא (Strong 4394 milu) puede traducirse como establecimiento o colocación. Apunta en definitiva a la instalación en este caso de los sacerdotes. O sea se refiere a sacrificios relacionados con la instalación de los sacerdotes.
Por ello es que los versículos correspondientes dice:
6:20 “Esta es la ofrenda de Aarón y de sus hijos, que ofrecerán a YHWH el día que fueren ungidos…”
8:22 “Después hizo que trajeran el otro carnero, el carnero de las consagraciones,…”
Sacrificio de Paz:
Tratado en Levítico 3:1 al 17 y nuevamente en 7: 11 al 36, se trata este de un sacrificio, tal cual se desprende de su nombre es una ofrenda para establecer Paz entre YHWH y el Hombre. Tiene varios aspectos interesantes que todo comentarista bíblico reconoce, como el hecho de que en esta clase de sacrificio, a excepción de los vistos antes, el animal sacrificado puede ser macho o hembra.
No hay que ser un experto en lenguas orientales para entender la conexión entre el sacrificio shelamim (lo cual es el plural de שֶׁלֶם shelem Strong 8002)  y la palabra Shalom que reconocemos como Paz.
Como no es el sentido de este estudio el análisis en profundidad de los sacrificios, entiendo que la idea de poder entender el contenido de las porciones Vaykrá y Tzav, está cumplida.
Demás está decir que el tema no sólo no está agotado, sino que todo lo escrito hasta aquí debiera considerarse una introducción.
Prueba de ello es el estudio que he mencionado sobre “Abel, Caín, el sacrificio.” El cual está basado en el entendimiento de los sacrificios minjá y  jatat.
Y lo que es más importante todo esto servirá para poder comprender el contenido que el nuevo testamento toma de estas cuestiones.
Ricardo.

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