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🟢 Las palabras en la cruz

Parte 1  #

Los momentos previos a la muerte de Nuestro Señor Yeshúa, nos dejan una cantidad importante de cuestiones a analizar.
Algunas de estas requieren previamente, efectuar algunas revisiones lingüísticas y consideraciones propias del arte de traducir.
Uno de estos casos es el de Lucas 23:43
“Entonces Yeshúa le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.”
Para que se entienda a lo que estoy apuntando: este pasaje contiene lo que algunos llamarían error de traducción. En realidad, la cuestión es un poco diferente. Hay una elección dada por el traductor, tratando de conducir al lector a una idea.
Por supuesto que sabemos que Yeshúa no ascendió al Παραδείσῳ (Paradeiso) en ese día. ¿Entonces por qué ha sido traducido de esa forma? ¿Lucas se equivocó? ¿Manipuló las cosas?
Debo ser sincero y escribir que escuchar o leer cosas así me mueve a risa, pero también a vergüenza ajena. Porque quien afirme algo así, solamente puede ser una persona que, en su ignorancia, desconozca todo lo referente a las traducciones.
Como la mayoría de las personas desconocen estas cuestiones, explicaré algunas cosas previas.
Para comenzar, los textos en griego de los tiempos de Yeshúa, son inmensamente diferentes a los textos en castellano actual. Pues por ejemplo, hoy tenemos signos ortográficos que en griego no existían. Uno al cual estamos acostumbrados es la llamada coma “,”.
Ni el griego clásico, los dialectos jónico, ático, etcétera, ni la koiné glossa poseían este signo. Por lo que un texto, debía ser interpretado, para efectuar las pausas necesarias. Asimismo la escritura griega era la llamada uncial, exclusivamente formada por mayúsculas y sin separaciones entre palabras.
Permítanme dar un ejemplo en castellano, piense en la siguiente frase:
DIGOHOYCAMINAREENELDESIERTO
¿Verdad que tiene cierta dificultad para entender el mensaje?
Una vez que las palabras que componen la frase, han sido discernidas, han sido separadas, para entender el mensaje en nuestra lengua; es preciso colocar signos ortográficos. Observen estos dos resultados posibles:
“Digo, hoy caminaré en el desierto”
“Digo hoy, caminaré en el desierto”
La diferencia del mensaje entre ambos textos es evidente. ¿Es necesario que lo explique?
Veamos ahora la frase de Lucas, “De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”, esto en griego se vería así:
ἈΜNΝΛΕΓΩΣΟΙΣHΜΕΡΟΝΜΕΤ’ΕΜΟῦΕΣHΕΝΤῷΠΑΡΑΔΕίΣῳ
Tenemos aquí más de 40 letras sin separaciones. Lo primero que debemos hacer es separar las letras, conformando las palabras de acuerdo a lo que conocemos. Pues eso es sencillo, no se confunde una palabra con otra, sobre todo teniendo en cuenta que el idioma griego, nos presenta las llamadas declinaciones. El resultado sería este:
Ἀμὴν λέγω σοι σήμερον μετ’ ἐμοῦ ἔσῃ ἐν τῷ παραδείσῳ
Para continuar con el análisis del versículo necesito explicar algo. La existencia de las llamadas oraciones subordinadas. Dentro de una misma oración, en ocasiones, existe otra oración; o sea  metida dentro de esta. Por ejemplo: “Yo les anuncio que voy a viajar”. Cualquiera puede observar que esta frase podría desprenderse en dos oraciones más cortas. Por un lado “yo les anuncio” y por otro “voy a viajar”.
