Éxodo 12:15 “Siete días comeréis panes sin levadura; y así el primer día haréis que no haya levadura en vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado desde el primer día hasta el séptimo, será cortado de Israel.”

Una de las primeras medidas que se indican en los días previos a la cena de Pésaj es la extracción de la levadura de las casas. Y por supuesto sabemos que además del hecho físico de quitar este producto, ello contiene un mensaje espiritual para los creyentes. Podemos encontrar muchos comentarios al respecto acerca de los distintos tipos de levadura y su representación sicológica y espiritual, los cuales resultan muy edificantes. Pero deseo detenerme en un aspecto de lo que  significa la levadura que me parece que no está siendo tratado como debería. Me refiero a la mentira. Pensemos por un instante en el contenido de los siguientes versículos.

Juan 14:6 Yeshúa le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida…”

Juan 8:44 “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.”

Ambos textos pertenecen al mismo evangelista por lo cual no podemos pensar que se trate de ideas diferentes ni de interpretaciones que puedan discrepar. Pues de la inteligencia de los dos versículos podemos ver que hay dos realidades. Uno que representa el Camino al Padre y uno que representa el camino a la perdición. En estos días se han levantado muchos negando la existencia del diablo, quienes haciéndose los “intérpretes” judíos les van a hablar sobre que satán significa adversario en hebreo y bla bla, tratando de ocultar de esa forma la existencia de un ser perverso y sus secuaces que son enemigos de Nuestro Señor. ¿Y cuál es una de las herramientas más fuertes que estos engendros usan? Sí, la mentira.

Quizás quien lea esto lo haya hecho, pero le pido ahora que se detenga unos minutos a pensar en qué es la levadura. La “levadura” es un hongo que acelera una reacción química, esto lo hace generando enzimas, que son precisamente esos aceleradores de reacciones. ¿Y qué acelera esto? La llamada fermentación. La fermentación de los hidratos de carbono contenidos en la sustancia con que se fabrica el pan por ejemplo, hace que una masa incremente su volumen muchas veces. O sea de una parte real de harina y agua (que es lo alimenticio) por obra de la fermentación surge una cantidad de masa mucho más grande. Pero es algo ficticio, no es ni harina ni agua, sino un producto de este proceso. Es así que la palabra original en hebreo para levadura está relacionada con el verbo שָׁאר shaar que significa “hinchado”.

Por eso la levadura se relaciona con la mentira.  Pues quien tiene orgullo, por ejemplo, se estima más que los demás, ha hinchado su ego por sobre las demás personas. Está viviendo una mentira. Y ello conduce también a la mentira de la soberbia, en la cual quien la sufre tiene una idea de superioridad frente a otros que sólo está en su mente y ego hinchados. Asimismo cuando alguien valora lo que hacen los demás como menor a lo que hace él, o que nadie puede hacer las cosas bien y que sólo él lo puede hacer, cae en el desprecio. Y sabemos que el único perfecto es YHWH, por ende no habrá personas perfectas ni obras humanas perfectas.

Mucho puedo seguir escribiendo al respecto y valoro los distintos tipos de levadura del cual escucharán hablar. Pero le pido que tome en cuenta lo que al principio escribí, hay dos caminos. Uno conduce al Padre, es el camino de la Verdad, todo lo que Yeshúa nos instruyó. Otro conduce a la perdición, es el de la mentira.

Si desea desterrar esta levadura de su vida, recuerde las palabras del Maestro,

Juan 15: 26 “Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.”

Que  Rúaj HaKodesh  cumpla esta misión en Usted.

*RICARDO*