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Evangelio de juan

Al comenzar el evangelio se nos recibe con estos versículos, Juan 1:1-2
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con YHWH, y el Verbo era YHWH. Este era en el principio con YHWH.”
Ya en el “Bebiendo junto al Pozo de Jacov” he explicado que esta versión de las Escrituras, la Reina-Valera 1960 que la mayoría de los cristianos en América poseen, adolece de lo que considero una palabra desacertada. Me refiero a Verbo. La versión original de Casiodoro de Reina de 1569 decía:
“En el  principio ya era la Palabra: y la Palabra era acerca de YHWH, y YHWH era la Palabra. Esta era en el principio acerca de YHWH.”
Luego la traducción de Casiodoro fue reemplazada por las correcciones de su amigo, Cipriano de Valera, quien en lugar de “palabra” colocó el vocablo Verbo.
Esto ocurrió porque en los países dominados por el catolicismo del S.XVI, la versión empleada era la llamada Vulgata escrita en latín. En esta versión el evangelio comienza así:
“In principio erat Verbum…”
Es muy factible que detrás de esta corrección realizada por Cipriano de Valera en el año 1602 esté escondida la intención de acerca su versión a la católica y funcionar esto como un factor de atracción. Pero es algo que sólo estudios más profundos del tema nos mostrarían.
Si bien a estas cuestiones las he tratado en otros escritos no está demás detenernos para tenerlo más claro.
¿Cuál es entonces la traducción correcta? ¿Es verbo o es palabra?
Quienes apoyan usar el vocablo “Verbo” dirán que a través de ello se está empleando un vocablo que da la idea de acción, del Ser que con su voluntad activa creó todas las cosas. Y esta parece ser una buena razón.
Sin embargo como he escrito en otras ocasiones, el usar “Verbo” nos impide, al menos en castellano, entender  la relación que existe entre el evangelio de Juan y la mayoría de los escritos de los profetas.
Tomemos los siguientes versículos de distintos profetas:
Jeremías 1:4 “Vino, pues, palabra de YHWH a mí, diciendo:…”
Ezequiel 1:3 “…vino palabra de YHWH al sacerdote Ezequiel hijo de Buzi,…; vino allí sobre él la mano de YHWH.
No es sólo aquí sino que en todos los profetas tenemos expresiones similares y es algo que en el cristianismo no se ha tomado en cuenta. Pues quien se presentaba a los profetas y les hablaba era precisamente “La Palabra”. Por ello por ejemplo en Jeremías vemos la expresión: “Vino la Palabra de YHWH…diciendo…” o sea que La Palabra vino y habló.
Este problema de traducción se da en castellano en la versión Reina – Valera 1960, no ocurre en las versiones bíblicas en inglés o en gran parte de las católicas. Entonces con la libertad que me otorga el conocer el griego original y poder traducirlo, estableceremos que estos dos primeros versículos deben escribirse así:
“1En el principio era la Palabra, y la Palabra era con YHWH, y la Palabra era YHWH. 2Esta era en el principio con YHWH.”
Aquí surge algo interesante, la cuestión del género del sustantivo palabra. Obviamente en castellano se trata de una palabra femenina, por eso lleva el artículo “la”. Pero sin embargo ya sabemos que el texto de Juan hace referencia a Yeshúa.
Entonces ¿Cómo nos referiremos a Yeshúa, quien sabemos que fue obviamente un hombre en su aspecto humano, con una palabra femenina?
Porque lo que ocurre es que en los originales griego y hebreo, el vocablo usado es de género masculino. Tanto דָבָר (dabar) que es en hebreo, como  λόγος (logos) que es en griego, ambos son vocablos de género masculino.
Aclarado esto podemos ver que el primer versículo puede descomponerse en tres frases, la cual cada una nos da información vital para entender a La Palabra. Veamos:
• En el principio era La Palabra
• La Palabra era con YHWH
• La Palabra era YHWH.
Tratemos de analizar cada una de estas frases.
“En el principio era La Palabra”
Es evidente y así lo han afirmado todos los comentaristas desde hace siglos, que Juan (o el autor), establecen una conexión con el primer versículo de la Toráh:
“En el principio creó YHWH los cielos y la tierra.” Gén. 1:1
La conexión es evidente, pero ello no nos debe llevar a pensar que ahí se termina todo, pues debemos profundizar en el tema.
Entonces quien quiera puede relacionar con libertad el contenido de Génesis 1 con el contenido de juan 1.
Pero como hoy comentamos el evangelio de Juan veamos qué podemos aprender de esta primera frase:
“En el principio era La Palabra”.
¿Qué significa decir que “…era La Palabra”?
