Ir al contenido

“Cuando hagas un censo” – Kitizá Éxodo 30:11 al 34:35

Table of Contents

Éxodo 30:11 al 34:35

El comienzo de la porción que ahora nos reúne es muy significativo por cuanto nos revela algo que no debe hacerse y que puede acarrear un grave perjuicio.
Todas las personas en mayor o menor medida en distintos momentos de su vida realizan un recuento de lo que poseen.
Así el propietario de ganado lo cuenta para ver cómo sus animales han ido mejorando en las pariciones por ejemplo.
Otra persona que tiene cuenta en el banco realiza un conteo de sus fondos disponibles. E incluso el ama de casa (que es quien más lo hace en la práctica) ve el dinero con que cuenta para afrontar los gastos cotidianos.
Todas estas son tareas de contar lo que se tiene en propiedad. Pero en general no se tiene la facultad de contar lo ajeno.
Y el Pueblo de Israel no escapa a esta regla. Pues, siendo cada uno de sus miembros propiedad de YHWH, nadie tiene el derecho de contarlos como propios.
Recordemos por un instante este pasaje de Génesis 32:12:
“Y tú has dicho: Yo te haré bien, y tu descendencia será como la arena del mar, que no se puede contar por la multitud.”
Si bien entendemos que sería tal la cantidad de descendientes (similar a la arena del mar o las estrellas del cielo) que plantea una imposibilidad física de contar, el versículo transcripto implica también una prohibición de contar a los hijos de Israel. O sea se nos indica que no deben contarse los hijos de Israel tal cual se hace al censar.
¿Podemos refrendar, podemos asegurar esto con algún hecho histórico?
Por supuesto, viajemos al 2do libro de Samuel cap. 24: 1 al 3
“Volvió a encenderse la ira de YHWH contra Israel, e incitó a David contra ellos a que dijese: Ve, haz un censo de Israel y de Judá.
Y dijo el rey a Joab, general del ejército que estaba con él: Recorre ahora todas las tribus de Israel, desde Dan hasta Beerseba, y haz un censo del pueblo, para que yo sepa el número de la gente.
Joab respondió al rey: Añada YHWH tu Elohim al pueblo cien veces tanto como son, y que lo vea mi señor el rey; mas ¿por qué se complace en esto mi señor el rey?”
Si no tomamos en cuenta la prohibición  cómo entenderíamos la objeción que pone Joab. Pues quizás no nos demos cuenta al principio pero en el versículo 4 se nos dice:
“Pero la palabra del rey prevaleció sobre Joab y sobre los capitanes del ejército. Salió, pues, Joab, con los capitanes del ejército, de delante del rey, para hacer el censo del pueblo de Israel.”
El “pero” con el cual comienza el versículo implica que la idea del censo no era algo correcto a los ojos del General Joab. “Pero” prevaleció el dictamen del Rey David.
El censo se hizo y ¿Cuál fue el resultado?
“Después que David hubo censado al pueblo, le pesó en su corazón; y dijo David a YHWH: Yo he pecado gravemente por haber hecho esto; mas ahora, oh YHWH, te ruego que quites el pecado de tu siervo, porque yo he hecho muy neciamente.”
Dejo al creyente la lectura de los versículos que siguen, sólo trascribiré el resultado de la acción cometida, versículo 15:
“Y YHWH envió la peste sobre Israel desde la mañana hasta el tiempo señalado; y murieron del pueblo, desde Dan hasta Beerseba, setenta mil hombres…”
El resultado de censar al Pueblo de Israel fue una peste que consumió más del 5 % de la población.
Ahora bien, la porción de la Instrucción que estamos estudiando da instrucciones para cuando se haga un censo. Entonces podemos observar que sí existe la posibilidad de saber cuántos componen al Pueblo, de cuántos hombres por ejemplo para la guerra se cuentan.
¿Y cuál es la salida que la Instrucción da?
No contar directamente al Pueblo, sino contar algo que lo represente. Éxodo 30: 12 al 14:
“Cuando tomes el número de los hijos de Israel conforme a la cuenta de ellos, cada uno dará a YHWH el rescate de su persona, cuando los cuentes, para que no haya en ellos mortandad cuando los hayas contado.
Esto dará todo aquel que sea contado; medio siclo, conforme al siclo del santuario. El siclo es de veinte geras. La mitad de un siclo será la ofrenda a YHWH.
