Éxodo 1:1 al 6:1 y 6:2 al 9:35
Parte 1 #
Cuando leemos los primeros capítulos del libro llamado Éxodo una de las primeras cuestiones que saltan a la vista es toda la presentación que YHWH hace de sí mismo a Moisés. Y cómo esta presentación es necesaria para que el caudillo pueda a su vez dirigirse a su Pueblo y tener el aval necesario para la misión que va a emprender.
Siempre se ha buscado a Yeshúa en las Escrituras, lo que por supuesto es correcto. Pero a la vez también se ha omitido presentar a Rúaj HaKodesh (Espíritu Santo)
Es preciso entonces dar respuesta a esta carencia a partir de lo que las mismas Escrituras nos enseñan.
Comencemos por estos conocidos pasajes de Éxodo:
3:1 “Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de YHWH
3:2 Y se le apareció el Ángel de YHWH en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía.
3:3 Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema.”
En más de un escrito he comentado acerca del llamado “Ángel de YHWH”, lo cual es una de las manifestaciones en las que el Hijo de YHWH se ha presentado a los hombres. A esto lo vemos en muchos pasajes del Génesis por ejemplo, 16:7; 21:17: 22:15; 31:11. Y he colocado sólo estas menciones las cuales son anteriores a los pasajes que hoy se analizan. La pregunta que a continuación debería hacerse es ¿Cómo pruebo que se trata del Hijo de YHWH el Ángel de YHWH mencionado en Éxodo?
Para ello en primer lugar debemos avanzar a Éxodo 3:14
“Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros.”
Sabemos que esto originalmente fue escrito en hebreo antiguo, luego tuvo dos versiones en arameo y en griego. Los Targumim y la Septuaginta. Veamos cómo se tradujo esto al arameo, en la versión que muy posiblemente leían en las sinagogas en tiempos de Yeshúa:
“Y la Palabra del Señor dijo a Moshé: Yo soy el que dijo al mundo ¡Sé!, y fue, y en el futuro le diré ¡Sé!, y será. Y él dijo: Así dirás a los hijos de Israel: “Yo Soy” me ha enviado a vosotros.”
Obsérvese que lo que en la versión en hebreo dice: “Y respondió Dios a Moisés”, fue traducido al arameo como “Y La Palabra del Señor dijo…”
Aquí debo agregar otra explicación. El vocablo “Palabra” en arameo transliterado es Memra. O sea La Palabra es La Memra de YHWH. ¿Y qué vocablo identifica a “Palabra” en el idioma griego? El vocablo “Logos”. O sea que donde en griego encontremos el vocablo “Logos” es indicativo de que en arameo se habría usado el vocablo Memra, todos referidos a La Palabra.
Aclarado esto recordemos ahora este conocido pasaje del Evangelio de Juan utilizando para variar la Biblia de Jerusalén:
“En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con YHWH, y la Palabra era YHWH.” Juan 1:1
Si alguien tiene alguna duda este versículo en griego transliterado se leería así:
“En arjé en jo Logos kai jo Logos en prós tón Zeón kai Zeós en jo Logos”
Y en griego:
Ἐν ἀρχῇ ἦν ὁ Λόγος καὶ jo Logos ἦν πρὸς τὸν Θεόν καὶ Θεὸς ἦν jo Logos
¿Y quién es este Logos o Palabra que estaba desde el principio y que es YHWH mismo? La lectura del primer capítulo de Juan dice la sencilla verdad que todo creyente sabe, es Yeshúa quien nació de María virgen.
Ahora las relaciones son fáciles y sencillas.
El evangelio de Juan nos dice que Yeshúa es La Palabra que se hizo carne siendo concebido en el útero de María por obra sobrenatural de Ruaj Hakodesh.
El Targum nos dice que en Éxodo 3:14 quien habla con Moisés desde la llama de la zarza ardiente es La Palabra, quien le dice que es el “Yo Soy” que creo el mundo a través de su orden.
Por lo cual el Ángel de YHWH que se encuentra en la zarza y que llama a Moisés no es otro que La Palabra, quien luego encarnado sería conocido como Yeshúa.
¿Y Ruaj HaKodesh?
