Ir al contenido

Porción “Diles” (Emor)

Table of Contents

Parte 1 #

 La porción que llamamos “Diles” es muy significativa para el mover espiritual del creyente, pues contiene la liturgia anual de nuestra Fe. En el capítulo 23 de Levítico, están contenidas las Fiestas levíticas o Santas Convocaciones, en un lenguaje más acertado.
En el texto nombrado encontramos la explicación y contenido de las siguientes santas Convocaciones:
Pesaj, el día 14 del primer mes. Lev. 23:4-5
Jag HaMatzot, la convocación de los panes sin levadura, a partir del día 15 y durante 7 días. Lev. 23: 6-7
Yom HaBikkurim, la convocación de los primeros frutos, Lev. 23: 10-13
Shavuot, Pentecostés, Lev. 23: 15-17
Yom Teruáh (Fiesta de las Trompetas) también conocida como Yom HaZikaron (Día del juicio) Lev. 23: 23-25
Yom Kippur (Día del Perdón), Lev. 23: 26-32
Sucot, La Fiesta de los tabernáculos, Lev. 23: 33-40
Shminí Atzeret, La Fiesta del Octavo Día, Lev. 23: 36
Asimismo a partir del shabbat siguiente a Pesaj se realiza la llamada Sefirat HaOmer, la Cuenta del Omer. En esta se cuentan 49 días hasta llegar a Shavuot (Pentecostés)
¿Por qué destaco la importancia de las santas convocaciones (Mikraei Kodesh)?
Porque toda la Creación y nosotros mismos, han sido preparados para reunirse con el Creador, para encontrarse con él en los tiempos señalados. Las estrellas, el sol, la luna, han sido creadas para que sepamos el momento, en el cual debemos encontrarnos con Él en sus santas reuniones.
Quizás el nuevo creyente aún no ha visto estas cosas. Pero ello se nos enseña desde Bereshit (desde el Principio), desde el Génesis de la creación de todas las cosas.
Quisiera que veamos un pasaje muy significativo pero poco entendido. Citemos Génesis 1:14-15. Ya en otras ocasiones he explicado esta cuestión, pero en esta porción semanal su entendimiento resulta importante.
“Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años,  y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así.”
La frase donde dice “…sirvan de señales para las estaciones…” está mal traducida. La versión Reina-Valera incurre en un error grosero de traducción, lo cual por lo general no ocurre con las versiones usadas por el catolicismo. La palabra que ha sido traducida como “estación” es la palabra hebrea moed (Strong 4150  מועד “tiempo señalado”). Entonces a partir de ello podemos entender cuán importantes son los tiempos señalados para encontrarnos con nuestro Creador, de hecho, parte de la Creación, ha sido puesta en su lugar para decirnos cuándo ocurren.
Es así que tenemos la luna, que nos indica el paso de un mes bíblico a otro, las estrellas indicando momentos especiales a partir de las llamadas mazaroth (constelaciones), el sol cuyo ocaso nos indica el comienzo de un nuevo día. Asimismo, la presencia de 3 estrellas en el cielo, nos sirve de referencia para la finalización del Día del perdón.
Una traducción más fiel de la idea contenida en Génesis 1:14 sería:
“Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las santas convocaciones, para días y años,  y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así.”
¿Verdad que ahora el texto cobra otra dimensión?
Pasando a otro tema, si bien analizamos otras veces la cuestión del cumplimiento mesiánico de las fiestas levíticas, es necesario aclarar algunos puntos.