Todo el que sea contado, de veinte años arriba, dará la ofrenda a YHWH.”
Para que se entienda con claridad, lo que se hacía era depositar medio siclo, luego la cantidad total era contada y así lo que se contaban no eran las personas directamente sino el medio siclo que las representaba.
De aquí se desprenden dos enseñanzas.
Al censar cómo se evitaba la posibilidad de una plaga:
• Ofrendando el dinero del rescate
Pero no sólo esto, ese dinero debía tener un fin específico:
• Debía ser usado para el servicio del tabernáculo
Éxodo 30:16 “Y tomarás de los hijos de Israel el dinero de las expiaciones, y lo darás para el servicio del tabernáculo de reunión; y será por memorial a los hijos de Israel delante de YHWH, para hacer expiación por vuestras personas.”
Asimismo podemos ver que esta ofrenda sólo tenía como destinatarios a los hombres de 20 años para arriba que podían servir en el ejército. Además tampoco habría diferencia entre el depósito de un rico o de un pobre. Todos debían la misma cantidad, versículo 15:
“Ni el rico aumentará, ni el pobre disminuirá del medio siclo, cuando dieren la ofrenda a YHWH para hacer expiación por vuestras personas.”
Este versículo no da también la idea de que para YHWH el rico y el pobre tienen el mismo valor.
Avancemos en las enseñanzas que la porción nos transmite.
Cabe ahora una pregunta ¿Este tributo para el servicio del Tabernáculo tuvo vigencia en el tiempo, o sea, se siguió tomando con el correr de los años?
También debemos decir que sí, transformándose incluso en un tributo anual para sostener el servicio. Con lo cual se apoyaba el servicio del Templo a la vez que se censaba al Pueblo. Y por supuesto que llegó a tiempos de Yeshúa.
Recorramos ahora el libro de Mateo cap. 17: 24 al 27:
“Cuando llegaron a Capernaum, vinieron a Pedro los que cobraban las dos dracmas, y le dijeron: ¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas?
El dijo: Sí. Y al entrar él en casa, Yeshúa le habló primero, diciendo: ¿Qué te parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quiénes cobran los tributos o los impuestos? ¿De sus hijos, o de los extraños?
Pedro le respondió: De los extraños. Yeshúa le dijo: Luego los hijos están exentos.
Sin embargo, para no ofenderles, ve al mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que saques, tómalo, y al abrirle la boca, hallarás un estatero; tómalo, y dáselo por mí y por ti.”
En el relato del nuevo testamento debemos aclarar varias cosas.
Así como en la actualidad los países del mundo tienen diversas monedas, en tiempos de Yeshúa ocurría lo mismo. De hecho en la mayoría de los países conviven más de una moneda aunque una sola tenga curso legal. Por ejemplo en Argentina la moneda de curso legal es el Peso, sin embargo todos saben que pueden hacerse compras en dólares, euros y en zonas de fronteras incluso con otras monedas.
El Israel de tiempos del Mesías no fue distinto. Existía  la moneda oficial, la romana era el denario, con sus denominaciones menores el sestercio, el cuadrante, la blanca, etc.
También existían las monedas griegas, las cuales se mencionan en varias ocasiones, dracma, didracma y estátero.
Asimismo se encuentra la medida hebrea del siclo. Un siclo equivalía a 4 dracmas. O sea medio siclo serían 2 dracmas. Con lo cual el valor que una persona debía poner en el censo era el de 2 dracmas (también llamado didracma).
El valor de dos personas en el censo sería medio siclo cada una, o sea 1 siclo en total. Es interesante tomar en cuenta que el estatero era una moneda cuyo valor equivalía al de 4 dracmas por ese motivo se pagan las dos dracmas del impuesto con el valor de un estatero.
En este primer comentario nos hemos acercado al análisis de cuestiones históricas, pero ellas nos llevan a entender pasajes muchas veces leídos pero poco entendidos. En la sociedad en la cual los evangelios fueron escritos circulaban dracmas, estateros, shekelim, etc. Todo lo cual para la gente era conocido. Pero hoy pasados 2000 años sin estas referencias no se entiende bien de qué nos están hablando.