La segunda parte de la oración está completando a la primera parte. Pues si solamente me quedo en decir “yo les anuncio”, cualquiera se quedaría esperando aquello que les anuncio.
Pues bien, esa segunda parte está subordinada, depende de la primera. Yo les anuncio “esto”. ¿Y qué sería lo que les anuncio? “que voy a viajar”.
Estas son llamadas oraciones completivas, pues complementan a una oración principal. En nuestro idioma, en general, tienen por delante la palabra “que”. “Yo les muestro que soy más bajo”, “Yo les aseguro que el sol saldrá”, “yo les digo que…”.
No es este el lugar para dar una clase de griego clásico ni koiné, ni explicar la función de los adverbios conjuntivos. O la función de la preposición  μή griega. Todo ello sería embrollar al lector. Sí daré la traducción sencilla del versículo en cuestión y usted podrá ver las cosas con sencillez.
Ἀμὴν λέγω σοι σήμερον μετ’ ἐμοῦ ἔσῃ ἐν τῷ παραδείσῳ
Ἀμὴν λέγω σοι σήμερον: lo cual transliterado es “Amén légo soi sémeron”: Amén te digo hoy
μετ’ ἐμοῦ ἔσῃ: lo cual transliterado es “met´emú ése”: que tú estarás conmigo
ἐν τῷ παραδείσῳ: lo cual transliterado es “en tó paradéiso”: en el paraíso
Para que se vea con sencillez y claridad lo volveré a escribir, recordando que en muchas ocasiones la palabra “amén” se traduce como “de cierto”:
“De cierto te digo hoy, que tú estarás conmigo en el paraíso.”
Tan solo con  poner la coma en el lugar correcto, la frase tiene sentido. Entonces alguien podrá objetar ¿Pero y si Lucas puso la coma después de la palabra “digo” como se ve en las Biblias? Le diría con sencillez nuevamente que el idioma griego NO TENIA COMAS. El lugar donde se coloca depende de la inteligencia del texto y de lo que se desea expresar.
O sea, usted elige creer que Lucas fue un manipulador, un tonto que no sabía lo que deseaba transmitir, alguien que pensó que Yeshúa ese mismo día estaría en el Paraíso. O bien, hay un sencillo error al colocar la coma.
Y si todavía existe algún improvisado, que trata de arrojar dudas sobre el escritor del evangelio, le diré lo siguiente. Si el escritor imaginó que ese día iría al Paraíso, ¿Por qué luego en el capítulo 24 versículo 46 escribió lo siguiente?
“y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que Yeshúa padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día;”
O sea, el escritor del evangelio de Lucas, reconoce que Yeshúa no estuvo en el Paraíso el día de su muerte, ni el siguiente, ni el otro.
Querido hermano, no se deje confundir por aquellos que tratan de que usted pierda la Fe en las verdades sencillas del evangelio. Aparecen como eruditos, pero lo único que buscan es sembrar dudas y confusión. Aparecen como sabios pero son ignorantes. Se muestran como conocedores de la verdad y solamente son sepulcros llenos de muerte e ignorancia.
El problema de una coma, mal puesta en la traducción al castellano, no significa que TODO el evangelio de Lucas sea una manipulación, una tergiversación grecorromana para confundir.
Pero aquí la cuestión no termina. Seguiremos analizando el resto de las palabras de la cruz, para derribar las mentiras de aquellos que niegan al Mesías de Israel.
 
