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porción Jueces (Shoftim)

Comentario a la porción Jueces (Shoftim)
Deuteronomio 16:18 a 21:9
En la porción llamada Jueces, encontraremos un mensaje mesiánico muy bello, simbólico y a la vez trascendente. Pues a partir de este mensaje es posible entender ciertos pasajes del nuevo testamento.
Es muy posible que cuando cite a continuación el versículo los lectores dirán ¿pero dónde se habla de Yeshúa en este pasaje? La respuesta es tan profunda como interesante. Veamos el pasaje en cuestión. Deuteronomio 16:20
“La justicia, la justicia seguirás, para que vivas y heredes la tierra que YHWH tu Elohim te da.”
Como escribimos quien lea esto se preguntará dónde está el Mesías. Pero aún no responderemos esta pregunta, dejemos que se prolongue el suspenso.
Antes de continuar haremos una pequeña observación, la cual está vinculada a la porción anterior de las Escrituras. Analicemos el siguiente pasaje, Deuteronomio 12:2
“Destruiréis enteramente todos los lugares donde las naciones que vosotros heredaréis sirvieron a sus dioses, sobre los montes altos, y sobre los collados, y debajo de todo árbol frondoso.”
Este pasaje en castellano está muy claro, da a entender lo que el versículo contiene.
Sin embargo en el original hebreo en el cual fue escrito, su traducción literal sería un poco menos natural. Básicamente podría traducirse de la siguiente manera:
“Aniquila aniquilarás todos los lugares donde las naciones…”
Es una obviedad escribir que ambas traducciones hablan de lo mismo, destruir ídolos. Y además por cierto la primera traducción suena a los oídos como mejor escrita. No obstante es sólo en la segunda traducción donde se alcanza a percibir algo un tanto escondido, pero no inalcanzable.
Pues esa repetición nos habla de dos etapas diferentes, ambas que tienen que ver con la aniquilación de la idolatría.
El primer aniquila, o sea la primera aniquilación de la idolatría, se corresponde con la entrada del Pueblo de Israel a la Tierra que fluye leche y miel.
En esta primera etapa el pueblo a medida que iba conquistando territorio, debía ir destruyendo los altares, los lugares sagrados de los idólatras, y todo lo demás. Es esta una primera etapa donde se destruiría la forma visible de la idolatría. Etapa que culminaría cuando toda la tierra prometida estuviese sometida al Pueblo escogido y por ende todos los objetos de culto y sus lugares hubiesen sido destruidos. Pero es claro que entonces, cuando esta labor hubiese sido concluida, daría paso a la segunda, aniquilarás.
¿Por qué hablamos de una segunda etapa?
Porque una vez que lo externo de la idolatría ha sido destruido es necesario ir a la profunda raíz de la idolatría. Apuntar a desterrar aquello que en el interior del ser humano lo ha conducido a adorar imágenes, a poner intermediarios ante YHWH, que Él no mandó.
Sólo cuando esta segunda etapa, interior al ser humano, a lo profundo de su ser es cumplida, en ese momento podemos concluir que los hombres son verdaderamente libres de la adoración idolátrica. Es esta segunda etapa la que no llegó a consumarse en Israel y aún sigue aconteciendo.
Ahora nos encontramos en condiciones de entender mejor el versículo citado de la porción Jueces.
“La justicia, la justicia seguirás, para que vivas y heredes la tierra que YHWH tu Elohim te da.”
Aquí también las Escrituras nos hablan de dos etapas distintas. Pero es necesario advertir algo. En la observación que hicimos de la aniquilación de la idolatría, una etapa está ligada, unida indefectiblemente a la segunda. No puede darse una sin la otra. Pues si la primera no ocurre la segunda no puede consumarse. Es más  ambas coexisten, pues en cualquier momento la idolatría podía volver en forma física. Lo cual en los hechos ocurrió en Israel.
En el versículo en cuestión también nos encontramos con dos etapas diferentes, pero no contradictorias. Una no quita la presencia o existencia de la otra.
La primera etapa está dada por la Justicia revelada por YHWH y escrita por Moisés en lo que llamamos Toráh Escrita, Instrucción.
Isaías 42:21 “YHWH se complació por amor de su justicia en magnificar la Toráh y engrandecerla.”
Pues justicia es el orden natural del universo conforme a la intención de YHWH al crearlo. La Instrucción (Toráh) es la estructura misma del universo expresada en los mandamientos que revelan la forma en que debe funcionar.
Pero según hemos analizado, habría una segunda etapa de la justicia. La cual llegaría a ser revelada a las personas en un momento posterior.
¿Tenemos noticias de que ello haya ocurrido?
Ahora corresponde leer lo que el apóstol Pablo nos ha escrito, Romanos 3:21-22
“Pero ahora, aparte de la Toráh, se ha manifestado la justicia de YHWH, testificada por la ley y por los profetas;  la justicia de YHWH  por medio de la fe en Yeshúa, para todos los que creen en él.”
Este hermoso versículo tiene mucha tela para cortar. En primer lugar el vocablo griego χωρίς (Strong 5565 jorís) que ha sido traducido como “aparte”, no significa en “lugar de”, sino por el contrario significa a la par, a la vez.
Todos sabemos quién es esa segunda justicia revelada, es Yeshúa mismo, la justicia que vino al mundo y se hizo carne.
Por todo ello es que tenemos:
• Toráh escrita, la cual nos fue dejada por conducto de Moisés
• Toráh viva, quién es Yeshúa mismo, quien nos da un entendimiento de todas las cosas, que ha conocido del Padre.
Es por ello que no alcanza, luego de su llegada al mundo encarnado, con guardar los mandamientos en  forma sólo literal, despojados del entendimiento que Rúaj HaKodesh nos regala.
¿Existe alguna escritura que avale esto que acabamos de escribir?
Por supuesto pues siempre nos valemos de más de un testigo para poder comprender y enseñar las cosas de YHWH.
Acerquémonos con confianza al libro de Revelaciones capítulo 14:12
“Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de YHWH y la fe de Yeshúa.”
¿Quiénes son los Santos? Por el texto de Apocalipsis vemos que son aquellos que cumplen dos requisitos:
• Guardar los mandamientos de YHWH: o sea observan la Toráh Escrita
• Guardar la Fe de Yeshúa: o sea todo lo que hace a su creencia y caminar del modo en el cual lo hizo.
Del entendimiento del versículo vemos que tanto el judaísmo como el cristianismo están aún a medio camino. Unos por desconocer al Mesías y otros por desconocer la preciosa Toráh como la guía de sus vidas.
“La justicia, la justicia seguirás, para que vivas y heredes la tierra que YHWH tu Elohim te da.”
Seamos hallados irreprensibles en su Segunda venida.
*RICARDO*
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