Más adelante veremos por supuesto implicancias espirituales de estas cuestiones.

 

Parte 2 #

 

En la reflexión anterior introdujimos una cita del libro de Mateo en la cual aparecía el cobro del dinero respectivo al censo.

Queremos analizar ahora algunas cuestiones referidas al dinero y que si bien aparecen en los evangelios no son advertidas por la mayoría de los creyentes nuevos. Pues en general en su anterior trajinar en el mundo del cristianismo no son tenidas en cuenta e impiden captar importantes mensajes que los evangelistas y discípulos nos han dejado.
Veamos nuevamente la cita de Mateo cap. 17: 24 al 27:
“Cuando llegaron a Capernaum, vinieron a Pedro los que cobraban las dos dracmas, y le dijeron: ¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas?
El dijo: Sí. Y al entrar él en casa, Yeshúa le habló primero, diciendo: ¿Qué te parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quiénes cobran los tributos o los impuestos? ¿De sus hijos, o de los extraños?
Pedro le respondió: De los extraños. Yeshúa le dijo: Luego los hijos están exentos.
Sin embargo, para no ofenderles, ve al mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que saques, tómalo, y al abrirle la boca, hallarás un estatero; tómalo, y dáselo por mí y por ti.”
Ahora quisiera que veamos esta de Mateo cap. 22: 17 al 21:
“Dinos, pues, qué te parece: ¿Es lícito dar tributo a César, o no?
Pero Yeshúa, conociendo la malicia de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis, hipócritas?
Mostradme la moneda del tributo. Y ellos le presentaron un denario.
Entonces les dijo: ¿De quién es esta imagen, y la inscripción?
Le dijeron: De César. Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a YHWH lo que es de YHWH.”
Marcos 11: 15:
“Vinieron, pues, a Jerusalén; y entrando Yeshúa en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas;…”
En las dos primeras citas deben advertir cosas que tienen en común:
• En las dos se habla de dinero
• En ninguna de las dos Yeshúa está teniendo dinero encima
En el caso del estáter lo proporciona la boca del pez y en el caso del denario lo muestra uno de los oyentes.
Con esto en mente quiero que hagamos una pequeña vista a algunas monedas en circulación en el Israel de aquellos tiempos.
Monedas romanas:
Esta que aquí muestro es el llamado denario de Tiberio, una de estas monedas tuvo Yeshúa en sus manos. Quien aparece en el anverso es Tiberio César con corona de laureles. El reverso contiene la escritura que dice “PONTIF ex MAXIM us”, o sea Pontífice Máximo, cargo que luego tomaría el papado romano (el papa como Pontífice Máximo), también vemos a Julia Livia sentada representando a la Pax  con un cetro y una rama de olivo. La Pax romana era una diosa que se representaba con una rama de olivo, un cetro y a veces también con una cornucopia.
Monedas griegas:
Estatero(imagen 1)
En esta moneda de origen griego está representada una tortuga marina y la ceca de acuñación del reverso.
Con la imagen de estas monedas en claro, veamos unas indicaciones que la Toráh (Instrucción) nos hace.(imagen 2)
Éxodo 20:4 “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.”
Éxodo 34:17 “No te harás dioses de fundición.”
Por supuesto que el lector conoce estos versículos, pero por lo general sólo los relaciona con los ídolos representados en las iglesias católicas, templos budistas, etc.
Pero la orden es clara, pensemos por un instante en el final de la segunda palabra, el segundo mandamiento de Éxodo 20: “…ni en las aguas debajo de la tierra.”
¿Y precisamente qué vemos en el estatero? Una tortuga marina que representaba el poderío naval.
Pensemos en la orden dada en Éxodo 34. ¿Y qué vemos en el denario de Tiberio?
Una representación de la Pax romana.
Aquí tenemos entonces con claridad por qué el Maestro no portaba dinero, es más el propio Pedro tampoco tenía dinero encima. Está clara la enseñanza acerca de que el Mesías, de haber tenido una bolsa con dinero, habría portado una bolsa con imágenes prohibidas. Si bien no es el momento de analizar la cuestión, pero no es casual que precisamente haya sido el traidor Judas quien tenía a su cargo el dinero, Juan 13:29:
“Porque algunos pensaban, puesto que Judas tenía la bolsa,…”
Queridos hermanos. Este estudio no tiene por finalidad que nadie se despoje de su dinero (aunque si le da a los pobres bien hace), sino que podamos entender las profundidades espirituales que a veces se escapan a nuestro ojos. No implica que Ud. No pueda tener dólares porque tengan una pirámide, o euros porque tienen la “e” de Europa de la mitología griega.
Estamos inmersos en un mundo con un príncipe y una economía mundial en la cual estamos siendo partícipes.
La intención de la reflexión es que podamos entender los textos bíblicos y vivirlos en la forma y medida que Ruaj HaKodesh, Espíritu, nos determine.
Comprendido esto ahora podemos entender un aspecto no tomado en cuenta de Marcos 11: 15:
“Vinieron, pues, a Jerusalén; y entrando Yeshúa en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas;…”