 
 
 

parte 2 #

Tengo por costumbre, no escribir si otra persona ha escrito algo similar y asimismo, trato de no repetirme. En los libros “Bebiendo junto al pozo de Jacob” me he referido a los evangelios sinópticos. Allí explico el origen, de las diferencias que entre ellos se pueden encontrar.
Por desgracia, el mundo de las llamadas raíces, alberga un sinnúmero de personas que, en forma improvisada, pretenden elevarse como maestros sin haberse preparado para ello.
¿Por qué escribo esto?
Porque todavía pululan por el mundo, personas que no comprenden que las diferencias en los 3 evangelios sinópticos no son contradicciones, sino complementos. Marcos es la fuente. Mateo complementa a esa fuente con determinados datos. Y Lucas por su lado hace lo propio.
Mateo lo hace con la impronta de la Casa de Judá, pues es un evangelio escrito originalmente en hebreo.
Lucas lo hace con la impronta de la casa de Israel, pues es un evangelio escrito en griego, basado en los elementos que la Septuaginta aporta para enriquecer.
Lo perjudicial es que esas personas que andan por el mundo “enseñando”, lo que hacen es llevar a la ignorancia a otros. Y conduciendo al final, a que las personas duden de la claridad y veracidad de los evangelios. Y yo me pregunto ¿Quién se beneficia con que alguien ponga en duda la veracidad del evangelio de Lucas? ¿Se beneficia YHWH o se beneficia satanás?
Veamos una supuesta contradicción:
Marcos 15:27 “Crucificaron también con él a dos ladrones, uno a su derecha, y el otro a su izquierda.”
Mateo 27:44 “Lo mismo le injuriaban también los ladrones que estaban crucificados con él.”
Lucas 23:33 “Y cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, le crucificaron allí, y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda.”
¿Saben cuál es la primer contradicción de la cual se habla?
Que en un caso dice ladrón y en el otro malhechor.
Seré muy sencillo tratando de no ofender: se trata de sinónimos.
Son sinónimos las siguientes palabras: malhechor, delincuente, maleante, ladrón, salteador, forajido, bandolero, bandido. Y cada quien las puede usar como su inteligencia le dicte.
Podría pensarse que en los idiomas originales esto era diferente. Pues no, también se trata de palabras que funcionan como sinónimos. Entonces ¿Por qué Lucas emplea una palabra y Mateo por ejemplo otra?
Porque se trata de personas con educación y formación diferentes. Y que escribieron para un diferente público, acostumbrado a diferentes usos. Hoy nos llegan ambos evangelios traducidos al castellano, pero originalmente el de Mateo fue escrito en hebreo para los que leían hebreo. Y el de Lucas fue escrito en griego probablemente para un senador amigo suyo, que dominaba esa lengua.
La palabra empleada en Mateo-Marcos y que se traduce como ladrón es λῃστής  (lestés), ladrón, bandido, que también saquea, merodeador. Esta es una palabra relacionada con el griego leizomai (saquear). Esta palabra se corresponde con el hebreo גַּנָּב (ganav) usado en Oseas 7:1.
¿Qué palabra usa Lucas?
κακοῦργος (kakúrgos), es una palabra compuesta de kakós (kakós) que habla de una disposición a hacer el mal. Se corresponde con la palabra hebrea רָע. Y la palabra ergon, que se refiere a obrar( el hebreo עֲבֹדָה.)  O sea, se trata de una persona que obra el mal, la maldad. Por ello no es casual que se usen las mismas palabras para el hebreo, por ejemplo en Proverbios 21:15 “…los que obran la iniquidad, están en continuo susto.” Lo que se traduce como “los que obran iniquidad” es   לפעלי און  lefoalei aven. Y por supuesto, en la versión griega, ese pasaje de Proverbios empleó la palabra kakúrgos.
Como puede apreciarse NO hay una contradicción. Se han usado sinónimos.
En el próximo escrito, seguiré aclarando estas “contradicciones”, que dejan perplejos a algunos por falta de lectura.

Mi recomendación estimado amigo y hermano es la siguiente: rechace a todo aquel que le diga que hay contradicciones entre los escritos del nuevo testamento y el resto de la Biblia, o entre evangelios. Todo aquel que niega a Yeshúa, niega al Padre. Y los evangelios son las biografías, las herramientas que tenemos para conocer sobre Nuestro Señor y Salvador.