Repasemos Éxodo 3:2 “Y se le apareció el Ángel de YHWH en una llama de fuego en medio de una zarza;…”
En realidad esto debería ser muy sencillo de entender para cualquier creyente. Recordemos uno de los eventos más importantes en la historia de los creyentes en el Nazareno.
Hechos 2:3-4 “y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos de Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.”
Ese fuego, esa llama sobrenatural que no consumía la zarza. Esa tremenda presencia espiritual que estaba con La Palabra, no es nada menos que Rúaj HaKodesh como se diría en hebreo transliterado.
Parte 2 #
Es evidente que cuando se transmite un mensaje, tanto el emisor como el receptor deben poder entenderse, compartir el lenguaje empleado. Para poder desarrollar esta reflexión es preciso en primer lugar tener en claro el significado de la palabra que será el eje de la misma. Me refiero a la palabra que ha sido traducida como señal o signo. Este es el hebreo אוֹת (Strong 226) oth lo cual los sabios de la Septuaginta tradujeron en el griego σημεῖον (Strong 4592) seméion. Esto significa además de un objeto que muestra algo, que sirve para identificar, también una prueba, una comprobación de algo. Teniendo esto en claro pasemos al siguiente versículo de Éxodo 4:8
“Si aconteciere que no te creyeren ni obedecieren a la voz de la primera señal, creerán a la voz de la postrera.”
Quien está hablando en este versículo es YHWH mismo y está anunciando que dos señales se manifestarían. A continuación veremos cuáles realmente son esas dos señales y cómo las mismas atraviesan toda la historia de nuestro Pueblo, se prolongan a nuestros días y marcarán el rumbo en los tiempos del fin.
La primera de estas se encuentra en Éxodo 3: 11-12
“Entonces Moisés respondió a YHWH: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?
Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a YHWH sobre este monte.”
Esta primera consiste en que al salir el Pueblo de Egipto serviría a YHWH en el Monte. ¿Qué Monte? El llamado “Monte de YHWH”, el cual es el Sinaí. ¿Por qué en 3:1 se dice “Horeb”? Porque ese sería el nombre con que esa región montañosa era conocida, por lo que hablar del Sinaí o del Horeb es referirse al mismo sitio, sin dedicarse a más precisiones geográficas. Quiero ahora que se observe qué es lo que el Pueblo haría en ese lugar: según la traducción al castellano “serviréis”. Veamos las palabras originales que se traducen como servir. En primer término el hebreo עָבַד (Strong 5647) que tiene muchas aplicaciones tales como trabajar, hacer, ejecutar, escuchar. Para poder precisar los términos los sabios de la Septuaginta tradujeron esto con el griego λατρεύω (Strong 3000) latréuo, esta palabra tiene origen en latris que es el servidor específico de un dios. O sea una persona que específicamente conoce qué es lo que agrada a su dios para servirlo. ¿Y qué es lo que ocurrió en el Monte Sinaí? Que el Pueblo recibió las diez palabras, conocidas como los diez mandamientos, con sus propios oídos y el resto de los mandamientos, decretos y estatutos a través de la voz de Moisés. Indicando a través del cumplimiento de los mismos cómo deseaba YHWH ser adorado por el Pueblo.
¿Cuál es la segunda de las señales?
Leamos el versículo de Éxodo 4:8 “Si aconteciere que no te creyeren ni obedecieren a la voz de la primera señal, creerán a la voz de la postrera.”
De la simple lectura de este versículo podemos observar que YHWH ha dado la segunda señal entre ese versículo y el que analizamos. O sea entre Éxodo 3:13 y 4:7 se encuentra la señal. Un episodio desagradable encontramos en el versículo 4:6 y es la presencia de “tzaarat” (lo cual es traducido como lepra) en la mano de Moisés y su curación en el versículo 7. Entonces cualquiera podría pensar que la segunda señal es esta curación sobrenatural de la lepra en la mano del caudillo. Por lo que sería una muestra de la comisión de YHWH el que Moisés se torne leproso ante el faraón o su Pueblo y que luego se cure. Sin embargo ¿Ocurre esto? Lo invito a que lo busque en su Biblia y verá que no. Quien con posterioridad al relato de Éxodo tuvo tzaarat fue la hermana de Moisés, Miriam, producto de haber murmurado contra él. Como este tema se desarrollará en el capítulo respectivo de Levítico sólo voy a adelantar que esta plaga sobreviene en la persona en primer lugar producto del hablar mal de otros. Es ocasionada por la llamada lengua del mal, lashón hará como lo conocemos en hebreo.