Pero será ello la continuación en la tercera reflexión.

 
 

 Parte 3 #

Comencemos mesta reflexión con la cita pendiente, Marcos 11: 15:

“Vinieron, pues, a Jerusalén; y entrando Yeshúa en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas;…”
Este pasaje lo conocemos, ha sido representado en cuadros, actuaciones teatrales y películas de cine. Y la mayoría siempre hemos creído entender el por qué de su acción. Sin desmerecer ni menguar los aciertos que al buscar entender los hechos muchos cristianos han tenido; es necesario observar esto con otros ojos.
Para ello debemos hacernos un mapa conceptual, es necesario que veamos varios de los componentes que los propios evangelios nos dan.
Componentes como por ejemplo en qué lugar específico acontece, en qué momento del año, quiénes estaban presentes.
En cuanto a en qué momento ocurre esto, veamos el evangelio de Juan, cap. 2:13:
“Estaba cerca la pascua de los judíos; y subió Yeshúa a Jerusalén,…”
O sea nos encontramos en la época del año en que se celebra Pesaj.
Por supuesto que quienes no conocen la tradición hebrea al respecto de esta Santa Convocación, desconocen acciones que normalmente se hacen frente a esta fecha.
Una de estas tradiciones  es la previa limpieza del hogar y la búsqueda de cualquier porción de jametz que pudiese haber. El jametz es el leudado. Incluso el día previo se dejan pequeñas porciones de pan leudado en distintas partes de la casa para que los niños los busquen  y luego se queman. Esta limpieza del hogar implica en su aspecto espiritual, la limpieza interior, el quitar de nuestro interior cualquier rastro de “levadura”, falsedad, mentira, etc.
Si pensamos que Yeshúa dice en Juan 2:16:
“…no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado.”
Está claro que lo que está haciendo es la tarea de los hijos de limpiar de cualquier rastro de levadura a Su Casa.
Por esto es tan importante conocer el momento del año en el que se produce y las costumbres y tradiciones que la santa convocación entraña.
Otro de los componentes que deseamos analizar es en qué lugar específico se desarrolla el relato. Pues la respuesta: en el Templo, sólo da una aproximación. Para ello es importante que sepamos cuáles eran algunas de las partes del templo de Jerusalem.
Si observamos la construcción del Mishkán y lo que conocemos del Templo edificado por Salomón, veremos que en ambos no aparece la indicación de construir un lugar que sí aparece en el templo renovado por Herodes.
El Templo renovado por Herodes tenía varios lugares denominados atrios. Todos con fines específicos y con determinaciones acerca de quiénes podían ingresar a ellos o no.
Estos lugares eran:
 El Atrio de los Sacerdotes
 El Atrio de Israel
 El Atrio de las mujeres
En cada uno de estos lugares ingresaban personas de nacionalidad israelita y por eso mismo eran prohibidos para los llamados gentiles.
En virtud de ello y por su amistad con Roma, Herodes creó un nuevo ámbito allá por el año 20 ac. El cual se llamó el atrio de los gentiles, en latín atrium gentium. Este lugar en principio se usó como un lugar de intercambio cultural y religioso, donde los rabinos y sabios de la Toráh podían responder preguntas de los gentiles y compartir distintos temas. Pero paulatinamente fue usándose cada vez más para realizar el comercio. En concreto en tiempos de Yeshúa se comerciaban en ese lugar algunos de los animales que no eran aptos para el sacrificio, se cambiaban monedas de distintos países por las aceptadas en el templo y otras actividades comerciales.
En ese lugar específico es donde ocurren estos hechos. Según podemos ver para las autoridades del templo ese era un lugar donde los gentiles podían llevar a cabo esas actividades comerciales e ingresar con su “bagaje” gentil. Con sus prácticas comerciales y con lo que estas conllevan. Pero para Yeshúa ese lugar es parte del que debía mantenerse puro.
Está claro que de una primera  sana intención de que los gentiles recibiesen Instrucción a que sea usado como un centro comercial, la distancia y distorsión son muchas.
Pensemos por un instante en las palabras de Yeshúa al momento de echarlos a golpes, Marcos 11:17:
“… ¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? Mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.”