 
 
 

parte 3 #

 
Continuando con las supuestas contradicciones, que los que buscan destruir la unidad de los evangelios, creen encontrar. Debo decir que la siguiente, si bien es poco seria, permite a los lectores sanos ver  algunas cuestiones que de otro modo no se conocerían. Lo que algunos imputan como contradicción son los siguientes versículos:
Mateo 27:44 “Lo mismo le injuriaban también los ladrones que estaban crucificados con él.”
Marcos 15:32 “El Mesías, Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, para que veamos y creamos. También los que estaban crucificados con él le injuriaban.”
Lucas 23:39 “Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Mesías, sálvate a ti mismo y a nosotros.”
Seguramente Ud. se estará preguntando ¿Y la contradicción dónde se encuentra?
Por favor no se ría, en que si bien tanto en Marcos como en Mateo se dice que “los ladrones” lo injuriaban y que en Lucas dice que “uno” era el que injuriaba.
Voy a partir de una premisa sencilla. ¿Qué dice el Diccionario de la Real Academia Española acerca de lo que es una contradicción?
La definición es: “Decir lo contrario de lo que otra afirma, o negar lo que da por cierto”
O sea, Lucas no niega lo que afirman Marcos y Mateo, sino que da daría una precisión que surge de la mayor atención a los detalles que el tipo de texto griego tiene. Escribir Εἷς δὲ τῶν κρεμασθέντων (Uno de los colgados), no es contradecir.
Contradecir habría sido escribir: “los dos ladrones que habían sido colgados junto a él lo alababan compartiendo su dolor”.
Ahora quiero hacer una prevención, para todos aquellos que se acercan a las raíces hebreas. Existe lo que se llamaría una “muletilla”, o sea una frase que algunos repiten como un hábito. Aunque no sepan un ápice de hebreo, griego o arameo, usted se puede encontrar con personas que repitan como pericos que “usted no conoce las lenguas originales” o “usted se equivoca porque no conoce el contexto”. No se deje intimidar, la mayoría de los que usan esas frases hechas, solamente tienen recortes vacíos de ideas sueltas recogidas en internet.
El conocimiento de los idiomas originales y el contexto es importantísimo, pero hay que tenerlo, no solamente decir que el otro no lo tiene.
En este caso, quien desconoce las minucias del hebreo pensará que hay una contradicción en que Mateo se refiere a que los dos ladrones lo injuriaban y que Lucas diga que solamente uno.
Existe algo muy interesante, es una cuestión lingüística que deseo mostrar.
Lo que ocurre es que el uso del plural en Mateo es lo que llamamos un hebraísmo; y muchos olvidan que originalmente el evangelio de Mateo fue escrito en hebreo. Y esto es precisamente eso, una expresión típica del hebreo, la cual se ve reflejada en las Escrituras.
En este tipo de expresiones se usa una palabra que en el idioma original habla de dualidad. Habla de al menos dos cosas, lugares, personas, etcétera, pero que en realidad se traduce como una.
Les mostraré varios ejemplos para que se entienda y luego diré a qué palabra se refiere:
Isaías 37:24 “…a las laderas del Líbano…” en realidad en hebreo diría “a las dos partes del Líbano…”
1ra de Samuel 24:3 “…David y sus hombres estaban sentados en los rincones de la cueva.”  Como ven aquí se traduce “rincones” aunque en realidad el rincón era uno.
Salmo 128:3 “Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa…” Aquí se ha traducido como dual, como los dos lados.
Isaías 14:15 “Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo.”  Aquí se ha traducido como los “lados” del abismo, en realidad una traducción del hebreo más literal diría “a las profundidades más bajas del pozo” lo cual en hebreo es אל ירכתי בור  (al iarajtí bor)
Un último sencillo ejemplo lo muestra. Veamos Jonás 1: 5, en la versión en castellano dice:
“… Pero Jonás había bajado al interior de la nave, y se había echado a dormir.”
El final del versículo en hebreo אל ירכתי הספינה וישכב וירדם , lo cual se translitera “al iarjtí asfiná veishecav veisrdam”, es lo que se traduce como “al interior de la nave y se había echado a dormir”.
Esto “al iarjtí asfiná”, es “al interior de la nave”. Pero si se tuviese que traducir literalmente se debería escribir: “a los lados de la nave” o “a los costados de la nave” o “a los extremos de la nave”. Sin embargo sabemos que bajó o bien a un costado o bien al otro o bien a un extremo. Pero lo que ocurre es que en este caso, en hebreo, se emplea este plural.
Esto se usa muchísimas veces en las Escrituras, pero en castellano no se observa, porque se traduce conforme nuestro entendimiento de las cosas. Hay muchos más pasajes donde esto ocurre: Ezequiel 39:2;  Jeremías 6:22 ; Jeremías 25:32 ; Jeremías 31:8 ; Jeremías 50:41  y muchos más.
En todos estos casos se ha usado la palabra יְרֵכָה (ierejá) que en muchos casos habla de duales.
Esto ya había sido observado por Johannes van den Driesche, conocido como Drusio, teólogo experto en hebreo, nacido en Flandes en 1550 y fallecido en el 1616. Como puede verse es algo que ha sido estudiado hace casi 500 años.
Por lo cual, el hecho de que Mateo diga que “los ladrones” lo injuriaban y que Lucas se refiera a la injuria de uno, no es una contradicción, sino el uso de un hebraísmo.
 
