En los últimos tiempos, el libro de los Hechos no es estudiado convenientemente. Producto de ello, las enseñanzas contenidas en él, no son conocidas por los creyentes. Pero no me refiero a una primera aproximación, del tipo peshat o literal. Sino a indagar, en la profundidad de conceptos, que de este texto se desprenden. Veamos el siguiente versículo, Hechos 1:2
“hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido;”
Seguramente habrán escuchado, acerca de que hay unos 613 mandamientos positivos y negativos. Sin embargo, debo decir que, al menos para los creyentes en Yeshúa, eso no es cierto. Hay muchos mandamientos más, sean estos estatutos o incluso aquellos que no tienen una explicación racional.
Un ejemplo sencillo, Marcos 16:15 “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.”
Seguramente aparecerá algún novato improvisado con dos días de mesiánico, que diga “lo que pasa es que usted no entiende, los mandamientos son los que están en la Torá”. Y yo le diré que los mandamientos son órdenes dadas por YHWH y que como tales constituyen la estructura sobre la cual se asienta el universo y toda la Creación. Y si creemos que Yeshúa es YHWH mismo como Hijo Amado, entonces sus órdenes son mandamientos.
Este es un aspecto que me parece muy importante. Las indicaciones dadas por Yeshúa, no son el comentario elaborado por cualquiera. Constituyen mandamientos, órdenes directas de YHWH.
La palabra empleada aquí es el verbo ἐντέλλομαι (entéllomai) que es un verbo que significa mandar, ordenar. Pero que hace énfasis en el resultado final que se busca. O sea se da una directiva para llegar a algo.
Es una palabra relacionada con ἐντολή (entolé), que se traduce como mandamiento y se corresponde con el hebreo מִצְוָה (mitzváh), que es lo que en la Toráh siempre es traducido como mandamiento.
Nuevamente remarco la importancia de esto. Tenemos un ejemplo, en la orden del lavamiento de los pies en Pesaj, la cual tiene tanto valor como la orden de celebrar Pesaj. Y quien por ejemplo no cumpla con la orden dada por el Mesías, no estará cumpliendo en forma completa con lo que YHWH desea.
La importancia de esto radica, en que el Mesías no vino a abolir o abrogar la Toráh, sino a darle complemento.
En el caso de la Santa Convocación de Pésaj en Éxodo 12, por ejemplo en el versículo 8 dice:
“Y aquella noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura; con hierbas amargas lo comerán.”
Esto ordena comer hierbas amargas. Quien no come hierbas amargas está incumpliendo la mitzváh de Pésaj. Este sería un mandamiento positivo, o sea algo que debe hacerse. Así como comer matzá, esto es pan sin levadura. Quien no come pan sin levadura en Pésaj está incumpliendo el mandamiento.
Pero, al ser Yeshúa Elohim mismo, Él incorpora a los mandamientos referidos a Pésaj, el lavamiento de los pies.
Pensemos por un instante en Mateo 5:17
“No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.”
¿Qué ocurre si yo ahora explico que las palabras originales son más profundas? Específicamente, me refiero a lo que ha sido traducido como “cumplir”.
En el idioma griego, que es en el cual nos ha llegado el libro de los hechos, la palabra empleada es πλεροο pleroo, esto significa estar completo hasta la máxima capacidad, lo cual se corresponde con el verbo hebreo לִמְלֹאת limlot que significa estar lleno, estar completo. Este es el verbo usado por ejemplo en Génesis 9:1
“Bendijo YHWH a Noé y a sus hijos, y les dijo: Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra.”
¿Qué significa entonces esto?
Que no alcanza con la Toráh escrita, sino que la misma debe ser completada con la Toráh Viva que es Yeshúa.
Aquí es donde se produce la gran diferencia, entre la Casa de Judá que no conoce al Mesías y la Casa de Israel que está siendo rescatada de las naciones. Ellos buscan completar lo que falta de la Toráh a través de la llamada Torá al Pe (la torá oral, la cual hoy está contenida en el Talmud y otros escritos). Pero nosotros completamos con las enseñanzas de Yeshúa, transmitidas a través del obrar de Rúaj HaKodesh, Espíritu Santo. Esta diferencia en el tratamiento, en el entendimiento de la Voluntad del Padre expresada a través de la Toráh, se manifiesta en cada enseñanza de Yeshúa. En las cuales ataca directamente la llamada “sabiduría de los ancianos”. Como cuando en un versículo dice “oíste que fue dicho”.
Por ello entonces quien realiza el seder de Pésaj sin el lavamiento de pies, es como si nada hiciera. Quien no tiene a Yeshúa está incompleto y lo que pretenda hacer se queda a mitad de camino.
Como he explicado antes, el pacto con Noé no invalida el pacto con Adam, lo completa. El pacto con Abraham, no invalida ni el hecho con Noé ni el de Adam, los completa. El Pacto en Sinaí, no invalida ni el de Abraham, ni el de Noé, ni el de Adam, sino que los completa. El Pacto de Yeshúa, establecido en la copa de Pésaj, no invalida ni el de Sinaí, ni el de Abraham, ni el de Noé ni el de Adam, sino que los completa.
Por ello Mateo 5:17
“No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para completarla.”
*RICARDO*
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