¿Por qué Yeshúa toma estos textos? Porque en primer lugar no era malo que los extranjeros entrasen en el santo Templo, pero debían hacerlo para servir al Altísimo, no para profanar. Veamos Isaías 56: 6-7
“Y a los hijos de los extranjeros que sigan a YHWH para servirle, y que amen el nombre de YHWH para ser sus siervos; a todos los que guarden el día de reposo para no profanarlo, y abracen mi pacto,  yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos.”
En lugar de ser ese el pensamiento y la intención con la cual se estaba usando el lugar, se cumplió lo que otra escritura dijo, Jeremías 7: 8 al 11:
“He aquí, vosotros confiáis en palabras de mentira, que no aprovechan.
Hurtando, matando, adulterando, jurando en falso, e incensando a Baal, y andando tras dioses extraños que no conocisteis, ¿vendréis y os pondréis delante de mí en esta casa sobre la cual es invocado mi nombre, y diréis: Librados somos; para seguir haciendo todas estas abominaciones? ¿Es cueva de ladrones delante de vuestros ojos esta casa sobre la cual es invocado mi nombre? He aquí que también yo lo veo, dice YHWH.”
Ahora bien, cualquier persona puede indagar en el análisis que se ha hecho de lo que estamos tratando. Indagando en distintos comentarios encontré el siguiente que básicamente incluye a todos. Un cierto portal dice lo siguiente:
“¿Por qué se disgustó Yeshúa? Porque  era un escandaloso negocio…Eso sin contar con que el Templo es y debe ser un lugar de recogimiento y oración y se había convertido en un lugar ruidoso con los bramidos de los animales y los gritos de los cambistas quienes también se aprovechaban de los extranjeros comprándoles a muy bajo precio sus monedas para negociarlas después.”
No, el problema no era lo escandaloso ni que se cometieran engaños. El problema era en primer lugar haber determinado en el Templo la existencia de ese espacio para comerciar, traficar, servir a dioses ajenos. En ese lugar no se cumplió ninguna tarea de servicio a YHWH. Lo que se hizo fue habilitar un lugar para servir a un cierto baal, un cierto dios extraño llamado mammón.
Veamos a qué me refiero. En la versión Reina-Valera de la Biblia de 1960 dice:
Mateo 6:24: “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a YHWH y a las riquezas.”
Pero veamos ahora una versión más antigua, la Reina-Valera de 1909 citando el mismo versículo:
“Ninguno puede servir á dos señores; porque ó aborrecerá al uno y amará al otro, ó se llegará al uno y menospreciará al otro: no podéis servir á YHWH y á Mammón.”
¿Verdad que cambia cuanto más nos acercamos a los originales?
¿Quién es este mammón? Es la traducción al castellano del griego μαμωνᾶς mamonas, riquezas (Strong 3126). Pero asimismo existen quienes afirman que se trata de un espíritu inmundo. Sea este el caso o no, es claro que la referencia  nos sirve para relacionarla con lo que se escribe en la carta a Timoteo:
1ra de Timoteo 6:10:
“Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.”
Trátese o no de un demonio en particular o de un espíritu que se apodera de las personas, el hecho concreto es que en ese espacio del Templo, del Monte de YHWH, se estaba sirviendo a quién no debía servirse.
Pensemos por un instante en lo que hemos visto acerca del contenido idolátrico de las monedas acuñadas por los pueblos idólatras.
La base del intercambio entre las personas en el atrium gentium, la base de las relaciones que se establecían entre ellos no estaban en el intercambio del conocimiento de la Torah ni el servicio al Altísimo. Sino que la base de las relaciones que se creaban era el dinero, fuente de representación de demonios y raíz de grandes males.
He aquí el por qué real de la limpieza que Yeshúa hace de la Casa de su Padre.
Asimismo ello también debe conducir al creyente a efectuar la limpieza de su casa espiritual. Debe conducir a quitar los baales de su mente y corazón. Debe conducir a purificar sus intenciones de la influencia de cualquier entidad malévola por más que el mundo pueda aceptarlas.
Las monedas contenían referencias a deidades, abundancias, cetro de gloria y poder, cornucopias llenas del fruto de la tierra que se prometían si se servía al dios acuñado en ellas.
Pero Yeshúa nos llama a servir al único que puede garantizar el suplir cualquier necesidad.