El primero que quiero dejar sentado es el siguiente: los evangelios nos hablan y relatan muchas cosas, pero la más importante al entender de muchos, es el cumplimiento mesiánico de las fiestas levíticas. Es el cumplimiento por parte del Mesías de la expectativa profética. De su rol como Mesías. En esto debo decir que no he visto a nadie mejor que Michael Rood para explicar al “Mesías en las Fiestas del Señor”. Este autor estadounidense se ha encargado de mostrar el cumplimiento profético que hizo Yeshúa de las fiestas de la primavera.
En sus estudios ha mostrado cómo el Mesías cumplió en su vida con las primeras Fiestas, las de la primavera. Con lo cual entendemos que  los evangelios tienen una función muy importante pues están para enseñarnos este cumplimiento. Y asimismo como bien dice Rood, Yeshúa nos entregó un quinto evangelio, el Apocalipsis, que es un evangelio a futuro donde se nos muestra cómo el Señor dará cumplimiento a las Fiestas del Otoño.
En el relato de la última semana de Yeshúa en Jerusalén, tenemos el cumplimiento que Él hace de las tres primeras convocaciones que hemos señalado. Pues lo tenemos como el cordero pascual sacrificado en Pesaj. Asimismo lo tenemos quitando la levadura no sólo de su entorno, con la salida del traidor Judas, sino también arrancando la levadura de las falsas doctrinas que se encontraban dominando el pensamiento y el corazón de los judíos. Así como lo tenemos presentando las primicias de los primeros frutos. Este último evento es muy significativo, pues es algo que normalmente se pasa por alto. Y sus referencias no son entendidas. Veamos dos pasajes tremendamente relacionados.
Mateo 27:52-53 “y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron;  y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de Él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos.”
Apocalipsis 4:4 “Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas.”
Estos versículos por sí solos no tienen explicación. Pero ¿qué ocurre si los interpretamos a la Luz de la preciosa Toráh?
Veamos este hermoso texto en Levítico 23: 10-11
“Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra siega. Y el sacerdote mecerá la gavilla delante de YHWH, para que seáis aceptos…”
Una de las tareas que el Sumo Sacerdote debía hacer, era tomar una gavilla de las primicias, de los primeros frutos obtenidos, y presentarlos con alegría frente a YHWH. Y no nos olvidemos que es Yeshúa el verdadero Sumo Sacerdote, el Kohen Gadol, que ascendió a los cielos sin pecado.
Es entonces que podemos entender que Yeshúa, cuando ascendió a los Cielos, se llevó consigo a los primeros participantes de la Resurrección. Los cuales fueron las primicias de los que vendríamos después. Estos son los 24 ancianos que hoy se encuentran alabando frente al Trono de YHWH, donde fueron llevados por Nuestro Salvador. Y presentados como gavilla hermosa y agradable ante el Padre YHWH.
También recordemos la comisión que se da a los apóstoles de esperar la llegada de Rúaj HaKodesh, Espíritu Santo, lo cual por supuesto ocurrió en Shavuot (Pentecostés). En ello tenemos el cumplimiento de la fiesta intermedia entre las primeras de la primavera, relatadas en los evangelios, y las del otoño, relatadas en el libro del Apocalipsis.