Podríamos analizar con profundidad lingüística el sentido que el verbo  εἰμί (verbo ser del idioma griego) tiene. Sin embargo ello no es necesario, pues basta con entender lo que en la mentalidad hebrea significa “ser”. Pues el único que puede “ser” es precisamente el Creador. La causa primera de todas las cosas según lo ha entendido la filosofía occidental. El único que realmente puede decir de sí mismo que “es”, es precisamente YHWH. El resto sólo existe como parte de su Voluntad creadora. Esta es la idea hebrea original. Por ello es que la presentación de YHWH a Moisés es según Éxodo 3:14 la siguiente:
“…Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros.”
Esto nos permite entender el enojo de algunos judíos reflejado en los siguientes versículos:
Juan 8:58-59 “Yeshúa les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.
Tomaron entonces piedras para arrojárselas; pero Yeshúa se escondió y salió del templo; y atravesando por en medio de ellos, se fue.”
Por si alguna duda quedase aclaro al lector que en ambos textos la frase ha sido escrita en griego como εγώ ειμι, lo que significa por supuesto “Yo soy”.
Por esto esos judíos se enojan y hasta piensan en matarlo. Porque Yeshúa se está presentando ante ellos como YHWH mismo; por “ser”, por tener existencia antes que Abraham. Por este motivo es que le espetan en la cara “¿Quién te haces a ti mismo?” Juan 8: 53
Con esto entendemos con sencillez que quien se presentó a Moisés como el “Yo soy”, es el mismo que habló frente a aquellos judíos y les dijo “Yo soy”. Y es obviamente el mismo que “era” desde el principio.
Juan (o su autor) al comenzar el evangelio nos está dando una declaración tremenda. Una declaración que podría costarle la vida. Nos está diciendo que La Palabra, o sea Yeshúa, es YHWH mismo. Pues nos dice que “era” desde el principio.
“La Palabra era con YHWH”
Continuando ahora nos enfrentamos quizás a una duda importante que puede surgir precisamente de la complejidad o de la riqueza de nuestro idioma.
Pues ahora el vocablo “era” adquiere otra dimensión, tal vez otro significado.
En la exposición anterior veíamos que la palabra “era” hacía referencia al ser, a la existencia, al hecho de que Yeshúa “era” (o sea que existía desde antes que todas las cosas fueren) desde el principio.
Pero aquí la cuestión es diferente, pues nuestro idioma hace diferencia entre el verbo ser y el verbo estar. Cosa que no ocurre en otros idiomas. De hecho he escuchado comentarios de personas de habla inglesa a los cuales les resulta difícil entender la diferencia del idioma castellano entre “ser” y “estar”. Pues por ejemplo en inglés escribir “yo soy” se escribe “I am “¿Y cómo se escribe “yo estoy”? Pues también “I am”. Los que tenemos como primera lengua al castellano no tenemos dificultades en entender la diferencia, pero en otros idiomas es bueno saber que se complica.
Creo que será entonces fácil para los de habla castellana entender lo que ahora voy a exponer. Será un poco más difícil quizás al momento de traducir esto al inglés para nuestros hermanos y amigos en EEUU por ejemplo.
Si el texto traducido del griego al castellano que nos llega es “La Palabra era con YHWH” cabría preguntarnos entonces ¿Qué verbo se usó en el griego original para esa palabra? ¿Ser o estar? Pues bien, lo que aquí ocurre es que en griego tanto para ser como para estar se usa el mismo verbo, el cual es  εἰμί (eimí). Algo similar a lo que ocurre con el idioma inglés. Y es a través del contexto por medio de lo cual se entiende a qué se hace alusión.
Voy a escribir un ejemplo para que esto pueda verse en concreto y cómo al traducir se busca la idea correcta. Para ello voy a usar la versión Reina Valera 1960 que es la que la mayoría de los cristianos tienen. Veamos dos versículos escritos por el mismo autor, del evangelio de Juan. Primero los escribiré en griego con su transliteración y luego en castellano.
Juan 1:1 “…ὁ Λόγος ἦν πρὸς τὸν Θεόν…” que se pronunciaría “Jo Logos jen pros ton Zeon”
Juan 1:10 “ἐν τῷ κόσμῳ ἦν…” que se pronunciaría “en to kosmo jen”
Si el lector puede apreciar: ἦν que se pronuncia jen. Este es el verbo ser o estar en griego.
Si vemos la traducción al castellano de la Reina Valera cada texto dice lo siguiente:
Juan 1:1: “…el Verbo era con YHWH…”
Juan 1:10 “En el mundo estaba,…”
Entonces ¿qué significa esto, que la traducción es incorrecta? No, lo que nos indica es que cuando aparece el verbo εἰμί (eimi) en griego (o sea el verbo ser) puede que se esté refiriendo a “ser” o “estar”.