A aquel que pensando en la gran necesidad de salvación de la Humanidad fue capaz de desprenderse de lo más precioso y amado.

 

Parte 4 #

En la porción de esta semana, si bien pareciera quedar fuera del relato, uno de los personajes fundamentales resulta ser Hur.

La primera mención que de él tenemos está en Éxodo 17: 10 al 12
“10E hizo Josué como le dijo Moisés, peleando contra Amalec; y Moisés y Aarón y Hur subieron a la cumbre del collado. 11 Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec. 12 Y las manos de Moisés se cansaban; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro de otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol.”
Como podemos apreciar si este hombre fue uno de los dos que sostuvieron los brazos de Moisés, acción por la cual prevaleció Israel en su batalla contra Amalec (su memoria sea borrada), está claro que debió ser muy importante.
Pero ¿Quién era Hur?
Éxodo 31:2 al 4 “2Mira, yo he llamado por nombre a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá; 3 y lo he llenado del Espíritu de YHWH, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte, 4 para inventar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce,…”
En cuanto a sus sucesores sabemos que su nieto fue uno de los encargados de la construcción del Tabernáculo, honor muy grande que nos revela su importancia.
El historiador Flavio Josefo, escribió que Hur era el esposo de Miriam la hermana de Moisés. (Antigüedades de los Judíos, Libro 1 capítulo 2). Dato no menor que nos permite ver el porqué de su cercanía con el Caudillo de Israel.
¿Qué significa esto? Que Hur era una persona muy importante, uno de los líderes. Sin embargo luego del acontecimiento de la batalla contra los amalecitas y de la mención acerco de su nieto, prácticamente desaparece de la historia.
¿Qué ocurrió con él?
Pues bien quisiera compartir con el lector una metodología de investigación muy útil llamada de caja negra. En este método tenemos una primer información y una información final. Estos son los dos extremos que conocemos. Y entre ellos tenemos una especie de caja donde ha acontecido algo que vincula a ambos extremos. La tarea consiste en indagar qué acontecimiento importante ocurre entre los extremos en las cuales sí tenemos certezas de lo que ocurrió.
Por ejemplo podemos preguntarnos lo siguiente, ¿Cuáles son las dos menciones de Hur más cercanas? Y encontrar que las mismas son:
Éxodo 24:14 “Y dijo a los ancianos: Esperadnos aquí hasta que volvamos a vosotros; y he aquí Aharón y Hur están con vosotros; el que tuviere asuntos, acuda a ellos.”
Esta mención de Hur se da cuando Moisés sube al Monte a recibir las instrucciones para los elementos del servicio y la fabricación del Tabernáculo.
Las siguientes menciones que se hacen  de Hur tienen todas prácticamente el mismo sentido que es el de describirlo como el abuelo de Bezaleel. Me refiero a Éxodo 31:2; 35:30 y 38:22.
Luego de esto en todo el libro de Éxodo no vuelve a ser nombrado. Tampoco es nombrado en el libro Levítico y tampoco es nombrado en el libro de Números. Pues con respecto al Hur que es nombrado en el capítulo 31 de este último libro se trata de otra persona. ¿Quizás en Deuteronomio? Tampoco, toda referencia a Hur en la Toráh se termina con las que he dado en Éxodo.
Entonces para desentrañar lo que ocurrió con Hur, debemos ver qué acontecimientos importantes tenemos entre ambas menciones. La que hemos recogido de Éxodo 24:14 y las tres últimas que podemos agrupar en una misma donde se lo ve como abuelo de Bezaleel.