Tomemos sobre nosotros, la tarea de leer con atención y mente abierta, el contenido de la porción Emor y especialmente el contenido de levítico 23. Porque las respuestas a muchas preguntas siempre estuvieron a la mano, pero es ahora cuando nuestros ojos han sido abiertos.

parte 2 #

Ya comenté en la reflexión anterior, que las convocaciones escogidas por YHWH, prescriptas en el cap. 23 de Levítico, tienen su cumplimiento profético en las Fiestas del Señor, reflejadas en los evangelios. Asimismo dejo sentado el hecho de que el Apocalipsis se presenta como un quinto evangelio, pero a futuro. Es un evangelio por cuanto nos relata las buenas nuevas de nuestro Señor Yeshúa, pero obviamente es a futuro, por cuanto presenta una visión profética de lo que ha de acontecer.

Quiero ahora hacer hincapié en un punto que, al menos hasta donde tengo noticia, no ha sido desarrollado.
Para entender este punto, es necesario que veamos un aspecto que se desprende de la estructura misma del cap. 23 de Levítico.
Permítaseme ser un poco esquemático para presentar esta cuestión.
Hagamos el siguiente esquema estructural de los versículos:
Vers. 1 y 2: Presentación de la cuestión de las Convocaciones
Vers. 3 al 21: Tenemos el desarrollo de las convocaciones de la primavera y el Shabbat incluido.
Vers.23 al 44: Tenemos las convocaciones del otoño.
En cuanto al primer grupo, hemos visto que los evangelios nos relatan su cumplimiento por parte del Mashíaj Yeshúa, o sea que desde 3 al 21 ello ha sido cumplido.
Siendo esta la primera venida.
En cuanto al segundo grupo 23 al 44 tenemos que su cumplimiento será futuro, lo que tenemos desarrollado en el “evangelio” contenido en el  libro del Apocalipsis.
Siendo esta la segunda venida.
¿Qué es lo que quiero destacar que no ha sido observado o descripto hasta ahora?
El punto es que entre ambas venidas, tenemos un intervalo que lleva poco más de 2000 años.
¿Esto está reflejado en el cap. 23 de Levítico?
Pues sí, aunque pase un poco desapercibido. Ello está contenido en el versículo 22:
“Cuando segareis la mies de vuestra tierra, no segaréis hasta el último rincón de ella, ni espigarás tu siega; para el pobre y para el extranjero la dejarás. Yo YHWH vuestro Elohim.”
Le pido al lector que se tome la pequeña tarea de leer el cap. 23 una vez. Verá que el versículo 22 queda, digamos, fuera de lugar. Pues no tiene continuidad con las Fiestas señaladas. En un marco donde se nos explican las Convocaciones Santas, de improviso aparece una indicación de dejar alimentos para el pobre y el extranjero.
Pues bien, aunque muchos no lo hayan advertido ahí está contenida la comisión para los creyentes durante estos 2000 años: alimentar al pobre y al extranjero.
Recordemos Mateo 5:3 “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.”
Recordemos Mateo 24:14 “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.”
Entre ambas partes del cap. 23 de Levítico se alza el encargo de YHWH para sus escogidos:
Primera venida: cumplimiento de las Fiestas de la primavera,
2000 años en los cuales es predicado el evangelio a toda criatura alimentando espiritualmente a los pobres de espíritu.
Segunda venida: cumplimiento de las fiestas del otoño.
¿Por qué aseguro que esta es la comisión que nos ha sido legada? Muy sencillo porque es la misma palabra del Mashíaj quien nos lo dice:
Mateo 14: 15-16 “Cuando anochecía, se acercaron a él sus discípulos, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya pasada; despide a la multitud, para que vayan por las aldeas y compren de comer. Yeshúa les dijo: No tienen necesidad de irse; dadles vosotros de comer.”
Esa es la Palabra dada con sencillez: “dadles vosotros de comer.”

Esa palabra no se refiere en exclusividad a un evento ocurrido hace casi dos mil años, esa es la palabra que comisiona, que da dirección a todo creyente en estos tiempos de oscuridad. Pues cuando la Luz del mundo fue quitada, “cuando anochecía…”, son los discípulos de Yeshúa los encargados de saciar el hambre y la sed espiritual de su Pueblo.