Bajo esta perspectiva ¿Cómo es que le llegó a Moisés esto a su piel? ¿De quién habló mal?
Pues precisamente del Pueblo Escogido de YHWH justo cuando el Creador le indica que los sacará con mano fuerte, pues dice que no tendrán Fe y cerrarán sus oídos a la voz de YHWH, Éxodo 4:1
“Entonces Moisés respondió diciendo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No te ha aparecido YHWH.”
Este texto nos da una advertencia sobre cómo debemos hablar de Nuestros Hermanos, de las ovejas aun perdidas de la Casa de Israel, teniendo Fe en que estarán abiertos a recibir el mensaje del evangelio.
Entonces teniendo en claro que lo que le ocurre a Moisés es producto de haber dicho palabras malas contra el Pueblo por lo cual no es la señal. ¿Cuál es ese signo distintivo entonces? ¿Cuál es la señal?
Bien, avanzando en la cuestión podemos ver que antes de que el tzaarat (lepra) venga a la mano de aquel ¿Qué frase dice YHWH?
4:6 “Le dijo además YHWH: Mete ahora tu mano en tu seno. Y él metió la mano en su seno; y cuando la sacó, he aquí que su mano estaba leprosa como la nieve.”
Están las siguientes palabras “Le dijo además YHWH…”, lo cual por supuesto está en hebreo “VaYomer YHWH…” y en griego “éipe de autó Kírios pálin…”. O sea que antes de esto encontraremos la señal. Examinemos entonces los versículos que van desde Éxodo 4:1 a 5
“2 Y YHWH dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara.
3 Él le dijo: Échala en tierra. Y él la echó en tierra, y se hizo una culebra; y Moisés huía de ella.
4 Entonces dijo YHWH a Moisés: Extiende tu mano, y tómala por la cola. Y él extendió su mano, y la tomó, y se volvió vara en su mano.
5 Por esto creerán que se te ha aparecido YHWH, el Elohim de tus padres, el Elohim de Abraham, Elohim de Isaac y Elohim de Jacob.”
Atiéndase lo que el versículo 5 dice: “Por esto creerán…”, he aquí la segunda señal. La cual consiste en que la vara desciende al piso y se transforma en culebra y de allí es levantada por Moisés en cuya mano se vuelve a transformar en vara.
¿Ocurre esto con posterioridad en el libro del Éxodo?
Por supuesto no tenemos que ir muy lejos pues este evento se encuentra en la porción siguiente llamada VaEra (“Y aparecí” o “Y me mostré”) en el capítulo 7.
Lo que podemos desarrollar de esta segunda señal no termina aquí. Deseo dirigirme a un pasaje que ha sido analizado o comprendido sólo en parte durante muchos años. Veamos Juan 3:14-15
“14 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado 15 para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
Este pasaje se ha vinculado con exclusividad al episodio de la serpiente de bronce que aparece en Números 21, especialmente el versículo 9:
“Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía.”
Entendiendo que heridos por la paga del pecado, aquellos que ajusten su mirada a YHWH mismo en la cruz, tendrían en Él la Salvación deseada.
Pero es que aquí no termina la cosa, pues si leemos con atención otros versículos del evangelio de Juan, veremos que la referencia se extiende a esta segunda señal que he marcado. Miremos Juan 12:32 “Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo.”
¿Y por qué es tan importante relacionar los pasajes de Juan con la señal del libro del Éxodo?
Porque el creer en el Testimonio de Yeshúa, creer en Él es la segunda señal que distingue, que muestra la Fe del Pueblo de Israel.
Poniendo las cosas en limpio estas son las dos señales:
• El servicio, la adoración, el hacer las cosas para YHWH cumpliendo sus mandamientos y
• El Testimonio de aquel a quien todos deben dirigir su mirada y que descendió a la tierra para ser levantado.
Lo cual vemos que llega a los tiempos del fin y que es recogido por el libro de Apocalipsis 14:12
“Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de YHWH y la fe de Jesús.”
Ricardo.
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