¿Cuál es el episodio central que acontece entre la última vez que se menciona a Moisés subiendo al Monte y estas referencias a la construcción del Tabernáculo?
El hecho central es la fabricación del becerro de oro. Pero ¿Cómo esto se relaciona con la desaparición de la escena de Hur?
Pues bien, ahora que tenemos un interrogante un poco más desarrollado debemos recordar algo. Nosotros aceptamos las escrituras provenientes de una primera fuente que es la Toráh escrita por Moisés en hebreo antiguo.
Pero también valoramos tanto la versión en griego llamada Septuaginta como las versiones en arameo llamadas Targumim.
Recordemos Éxodo 24:14 “…he aquí Aharón y Hur están con vosotros; el que tuviere asuntos, acuda a ellos.”
¿Qué ocurre si el campamento era atacado, o si una plaga se extendía, o si una mortandad surgía, o si el pueblo tenía cualquier requerimiento importante? Debía acudir a Aharón y a Hur.
Veamos cómo comienza el relato de los eventos del becerro de oro.
Éxodo 33: 1 al 5 “1Viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, se acercaron entonces a Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. 2 Y Aarón les dijo: Apartad los zarcillos de oro que están en las orejas de vuestras mujeres, de vuestros hijos y de vuestras hijas, y traédmelos. 3 Entonces todo el pueblo apartó los zarcillos de oro que tenían en sus orejas, y los trajeron a Aarón; 4 y él los tomó de las manos de ellos, y le dio forma con buril, e hizo de ello un becerro de fundición. Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto. 5 Y viendo esto Aarón, edificó un altar delante del becerro; y pregonó Aarón, y dijo: Mañana será fiesta para YHWH.”
Con sinceridad el lector debe reconocer que estos pasajes sorprenden por varios motivos. Uno de ellos es la actitud de Aharón y si tuvo o no consecuencias en su vida. O sea ¿cómo Aharón se dejó llevar por esta gente hacia la idolatría? Y por otro lado ¿cómo ni Moisés ni YHWH mismo tomaron represalias contra Aharón?
Antes de dar una respuesta recordemos que las dos cabezas establecidas frente a cualquier suceso son Aharón y Hur. Y debemos tener muy presente que nosotros conocemos el final de la historia, pero ni Aharón ni las personas del Pueblo de Israel saben en concreto qué ha ocurrido con Moisés. Nosotros conocemos cómo sigue la historia pues es nuestro pasado. Pero ellos que están viviendo los acontecimientos en ese momento no saben ni que Moisés está vivo ni que está recibiendo instrucciones, ni nada. Sólo deberían tener qué cosa… Fe en que YHWH los seguirá conduciendo hacia una vida mejor. Pero al pasar los días es esa confianza la que van perdiendo y por ello ¿a quién acuden? Por supuesto a Aharón y a Hur. Según podemos analizar lo hacen para tomar un rumbo distinto, quizás incluso para volver sus pies a Egipto
Pues bien, veamos ahora lo que los Targumim nos dicen.
El mismo evento relatado en Éxodo 33: 1 al 5 a la luz del Targum.
“Pero la gente vio que Mosheh se demoró en bajar del monte, y la gente se reunió en Aharón, cuando vieron que el tiempo que les había señalado había pasado; y Satana había venido, y los había hecho errar, y pervertía sus corazones con orgullo. Y ellos le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque en cuanto a este Mosheh, el hombre que nos sacó de la tierra de Mizraim, puede haber sido consumido en la montaña por el fuego que brota de delante de YHWH, (y) no sabemos qué le ha sucedido en su final.”