 

PARTE 4 #

Para este último estudio, es necesario que observemos, los siguientes pasajes del evangelio de Lucas 23 tomados de la versión Reina Valera 1960. Quiero aclarar que lo primero que voy a observar en castellano, también ocurre con la versión King James Bible.
40: “Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a YHWH, estando en la misma condenación?”
42 “Y dijo a Yeshúa: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.”
Cuando alguien toma la tarea de analizar, estudiar y compartir comentarios de las Escrituras, una de las cosas que deben hacerse es la comparación de versiones.
Por supuesto que no es una tarea para todos los creyentes, pero sí una obligación para quien pretende escribir y enseñar.
Hace tiempo un amigo de una de las páginas de internet nos consultó escribiendo: “¿Ustedes de dónde obtienen lo que publican?”
La pregunta de este hermano es comprensible, la respuesta está en que generamos nuestro propio material. Cuando tomo algún texto, que haya sido escrito por otra persona o grupo, lo hago saber dando el crédito correspondiente.  
Como parte de esta tarea de comparación de versiones bíblicas, que mencioné, surge que desde la versión de 1909, la Reina Valera ha sido modificada. Ese cambio también fue hecho por los editores respectivos entre la King James Bible y la New American Standar Bible del año 1971, por ejemplo.
¿Cómo se leía el versículo 42 antes del cambio?
42 “Y dijo a Yeshúa: Señor, acuérdate de mí cuando vinieres en tu  reino.”
Y en inglés: “And he said unto Jesus, Lord, remember me when thou comest into thy kingdom”.
Por su parte, la New American Standar Bible del año 1971, también ha suprimido la palabra Señor (Lord en inglés).
Quizás alguien diga, “bueno, tal vez lo cambiaron porque los manuscritos antiguos estaban así escritos”.
Debo decir que no. Pues cuando se escribe, debe compararse no solamente el texto en el idioma en el que se desea escribir, en mi caso el castellano, sino también en los idiomas originales. Y si no se conoce el idioma original, por ejemplo el griego, entonces no se debe escribir analizando la escritura. Debe haber seriedad al momento de hacer las cosas, o no hacerlas. Hay vidas del otro lado de la pantalla, hay almas a las cuales se puede beneficiar o perjudicar.
Como podemos ver, ha sido quitada la palabra Señor (Lord en inglés), la cual en el griego original es κύριος (Kírios). Esta palabra aparece en los textos conocidos como el Textus Receptus de Erasmo, el Texto Mayoritario Bizantino, el texto de la Iglesia Ortodoxa Griega de 1904, así como el Código Beza de 1598.
Lo más probable es que la versión Reina Valera de 1909 se haya adaptado al texto de Westcott y Hort 1881, en el cual la palabra no aparece.
¿Por qué resultan estas cuestiones importantes?
Porque la palabra Κύριε (Kírie), Señor, no es algo menor en el contexto en el cual aparece.