Parte 3 #

En todas las sociedades y épocas existen disposiciones acerca de la unión de dos personas formando pareja. Si bien en tiempos del principio de la historia, prácticamente no existían reglas acerca de lo que dos personas debían hacer para enlazar sus vidas, sí existía algún tipo de acuerdo como forma de garantizar un mínimo de seguridad en la relación creada.
No obstante debemos asumir, que en tiempos anteriores a la Toráh en Sinaí, los israelitas no disponían de reglas a observar, tan sólo se unían y así transitaban la vida juntos.
Uno de los primeros registros que tenemos de una pareja consolidada por fuera de Israel se encuentra en el primer libro de Crónicas cap. 1 vers. 50:
“…le sucedió Hadad. El nombre de su ciudad fue Pahi, y el nombre de su mujer, Metabeel, hija de Matred, hijo de Mezahab.”
Tenemos aquí que las Escrituras hacen un reconocimiento a este rey Hadad, el cual fue el último rey edomita antes del reinado de los hijos de Israel. Mencionándose a este y a su esposa Metabeel.
En la porción de las Escrituras de esta semana, se indican diversas disposiciones acerca del matrimonio israelí y cómo debe observarse y cumplirse, con sus reglas en cuanto a los sacerdotes. Sé bien que en ciertos círculos religiosos, se cree que las disposiciones de la Toráh son letra muerta, letra pasada de moda o superada por un ficticio “tiempo de gracia” para pecar. Pero, aun cuando se entienda que al no existir sacerdocio levítico estas disposiciones no tienen aplicación práctica, es imposible entender el matrimonio entre Yeshúa y la Congregación de Israel (ekklesia). Sin conocer las etapas y compromisos matrimoniales, en el entendimiento bíblico que rigió los destinos de Israel durante siglos y hoy en parte también rige los matrimonios del Pueblo Judío.
Pues bien, describiré entonces las etapas del matrimonio israelí tal cual eran observadas en tiempos de Yeshúa.
En primer lugar, el acto de contraer enlace, no se producía únicamente en un momento determinado. Sino que poseía en principio dos etapas:
1) La primera llamada Erusín (en la actualidad conocida también como kiddushin)
2) La segunda parte llamada Nisuin (en la actualidad conocida como Jupá, lo cual también hace referencia al llamado palio nupcial)
La primer etapa del matrimonio israelí llamada erusin, tenía un contenido similar al llamado “compromiso” observado en las sociedades de habla hispana. Hasta hace no muchos años en los países americanos y de otros continentes, se hacía una ceremonia importante con el nombre castellano escrito más arriba, en la cual un hombre y una mujer se comprometían mutuamente a prepararse para la futura vida matrimonial.
En Israel el compromiso aceptado en la etapa erusín tenía mucha seriedad.
Cuando vemos en Mateo 1:18 lo siguiente:
“El nacimiento de Yeshúa fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo.”
Lo que se nos está diciendo en realidad es que María y José estaban transitando juntos la etapa erusin de su matrimonio. La palabra que al castellano ha sido traducida como desposada es el griego μνηστεύω  (Strong 3423 mnestéuo) significa literalmente prometida en matrimonio.
Ahora bien, el porqué de la aclaración “antes que se juntasen”, tiene que ver por supuesto en que todavía no habían llegado a la segunda etapa matrimonial.
Algo que es muy importante aclarar es el llamado contrato matrimonial o ketubá. Este contrato posee fundamentalmente, las obligaciones del marido para con la esposa y aspectos generales de la boda. La ketubá, que es entregada por los padres de ambas partes contiene estos tres puntos principales:
1) Fecha y lugar, nombres del novio y la novia.
2) Obligaciones del marido mientras están casados.
3) Obligaciones financieras.