Esto es del Targum Pseudo-Jonatán, el cual tomamos con pinzas pues sabemos que gran parte del mismo ha sido tergiversado para borrar aspectos que pudieran favorecer al cristianismo. Sin embargo aquí puede observarse que no hay nada que pueda favorecer a una u otra postura religiosa, sino que son textos neutrales. Sin embargo sí podemos ver que ciertos elementos del judaísmo planteaban la existencia de un adversario de las cosas de YHWH al cual se le dice “Satana” (adversario). Por cierto que este personaje no es otro que el mismo adversario que conocemos, el diablo, satanás. Aun cuando personas que desconozcan esto y crean las versiones modernas donde los judíos rabínicos les mal enseñan que “nunca el judaísmo creyó en la existencia de un ser espiritual maligno enemigo de YHWH”.
Pero hasta ahora no tenemos una respuesta en cuanto a lo que con Hur ocurrió. Sin embargo un poco más adelante en el mismo Targum encontramos lo siguiente:
“Porque Aharón había visto a Hur muerto delante de él y tenía miedo; y edificó un altar delante de él, y Aharón lloró con voz triste, y dijo: “Que mañana haya una fiesta delante del Señor, del sacrificio de los muertos de estos adversarios que han negado a su Señor y han cambiado la gloria… del Señor por este becerro.”
Estos pasajes transcriptos nos dan ahora sí muchos datos relevantes. En primer lugar se vuelve a mencionar a Hur, pero muerto. Por lo cual podemos interpretar que el grupo de personas que se acercó a Hur exigiendo que le fabricase ídolos que marchasen delante de ellos encontró resistencia en este hombre y consecuentemente lo mataron. Y este es el cuadro con el cual se encontró Aharón.
Aun cuando pudiese parecer menos completo, quiero transcribir el contenido del Targum de Jerusalén referido a los mismos pasajes:
“Y Aharón vio a Hur muerto delante de él, y tuvo miedo; Y edificó un altar delante de él, y Aharón clamó y dijo: Un festín.”
Podemos ver entonces en ambos textos de los Targumim que Hur fue muerto y entendemos por el miedo de Aharón que ello ocurrió a manos de aquellos que querían la fabricación de ídolos.
Con estas cuestiones en mente podemos clarificar ahora la idea de que Aharón se encontró en la circunstancia de tener que mantener un liderazgo en solitario. Muerto Hur, Moisés desaparecido, Josué también sin novedades, el único que podía mantener cohesionado al Pueblo de Israel, bien para evitar que volvieran a Egipto, bien para mantener una conducción para ingresar en la Tierra Prometida, era Aharón.
Por supuesto que las explicaciones, casi ridículas, que da acerca de la aparición del becerro no lo exculpan de lo hecho. Pero sí nos hacen ver las cosas en otra perspectiva.
Otra de los interrogantes que surgen tiene que ver con la pregunta de si el mal comportamiento o la mala decisión de Aharón tuvo o no consecuencia en su vida. No quiero aseverar nada que las Escrituras no aseguren, pero uno de los  episodios más importante en la vida de Aharón fue sin dudas la muerte de sus hijos mayores Nadab y Aviu. ¿Podemos vincular la fabricación del becerro de oro con la muerte de estos hombres? No directamente, pero sí podemos considerar que la mano protectora se quitó de la vida de sus hijos ante la acción de encender fuego extraño. Quizás la consecuencia no fue directa ni inmediata, pero no por ello podemos dejar de vislumbrar alguna vinculación entre ambos hechos.
Cuando vuelva el Mesías aclarará todas las cosas.
Ricardo

Se permite la reproducción total o parcial mencionando al autor. Todos los derechos reservados.

Powered by BetterDocs