Algún improvisado podría esgrimir “pero la palabra Kírios se puede usar como adjetivo de otra palabra, o bien para definir al poseedor de algo y bla bla bla…”. Pero lo único que demostraría quien respondiera eso, sería desconocer la importancia del ámbito textual en el cual la palabra se inserta. O sea el contenido. Pues en el contexto del diálogo, el malhechor no se está refiriendo a Yeshúa como el poseedor de algo en particular. O su señorío sobre él como lo que actuaría un jefe o patrón. No lo llama así porque sea su empleador como yo le decía a mi jefe. Tampoco como se le dice al superior en ciertas fuerzas armadas.
Por otro lado, el idioma griego posee un detalle importantísimo, que no tienen ni el castellano ni el inglés, por ejemplo. Se trata de las llamadas declinaciones, las cuales existen por ejemplo en el idioma ucraniano. En griego un sustantivo cambia, de acuerdo al uso que se le da en una oración.
La palabra que se traduce como Señor es κύριος  (Kírios), pero si en griego quiero escribir “¡Oh Señor, te alabo!”, deberé escribir κυριε (Kírie), como expliqué, las palabras en griego cambian de acuerdo al uso que se hace de ellas en las oraciones. Lo cual se llama declinación. En el ejemplo que escribí haciendo una invocación.
¿Y cuál es el uso que en el versículo se ha hecho?
El versículo 42 dice “Y dijo a Yeshúa: Señor, acuérdate de mí cuando vinieres en tu  reino.”
Veamos “Y dijo a Yeshúa: Señor…” en griego: “καὶ ἔλεγε τῷ Ἰησοῦ• Μνήσθητί μου, Κύριε,…”, o sea haciendo una invocación (Κύριε).
Para poder asimilar la profundidad del pasaje, debemos ingresar lo mejor posible en el momento.
El malhechor sabe que va a morir. Sabe que su castigo es justo y el de quien está a su lado no. Lo está reconociendo como la Deidad. Está sufriendo con Él y sabe que en este mundo no tendrá salida. Está desesperado. No tiene de qué aferrarse. Entonces, con sus últimos residuos de libertad, decide implorar (invocar) al Salvador. Y le dice:
¡¡¡Señor!!! Acuérdate de mí…
El uso dentro del contexto es el de reconocimiento de la Deidad. De que Yeshúa es YHWH mismo hecho hombre y muriendo por la Humanidad.
Seguramente, el delincuente no tenía en su mente todos estos conceptos doctrinarios, eso no es importante. Porque mi tarea es profundizar, ir más allá de la superficialidad, del aspecto peshat (literal) de la Escritura. Y adentrarme en las delicias de la alegoría y lo oculto a las apariencias. Al remez y al sod.
Veamos nuevamente uno de los versículos que cité,
40: “Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a YHWH, estando en la misma condenación?”
Aquí no escribiré algo en griego ni en hebreo ni en ningún otro idioma. Las palabras son sencillas en cualquier idioma que se use. Pero lo que ocurre es que, en ocasiones, se lee sin prestar atención. El final del versículo puede ser analizado dividiéndolo en dos partes: “Ni aun temes tú a YHWH”. Una afirmación, que el otro no teme a YHWH. Y ¿En qué momento no está temiendo a YHWH? “estando en la misma condenación”.
Los tres murieron en la cruz, los tres fueron ejecutados. Uno resucitó por obra del Padre, Yeshúa, YHWH mismo en la persona del Hijo. Uno de los malhechores resucitará compartiendo el reino. El otro…
*RICARDO*
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