El primer punto obviamente no requiere explicaciones, analicemos entonces los dos siguientes.
Obligaciones del marido mientras están casados:
Son estas fundamentalmente tres:
1) Sheerah: basada en Éxodo 21:10 consiste fundamentalmente en la pensión alimentaria, los alimentos (mezonot)
2) Kesutáh: ropa o vestuario. Aquí hay que entender que no se trata sólo de lo mínimo para no estar desnuda, sino que, conforme a las posibilidades del esposo y la condición social, debe incluir también accesorios y objetos superfluos que responden a esa condición social.
3) Onatah: son los derechos conyugales de la esposa, ello también conforme a Éxodo 21:10. Por supuesto que se encuentran implícitos los deberes conyugales, pues una mujer que niega sus derechos conyugales a un esposo se considera una esposa rebelde (moredet) y en caso de divorcio pierde su derecho a una compensación. Aquí hay algo muy importante que entender, la mitsvá de onah, el deber de las relaciones sexuales entre esposos es independiente de la procreación (perú urbú), o sea el deber de tener relaciones íntimas es independiente del deber de procrear. Pues el fin de la mitsvá de onáh es reforzar el vínculo matrimonial. Así por ejemplo  un matrimonio que por motivos de infertilidad no puede concebir, sin embargo mantiene vigente el deber de relacionarse íntimamente.
Obligaciones financieras
1) Ikar ketubá: es la suma económica principal traída al matrimonio
2) Nedunyá: es la dote traída por la mujer.
3) Tosefet o tosafot: adiciones a la suma principal
Como escribí más arriba, el matrimonio tradicional israelí constaba de dos etapas, la primera de compromiso legal o formal, esta llamada erusin, podía contener  el símbolo de la entrega de una moneda de plata a la novia, lo cual vemos en la actualidad con la entrega de un anillo.  Esta etapa ocurría un año antes de la etapa nisuin.
Durante todo ese año la mujer era formalmente comprometida, lo cual es el caso de Myriam la madre de Yeshúa, mujer a la cual en hebreo se le dice “arusa”.
Esta etapa erusin era tan formal e importante, que para disolverse requería de un guet o certificado de divorcio.
Ahora bien ¿Qué ocurría durante todo ese año en que los esposos permanecían en las casas de sus padres?
Fundamentalmente se hacía tres cosas:
• Construcción de la nueva casa
• Preparación de los vestidos de la novia
• Preparación de la comida para la etapa nisuin y para los 7 días siguientes (sheva berajot son las siete bendiciones que se hacen al culminar la ceremonia y que algunos grupos tradicionalmente repiten en los siete días de fiesta que celebran)
Cumplido ese año se llega a la boda, en la etapa nisuin del matrimonio la mujer pasa a ser nesua y comienza la convivencia con su esposo.
Algo terrible podría empañar esta hermosa situación y es el hecho de que el esposo encontrara que la mujer que le fue prometida como virgen no lo fuese. Lo cual vemos en Deuteronomio 20:20-21
“…si resultare ser verdad que no se halló virginidad en la joven, entonces la sacarán a la puerta de la casa de su padre, y la apedrearán los hombres de su ciudad, y morirá, por cuanto hizo vileza en Israel fornicando en casa de su padre; así quitarás el mal de en medio de ti.”
Por ello el Tzadik Yosef (el Justo José) quiso evitar esta situación para María:
Mateo 1:19 “José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente.”
Si bien en otra ocasión haré observaciones a la forma en que ha sido traducido el versículo, para el punto que estamos analizando nos sirve.
En la actualidad y debido fundamentalmente a los males provocados por las persecuciones que ha sufrido el Pueblo Judío, las dos etapas se han reducido a un mismo evento, pero en el cual se integran las dos ya analizadas.