Ya escribí que es el contexto el cual nos indica el sentido que debemos darle a la palabra usada.
Pues bien, ahora voy a marcar una diferencia con todas las traducciones disponibles en nuestra lengua. Pues a partir del contexto, del resto de las palabras de la frase, reinterpretaremos el texto griego. Una nueva visión del texto podremos conocer.
Para que no perdamos de vista a lo que me estoy refiriendo vuelvo a escribir la segunda frase del primer versículo del evangelio de Juan:
Juan 1:1 “…y La Palabra era con YHWH…”
¿Qué se nos quiso enseñar en ese versículo?
Bien, aquí daré un salto en mi exposición y traeré a conocimiento del lector un tema del cual nunca se habría enterado en ámbitos cristianos.
Si preguntamos a cualquier  creyente versado en las escrituras y formado dentro del cristianismo, evangélico en especial, cuáles son los nombres del Mesías; sin duda nos responderá citando Isaías 9:6. Donde de Él se dice Consejero, Príncipe de Paz, etcétera. Y por supuesto su respuesta no estaría mal.
Pero dentro de la cultura hebrea y judía en particular, existen otros nombres, los cuales hacen referencia a otros atributos. Simplemente para ilustrar al lector le comento que uno de los nombres es el Ángel del Rostro, según vemos en Isaías 63:9 “En toda angustia de ellos él fue angustiado, y el ángel de su rostro los salvó;…”Con lo cual su nombre será Sar Ha-Panim.
Ya he comentado esto en otras ocasiones pero deseo refrescarlo.
En el libro de oraciones reservado para el llamado año nuevo judío (la celebración de rosh hashanna) que en realidad corresponde a la fecha de nuestra Santa Convocación del Toque de Trompetas (Yom Teruáh), puede encontrarse una oración que todo judío eleva a los cielos donde dice:
“Que sea tu voluntad que el toque de trompetas llegue hasta el Tabernáculo de YHWH mediante… Yeshúa el Príncipe del Rostro y el Príncipe Metatrón…”
Sé que la mayoría de los creyentes jamás se imaginó que uno de los nombres del Mesías, de Nuestro Señor Yeshúa, también es Metatrón.
¿Por qué es este uno de los nombres del Mesías? Porque este nombre significa “El que se sienta en el trono” (Meta thronon). Este se sienta en el trono al lado de YHWH.
Bajo una mentalidad cristiana esto significa muy poco. Pero para una mentalidad hebrea, tan sólo imaginar que alguien pueda estar sentado al lado de YHWH es toda una blasfemia. Pues sólo YHWH puede estar sentado en un trono. Para poder estar sentado al lado de Él, debería…sí…debería ser YHWH mismo.
Por ello son tan fuertes las palabras de David cuando escribió:
Salmo 110:1 “YHWH dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.”
Ojo tengamos en claro que todo esto debe relativizarse, debe tomarse en cuenta no tan sólo sobre lo que el judaísmo puede pensar. Pues lo que los rabinos judíos piensen sólo lo tomamos como una referencia y no como palabra sagrada. Pues basta con recordar que en Apocalipsis 11, los veinticuatro ancianos aparecen sentados “delante de YHWH”. Como escribo lo tomamos como una referencia para poder apreciar lo que implica decir que alguien se encuentra en la presencia de YHWH.
Continuando con nuestro análisis del versículo de Juan 1:1, repasemos una vez más las palabras: “y La Palabra era con YHWH”
Entre “era” y “YHWH” se nos presenta otro vocablo, el cual es “con”.
Puesto que nos hemos metido con el idioma griego resultará útil saber un poco más de esto y ver qué palabra se empleó en ese lugar.
Veamos el texto en griego: “ὁ Λόγος ἦν πρὸς τὸν Θεόν”, aquí  se trata del vocablo πρὸς (pros). Esta palabra como tantas de aquel idioma tiene varios significados, dependiendo del contexto y el uso en la oración entenderemos a qué hace alusión.
En la traducción al castellano se nos dice emplearla en el sentido de “con”. Veamos una traducción literal y lineal del texto:
ὁ Λόγος: La Palabra
ἦν: era o estaba
πρὸς: al lado, junto a , en presencia de.
τὸν Θεόν: YHWH
Entonces, haciendo  un pequeño resumen de lo visto hasta ahora, podemos decir que el texto de Juan 1:1 puede traducirse como lo hizo Casiodoro de Reina. Pero profundizando en el sentido original de las palabras podríamos parafrasearlo de la siguiente manera:
“Y La Palabra era con YHWH”
 Parafraseado sería:
“Y La Palabra estaba en presencia de YHWH”
*RICARDO*
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