Tomando esto como punto de partida veremos en la siguiente reflexión los requisitos que deben observarse en los casos de los sacerdotes. Todo lo cual nos permitirá acercarnos a entender la relación de Yeshúa (Sumo Sacerdote Celestial) con la Congregación Reunida de Israel (la ekklesia).

Parte 4 #

Esta porción, al contener indicaciones acerca de los requisitos matrimoniales de los sacerdotes, nos muestra los requisitos que la Congregación de Israel debe cumplir para unirse a su Sumo Sacerdote Celestial, o sea a la unión de la Congregación de Israel con Yeshúa.
Pues recordemos lo que estos versículos nos dicen:
Hebreos 3:1 “Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Yeshúa…”
Efesios 5:31-32 “Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Yeshúa y de la iglesia.”
Está claro que Pablo en la carta a los Efesios nos indica que Yeshúa y la Congregación de Israel, traducida como ekklesia, tienen en el matrimonio una sombra de su unión. Por lo cual los requisitos aplicables  a la unión del sacerdote con su esposa, son aplicables a la unión del Mesías e Israel.
Veamos entonces aquellos requisitos, según Levítico 21:13 al 15
“Tomará por esposa a una mujer virgen. No tomará viuda, ni repudiada, ni infame ni ramera, sino tomará de su pueblo una virgen por mujer, para que no profane su descendencia en sus pueblos.”
A partir de ello, podemos realizar una lista, conformando las distintas opciones en las cuales un sacerdote no debe caer:
En primer lugar la mujer no debía ser ramera  זונה  (Strong 2181  Zuná) Tampoco podía ser חֲלָלָה֙ (Strong 2491  Jalalá) – la hija de un sacerdote que ha nacido de una unión ilícita, por ejemplo de un matrimonio entre un sacerdote y una ramera  o mujer divorciada.
No podía ser una mujer divorciada   גְּרוּשָׁ֥ה  (Strong 1644 Guerushá). Tampoco podía tratarse de una viuda אַלְמָנָה (Strong 490 almanáh).
Tenía que ser del Pueblo por lo cual una gentil conversa queda excluida (Guioret).
Y por supuesto debía ser virgen בְּתוּלָה (Strong 1330 betulah).
El aprender estas cosas, nos permite entender algunos hechos que de otro modo dificultan la interpretación. Por ejemplo, en Génesis, tenemos el caso de Judá y Tamar. Recomiendo la lectura del capítulo 38 de Génesis para comprender la situación que planteo. Se verá de esta lectura que, creyendo Judá que su nuera había fornicado da la orden de que sea quemada. Ahora bien ¿Por qué da esta orden Judá siendo que el castigo debía ser que fuera lapidada?
Analicemos la situación. Judá cuando se unió a la hija de Súa engendró tres hijos:
Er – Onán y Sela.
Para el primer hijo Judá tomó por mujer a Tamar. Pero según nos cuenta Génesis, Er fue mala persona y recibió el decreto divino de muerte. Este evento nos permite entender algo muy importante. Muchos comentaristas creen que los preceptos de la Toráh, fueron desconocidos en tiempos anteriores al Sinaí. Por lo cual siendo estos, preceptos dados supuestamente con exclusividad al Pueblo de Israel, constituyen leyes que no eran reconocidas ni observadas en  tiempos previos. Pero las propias Escrituras desmienten esto, pues Judá dice a su segundo hijo lo siguiente, frente a la muerte del primogénito Er:
Génesis 38:8 “Entonces Judá dijo a Onán: Llégate a la mujer de tu hermano, y despósate con ella, y levanta descendencia a tu hermano.”
El porqué de esta orden se encuentra explicado en Deuteronomio 25:5-6
“Cuando hermanos habitaren juntos, y muriere alguno de ellos, y no tuviere hijo, la mujer del muerto no se casará fuera con hombre extraño; su cuñado se llegará a ella, y la tomará por su mujer, y hará con ella parentesco.
Y el primogénito que ella diere a luz sucederá en el nombre de su hermano muerto, para que el nombre de éste no sea borrado de Israel.”
Es claro entonces que esta indicación, dada en Deuteronomio, ya era conocida cientos de años atrás en los tiempos del Génesis.
Sabemos que Onán no cumplió con su deber y su vida le fue quitada por YHWH. Quien debía cumplir entonces con el mandato era Sela, que según vemos todavía era muy niño.
Como podemos leer Tamar finalmente concibió hijos de Judá simulando ser una ramera. ¿Qué nos indica entonces la resolución de Judá de que sea quemada? Que evidentemente Tamar no era cualquier persona sino que era la hija de un sacerdote. Por otros textos ajenos a la Toráh como el Targum Jonatán tenemos la referencia de que Tamar era hija del sacerdote Sem, sacerdote conforme al Orden de Melquisedec, según hes analizado en otras ocasiones.
Bien, recomiendo ahora, que los requisitos de la esposa del Sumo Sacerdote sean aprendidos de forma tal de entender cuáles son los requisitos especiales que la Congregación de Israel debe tener para ser digna de unirse al Mesías en las Bodas del Cordero.

Powered by BetterDocs